Sinceramente, si Romper Stomper no estuviese protagonizada por Russell Crowe dudo mucho que me hubiese molestado en verla, y en verdad el actor termina siendo lo más destacable de esta modesta producción. Ya desde los primeros momentos se refleja su carácter de película pequeña, con un acabado pobre que denota su bajo presupuesto, una dirección corrientucha (véanse los confusos y alargados planos de peleas) y un desarrollo que se aprovecha de mostrarnos personajes marginales, sórdidos pasajes y algún discursito que peca de obvio.

El argumento no puede ser más sencillo, una cuadrilla de skinheads liderados por Hando (Russell Crowe) mantienen atemorizados a los vietnamitas del lugar. Al grupo se une una joven llamada Gabe (Jacqueline McKenzie) de complicado pasado familiar, ella formará un triángulo amoroso que amenaza con descomponer el grupo, al mismo tiempo que los vietnamitas deciden plantarles cara.

Historia de personajes marginales y seres amorales filmada de manera convencional y algo torpe por Wright y que tan sólo consigue mantener el interés de manera intermitente, en parte por culpa de un guión que transita lugares comunes y se estanca a pesar de las muchas vertientes que podrían haber desarrollado (por ejemplo referente a la situación familiar de Gabe, la cual se insinúa pero queda algo descolgada). Afortunadamente la interpretación de Crowe (ver su mirada de odio) salva el conjunto y eleva el nivel general de la película, a pesar de que el conjunto sea bastante desigual.