Quizás no sea "El fuego de la venganza", pero está claro que "Déjà Vu", la nueva propuesta del irregular Tony Scott es una cinta entretenida con un guión hecho simplemente para entretener y con un ritmo, no trepidante, pero sin duda, nada calmado ni aburrido. Denzel Washington está correcto, sin más, y el resto del reparto lo podría haber hecho bastante mejor, sobretodo Paula Patton (ojalá el papel lo hubiera interpretado Ashley Judd). No tiene el dramatismo de la primera mencionada ni resulta tan creíble (bueno, podría decirse que Déjà Vu es una mezcla de ciencia-ficción, thriller y romance). Resulta increíble, pero es cierto que la primera hora resulta bastante aburrida y sin una estructura clara. En cambio, la segunda, está mucho mejor escrita y, quieras o no, sabe a qué va. Para mí, además de su primera parte, sobra ese programa a lo Minority Report, que lo único que hace es que te creas mucho menos la historia. Si al menos se hubieran dejado de copias baratas (que en vez de mirar el futuro miran el pasado), la película de Tony Scott hubiera sido, no sólo más equilibrada, sino también mucho mejor.
Pero ante todo, Déjà Vu es más que pasable, sin perder de vista que está destinada únicamente a entretener.