Drive es un interesantísimo thriller de acción protagonizado por un espléndido Ryan Gosling (desde luego 2011 ha sido su año y ha podido demostrar su talento con proyectos bien distintos), quien da vida a un especialista de cine que ayuda a cometer atracos. Bueno, en realidad lo que hace es conducir el vehículo con el que los atracadores se dan a la fuga. Carey Mulligan, por su parte, interpreta al interés amoroso de éste, una joven madre cuyo marido (Oscar Isaac) está a punto de salir de prisión.

Lo sé, no voy a ser nada original al señalar que Gosling recuerda sobremanera a actores de la talla de Steve McQueen o Alain Delon. Tampoco creo serlo si digo que encuentro ciertos paralelismos entre este trabajo y uno de los mejores de David Cronenberg: Una historia de violencia (A History of Violence).

Pero el trabajo de Gosling no es lo único destacable de la cinta. Nicolas Winding Refn, el director, es un talento a tener en cuenta (atención a la persecución que tiene lugar al inicio) al que, y he de fustigarme por ello, no conocía a pesar de contar con una filmografía bastante amplia (en mi defensa diré que la misma es un tanto desconocida por estos lares). Además, su fotografía realza a la perfección el aire retro de la cinta y su banda sonora está repleta de temazos. Drive es, sin lugar a dudas, una de las grandes sorpresas de la temporada.