Cuando me recomendaron esta película me esperaba otra cosa, no se el qué, quizá algo más típico de la ciencia ficción, una buena historia, hábilmente narrada y envuelta en los efectos especiales y la acción que suele caracterizar a este género. La crítica la alababa, no había oído mucho de ella, pero lo poco que sabía es que era buena, muy buena. Yo me preguntaba qué es lo que podía hacerla tan especial para haberla convertido en una película de culto entre los amantes de la imaginativa y la fantasía moderna. La pregunta no es lo que tiene, sino lo que no tiene. No tiene los efectos especiales, tampoco tiene la acción, casi no tiene música, y tampoco tiene un presupuesto abusivo, todo lo contrario. Y es que cuando le quitas todo eso a un filme sólo queda cine, cine en estado puro. Un cine fácil de catalogar y de medir porque no se oculta tras ninguna cortina de humo que te impida ver lo que hay. "The man from Earth" es sincera, fácil para el espectador, que sólo tiene que escuchar un cuento, al igual que los amigos de John, y decidir si te lo crees o no. El secreto esta en eso, en la dificultad de hacerlo tan fácil, en que solo haga falta una historia, una habitación y unos cuantos personajes para que te peguen al sillón. A base de diálogos inteligentes, unas actuaciones sobresalientes y una originalidad inusitada en estos tiempos.
Para mí, el "Doce hombres sin piedad" de la ciencia ficción, es la forma más fácil de resumirla. Con esto no quiero compararla con un clásico de todos los tiempos ni ponerla a su altura, ni mucho menos. Pero usa la misma fórmula, mejor o peor aplicada, la sencillez. Una fórmula sólo al alcance de unos pocos.
En resumen, un película altamente recomendable para cualquier amante del cine. Una cinta que los años, al igual que a John, la harán mejor y más apreciada.