Invencible cuenta la historia real de Louis Zamperini, atleta olímpico que fue hecho prisionero por los japoneses después de pasar más de 40 días a la deriva en una balsa salvavidas con dos compañeros durante la II guerra mundial.
Sorprende que la película sea dirigida por una mujer, que no se me interprete mal por lo que digo, por las altas dosis de violencia y muy buenas escenas de acción y va siendo hora de que estas tomen las riendas de este tipo de cine.
La película puede dividirse en tres partes:
una mediante flasbacks intercalados en ciertos momentos de la películas te da a conocer al personaje.
Otra es la que transcurre a la deriva en el bote salvavidas y, la que creo, que es la más alargada ya que pudo resumirse un poco más. Hubo un momento que creí que echarían toda la película ahí.
Y la tercera la que transcurre en el campo de prisioneros y que es la mejor parte. Aunque no me acabe de quedar claro cual es la causa del cruel ensañamiento del oficial japonés hacía Zamperini, los dos éxcelentemente interpretados por sus respectivos actores. Las miradas entre los dos está llena de tensión y provoca odio en el espectador hacia el japonés, cosa que seguramente era la intención de la directora aunque quede un poco falso. Así como el hecho de que llega un momento que en ese campo parece que sólo lo pasó mal el protagonista. Pese a estos peros, la película es estupenda como historia de superación personal, mostrando como se puede sacar fuerza aunque estas se niegan a seguir contigo.
Con la escena anterior a los créditos estuve a punto de soltar unas lágrimas.