Excelente, como siempre, Helen Mirren.
El argumento peca de una temática algo manoseada con personajes maniqueos.
Judíos beatificos enfrentandose a los malvados.
Imposible de evitar el paralelismo con la tragedia palestina, la misma brutalidad y falta de humanidad y derechos

Otto Preminger y Paul Newman. Dos monstruos del cine sólo podían dar a luz una gran película. Lástima del exceso de metraje, 213 minutos.
La película deja de lado cualquier intento de análisis para una situación compleja y se lanza a la épica.
La tragedia del pueblo palestino, el expolio y la brutalidad que dieron nacimiento a Israel, nada.
Ha envejecido muy mal, el sueño sionista de los kibutzs ha dado paso a un monstruo supremacista.