Un fugaz, astuto y hábil Robert De Niro, a quien los años parecen no haberle pasado factura (me refiero a aquellas fechas), da vida a un veterano y experto ladrón de guante blanco propietario de un club de Jazz que, para conseguir un jugoso botín de 6 millones de dólares, deberá "sustraer" un cetro perteneciente al tesoro nacional francés que está bajo llave en una sala con la más estricta vigilancia perteneciente a una aduana de Montreal (Canadá).

No tardará en darse cuenta, dentro de un cúmulo de dificultades y obstáculos, de que no podrá fiarse ni de su sombra....

Creo, sinceramente, que lo máximo y más destacado de esta película no es ver a De Niro y a Brando juntos, tal y como comentan por ahí... la peli tiene momentos mucho mejores, momentos de acción, y de emoción, especialmente por el final.

El propio Robert De Niro dirigió las secuencias en las que aparece con Marlon Brando, debido a las malas relaciones entre Brando y el director Frank Oz.

El actor gay Jamie Harrold interpreta a Steven, el chiflado pirata informático que está todo el día conectado al ordenador... y socio del personaje de De Niro, quien le ayuda a conseguir las claves para desactivar unas cámaras de vigilancia... la verdad es que su interpretación es más bien malilla, aunque tiene cara de loco, eso es una verdad como un templo.

Buena banda sonora de Howard Shore.

En definitiva, una película que sin ser nada del otro mundo ni sin ser una gran obra maestra (todo hay que decirlo), está muy entretenida, bien hecha, rodada con buen pulso, con buenas interpretaciones de todo el reparto y con momentos muy intensos y emocionantes. Te atrapa desde que empieza hasta que acaba.

El protagonista es Robert De Niro, ¿qué más queréis?.. y encima está acompañado por Edward Norton y Marlon Brando, este último tremendamente gordo, y con apenas agilidad para moverse, hecho una piltrafa, vamos.

RECOMENDABLE.