Al fin y al cabo no deja de ser una de tantas películas que hay por ahí adelante de un chiquillo cualquiera que empieza a formar parte de una banda de gansters. Pero sin embargo tiene algo que engancha, que hace mantenerte pegado constantemente a la pantalla. No sé que es, tal vez la banda sonora que le da el toque especial justo en los momentos necesarios, o simplemente su sencillez. Quien sabe. Lo que sé es que es de esas pocas que según van avanzando los mintos parece cada vez mejor.