Me pareció preciosa desde el punto de vista visual. No se me hizo pesada. Me entretuvo. Eso sí, si estás de "bajona" mejor que no vayas a verla porque es de todo punto desgarradora. Vamos, que no te vas a levantar del asiento con ganas de vivir a tope.

Pero siendo justos, es su propósito generar este tipo de sensación. Y lo hace de una forma sencilla y, sobre todo, extraordinariamente real. Se mueve con ritmo y cotidianidad sin regodearse en innecesarios alardes dramáticos. El formato blanco y negro acertadísimo.

No deja mucho hueco a interpretaciones y la cámara se mueve que es un primor. Pero no considero que sea una película de 10 porque no volvería a verla, pese a gustarme mucho. Lo siento, pero soy un espectador al que el cine le debe dar un aporte de atracción. En Roma todo es estupendo pero no logró ese plus, porque sufrí mucho.