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Spain Spain · Somewhere Far Beyond
Richy rating:
6
Sci-Fi. Fantasy. Action. Thriller In X-Men: The Last Stand, the final chapter in the X-Men motion picture trilogy, a "cure" for mutancy threatens to alter the course of history. For the first time, mutants have a choice: retain their uniqueness, though it isolates and alienates them, or give up their powers and become human. The opposing viewpoints of mutant leaders Charles Xavier (Stewart), who preaches tolerance, and Magneto (McKellen), who believes in the survival of ... [+]
Language of the review:
  • es
January 9, 2015
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Tercera y última parte de la trilogía formada por “X-Men” (2000) y “X-Men 2” (2003), pero esta vez sin Bryan Singer en la dirección, y se nota algo.

No es que Brett Ratner sea un mal director, ni mucho menos, pero no se calienta tanto la cabeza y ofrece un espectáculo muy vistoso pero también muy convencional, siguiendo las pautas preestablecidas para este tipo de superproducciones. La fidelidad al cómic en las dos primeras películas ha estado fuera de toda duda, pero Ratner se chulea un poco y manipula los personajes a su antojo, de una manera que los seguidores más acérrimos de los cómics se rasgarán las vestiduras (o las mallas).

La historia sigue manteniendo la moralidad reinante en entregas anteriores o, lo que es lo mismo, sigue jugando con los prejuicios de la gente ante lo que es distinto. Tanto Charles Xavier (Patrick Stewart) como Magneto (Ian McKellen) luchan por la causa mutante, pero con métodos totalmente diferentes que los hacen enemigos entre ellos. En el filme se refleja su relación en el pasado, mucho más cordial, en la que aunaban las mismas ideas, pero con el tiempo Magneto se decantaría por un racismo que ensalzaría la identidad mutante por encima de cualquier otra condición.

En esta pelea reivindicativa del orgullo mutante se incluye un elemento decisivo: se desarrolla un fármaco que permite destruir las células mutantes y perder así los poderes de quien lo desee, por lo que la decisión de cada mutante por convertirse en una persona normal e integrarse en la sociedad está en sus manos. Hay, por tanto, un gran dilema moral, encarnado en el caso de Pícara (Anna Paquin), por el que decidir si aprovechar la “cura” y eliminar así las desventajas de sus poderes.

Pero las pretensiones del filme no son las de ofrecer un discurso de tolerancia antirracista, sino de dar un buen espectáculo de ritmo y efectos especiales, lo cual consigue con creces. Si bien presenta algo de trasfondo moral, no llega a desarrollarse tanto como lo hiciera Singer en las dos entregas anteriores, y se decanta más por la acción y por los “golpes de efecto” del guion, enfocados principalmente en eliminar personajes o cambiarlos por completo.

Respecto al reparto, en esta entrega sigue brillando por encima del resto tanto Hugh Jackman como Ian McKellen, y se da algo más de protagonismo a Tormenta (Halle Berry).

Un cierre de trilogía (que al final no parece cerrarse del todo) que podía haber sido mucho más épico, pero deja un buen sabor de boca. Recomendable.
Richy
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