Average rating
5.2
Ratings
996
Reviews
996
Lists
4
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
- Social Networks
-
Share his/her profile
ddarko_1980 rating:
2
4.0
2,090
Language of the review:
- es
November 28, 2011
0 of 1 users found this review helpful
William Friedkin es el culpable de que aún hoy día se sigan filmando películas, algunas tan torpes como la que nos ocupa, sobre posesiones demoníacas. Lo que ocurre es que aquí en lugar de a Linda Blair y sus vómitos verdes tenemos a una adolescente, Emma (Sophie Vavasseur), que al sentirse poseída acude a su tío (Stephen Billington), un religioso que vive obsesionado con un exorcismo que no pudo terminar, para que la ayude.
La película muestra una torpeza inusitada. Carballo intenta darle un poco de intensidad moviendo la cámara continuamente, pero ello no compensa, ni mucho menos, la flojeza de sus intérpretes (todos los personajes resultan de lo más abofeteables) o de un guión que provoca más risas y vergüenza ajena que terror. La posesión de Emma Evans es una de esas producciones que de haber sido realizada hace unos años hubiese acabado acumulando polvo en cualquier videoclub de mala muerte. Es más, parece otra cutre producción de la ya difunta Fantastic Factory.
La película muestra una torpeza inusitada. Carballo intenta darle un poco de intensidad moviendo la cámara continuamente, pero ello no compensa, ni mucho menos, la flojeza de sus intérpretes (todos los personajes resultan de lo más abofeteables) o de un guión que provoca más risas y vergüenza ajena que terror. La posesión de Emma Evans es una de esas producciones que de haber sido realizada hace unos años hubiese acabado acumulando polvo en cualquier videoclub de mala muerte. Es más, parece otra cutre producción de la ya difunta Fantastic Factory.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
Uno de los momentos más risibles, aunque sea por retorcido, es cuando se descubre que el tío de nuestra protagonista prácticamente la indujo a invocar al diablo para demostrar que era capaz de realizar exorcismos (sic).