Película con un protagonista viejo que dice viejas vaguedades como que "hay mucha pasta en el tinglado de Dios" (¿y en qué no hay mucha pasta?).

A veces tiene gracia de humor negro, pero en general es una comedia de personajes desaboridos.

Vale que al viejo interpretado por Larry David, que además cojea, se le presente de repente un bombón de mujer joven y le tire los tejos a él (lo cual es tan improbable como el cero en la mecánica cuántica), un tipo deprimente que casi da pavor verlo comportarse y darle a la lengua; pero la sal y la pimienta que sobre este hecho se echa, encima no dan suficiente sabor ni gusto al guiso del guión en general.

Aceptable película de Woody Allen, interesante, sin más.