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6,2
25.350
6
24 de mayo de 2019
24 de mayo de 2019
128 de 156 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jodido fue el momento en que vi la primera imagen promocional de este remake de Aladdin, el clásico de animación del 92. Parecía una especie de versión porno barata en la que un azulado Will Smith terminaría satisfaciendo los deseos de Aladdin y Jasmine después de que ambos frotaran su...ehem...lámpara.
Me aterró, ya que la original es probablemente una de las películas que más veces he visto durante mi infancia. Cómo nunca quise que mi cabeza la mezclara con esos malditos e impuros pensamientos, inmediatamente me esforcé por intentar sacarlos de ahí arriba a trompazos.
Salió el primer trailer y, tras el alivio que me supuso comprobar que mis suposiciones eran completamente erróneas y se trataba de cine comercial palomitero de toda la vida, vino la decepción.
"¿Que coño es esto?"- pensé. "¿Por qué Will parece un pitufo maquinero animado con efectos ya casi anticuados?" "¿Por qué Jafar parece un joven modelo disfrazado de Jafar?" "¿Por qué esto? ¿Por qué lo otro?"- lloré. En fin, no seré yo quien juzgue a un libro por su portada, aunque esta sea una mierda.
Salió el segundo tráiler, y todo pareció mejorar ligeramente. "Puede que hasta sea entretenida"- traté de convencerme.
Hoy ha llegado el día y, pese a que en la taquilla un rostro conocido me ha animado jocosamente a que le contara al salir de la sala "que tal está la payasada esa", resulta que al final no ha estado tan mal.
A ver, no nos engañemos, está lejos de la original. Puede que a años luz. Tiene sus errores, momentos vergonzosos, y esa nueva versión de Jafar que es un desacierto desde la caracterización, el casting (no digo que el chico sea un mal actor, necesitaría verlo en más trabajos antes de juzgarlo, pero aquí está fuera de lugar) y casi todo en general. Se sustituye a ese señor cincuentón de rostro característico, frío, sombrío y mega maligno por un niñato llorón amargado por no ser el number one. De hecho, se pasa el rato repitiendo que le toca los cojones ser el number two...aunque obviamente él lo dice con otras palabras. Si que es verdad que le han añadido al personaje un detallito interesante, pero eso lo comentaré en la zona de spoilers.
El director, Guy Ritchie, parece que tenga sólo unos escasos momentos de autoría en la obra, y se dedica básicamente a realizar su encargo sin pena ni gloria, esperando para cobrar e irse a casa silbando al ritmo de "príncipe Alí, Alí Ababwa".
Ya terminando con lo negativo, aprovecho para quejarme también de ciertos efectos digitales completamente innecesarios que te sacan por momentos de la historia.
El resto bastante bien....casi una hora más de duración que la original, que, sorprendentemente, no se me llega a hacer muy pesada, un Will Smith en estado de gracia al que se le ve disfrutar del personaje en cada plano, y que, sin dejar de lado su propio estilo, homenajea con respeto al inmenso Robin Williams. La pareja protagonista bastante correcta, hay un buen trabajo detrás de las coreografías, y tanto las nuevas canciones cómo las versiones de los clásicos se dejan oír bastante bien, aunque, en la sala de cine a la que yo asistí, el audio empezó a subir de volumen durante los temas y me dio ganas de disparar a la pantalla y a los altavoces antes de que me reventaran los tímpanos. Yippee-ki-yay, motherfucker!
Resumiendo, no creo que vaya a ser la mejor versión live action de Disney, pero es muy entretenida y muchísimo menos bochornosa de lo esperado. Seguramente si la hubiese visto con la edad que vi el film original, la hubiese disfrutado más.
Nota: 6,4
Me aterró, ya que la original es probablemente una de las películas que más veces he visto durante mi infancia. Cómo nunca quise que mi cabeza la mezclara con esos malditos e impuros pensamientos, inmediatamente me esforcé por intentar sacarlos de ahí arriba a trompazos.
Salió el primer trailer y, tras el alivio que me supuso comprobar que mis suposiciones eran completamente erróneas y se trataba de cine comercial palomitero de toda la vida, vino la decepción.
