Oh Puzzle todopoderoso, el que todo lo controla y nada se le escapa, al que todo le sale como lo había planificado, aunque haya una posibilidad entre un millón, aunque deban encadenarse las casualidades y las coincidencias imposibles de manera sublime y sobrenatural, aunque esta saga nauseabunda haya dejado de lado la ficción para cruzar al terreno de la fantasía, de lo inverosímil, hasta llegar a lo imposible. Porque sí, señores, porque Él lo vale, el señor John Kramer, más conocido como Jigsaw, es la reencarnación de Dios en la Tierra, el que ha sido enviado por Él para redimir los pecados, para purificar las almas, para reconducir a los hombres malos, para dar una segunda oportunidad a los espíritus atormentados…

Si la primera hacía aguas (aunque era novedosa) y la segunda se caía por su propio peso (remix de Cube y Seven), ésta tercera ya no es que haga aguas, es que se inunda, y cae por su peso, que es poco, en vista que se trata de poco más que envoltorio, de superficialidad sin contenido; en definitiva, una película hueca. Pero bueno, Whannell y Wan, con estas tres (más las dos que nos vienen) suponemos ya podrán vivir lujosamente el resto de sus vidas. Es lo que tiene eso de entrar en el cine con el objetivo de hacer dinero a toda costa, que no de innovar (la cual cosa, dicho sea de paso, es muy respetable).

Y, vaya, habrá que decir algo de la película. Como supongo que el que vaya a verla habrá visto las anteriores, decirle que ésta no aporta nada a la saga que no hayamos visto: más torturas para los pecadores (y más desagradables, todo sea dicho), más tipos encerrados en una casa en la que tienen que encontrar la salida superando pruebas que abren puertas (anda, como los niveles de los videojuegos¡¡¡), y un Jigsaw (éste tío no había muerto en la segunda, xD) con una aprendiz cegada (metáfora: Dios y San Pedro). A partir de ahí, la acción se desarrolla de manera paralela entre los dos espacios, mientras el espectador, impaciente, aguarda a que vayan pasando los tediosos minutos para ver qué sorprendente giro final nos han preparado los guionistas para esta entrega. Cuando éste llega se escucha un OHHH en la sala, pero no de sorpresa, sino de bostezo, pues este desenlace resulta más forzado y previsible (se avista a leguas) que el de un telefilm de sobremesa de Antena 3.

Sí tú, el que estás leyendo: “You don´t know me but I know you. I wanna play a game. Live or die. Make your choice”. Pues, sabes qué, Puzzle, que ahora mismo me pillas con algo de prisa, así que no tengo tiempo para jueguecitos. Y anda, a ver cuando maduras, que te jubilarás y todavía seguirás jugando.

PD: Sí, señores, me temo que nos tendremos que ir preparando para un hipotético Saw 4, así que vayan preparando sus bolsas de Mercadona para ir al cine.