"¿Que coño es esto?"- pensé. "¿Por qué Will parece un pitufo maquinero animado con efectos ya casi anticuados?" "¿Por qué Jafar parece un joven modelo disfrazado de Jafar?" "¿Por qué esto? ¿Por qué lo otro?"- lloré. En fin, no seré yo quien juzgue a un libro por su portada, aunque esta sea una mierda.
Salió el segundo tráiler, y todo pareció mejorar ligeramente. "Puede que hasta sea entretenida"- traté de convencerme.
Hoy ha llegado el día y, pese a que en la taquilla un rostro conocido me ha animado jocosamente a que le contara al salir de la sala "que tal está la payasada esa", resulta que al final no ha estado tan mal.
A ver, no nos engañemos, está lejos de la original. Puede que a años luz. Tiene sus errores, momentos vergonzosos, y esa nueva versión de Jafar que es un desacierto desde la caracterización, el casting (no digo que el chico sea un mal actor, necesitaría verlo en más trabajos antes de juzgarlo, pero aquí está fuera de lugar) y casi todo en general. Se sustituye a ese señor cincuentón de rostro característico, frío, sombrío y mega maligno por un niñato llorón amargado por no ser el number one. De hecho, se pasa el rato repitiendo que le toca los cojones ser el number two...aunque obviamente él lo dice con otras palabras. Si que es verdad que le han añadido al personaje un detallito interesante, pero eso lo comentaré en la zona de spoilers.
El director, Guy Ritchie, parece que tenga sólo unos escasos momentos de autoría en la obra, y se dedica básicamente a realizar su encargo sin pena ni gloria, esperando para cobrar e irse a casa silbando al ritmo de "príncipe Alí, Alí Ababwa".
Ya terminando con lo negativo, aprovecho para quejarme también de ciertos efectos digitales completamente innecesarios que te sacan por momentos de la historia.
El resto bastante bien....casi una hora más de duración que la original, que, sorprendentemente, no se me llega a hacer muy pesada, un Will Smith en estado de gracia al que se le ve disfrutar del personaje en cada plano, y que, sin dejar de lado su propio estilo, homenajea con respeto al inmenso Robin Williams. La pareja protagonista bastante correcta, hay un buen trabajo detrás de las coreografías, y tanto las nuevas canciones cómo las versiones de los clásicos se dejan oír bastante bien, aunque, en la sala de cine a la que yo asistí, el audio empezó a subir de volumen durante los temas y me dio ganas de disparar a la pantalla y a los altavoces antes de que me reventaran los tímpanos. Yippee-ki-yay, motherfucker!
Resumiendo, no creo que vaya a ser la mejor versión live action de Disney, pero es muy entretenida y muchísimo menos bochornosa de lo esperado. Seguramente si la hubiese visto con la edad que vi el film original, la hubiese disfrutado más.
Nota: 6,4
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El detalle que me gustó del nuevo Jafar es que comparte unos orígenes similares a los de Aladdin, pero con ambiciones muy distintas. La escena de la persecución con el Iago monstruoso también es un buen añadido.
Sin embargo, el declive del personaje interpretado por Chico Kenzari llega cuando finalmente se convierte en genio. El Jafar animado era mucho más terrorífico, tanto antes cómo después de su transformación en genio malvado. Cuando ves al Jafar "hechicero más poderoso del mundo 2019" tan sólo te dan ganas de darle unas palmaditas en la espalda y enviarlo a dormir.
Sin embargo, el declive del personaje interpretado por Chico Kenzari llega cuando finalmente se convierte en genio. El Jafar animado era mucho más terrorífico, tanto antes cómo después de su transformación en genio malvado. Cuando ves al Jafar "hechicero más poderoso del mundo 2019" tan sólo te dan ganas de darle unas palmaditas en la espalda y enviarlo a dormir.
18 de noviembre de 2018
18 de noviembre de 2018
56 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los crímenes empezaron el día que se decidió que David Yates, después de la mediocre La Orden del Fénix, repitiera como director en el mundo mágico hasta el fin de los tiempos. Lo positivo de esto fue una maravillosa "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Parte I", en la cual, el peor director que ha tenido la saga mágica, pareció equivocarse y hacerlo todo bien.
La otra criminal, a la que le tengo demasiado cariño por la magia que aportó a mi infancia y adolescencia, es la propia J.K. Rowling, que desde que terminó la saga de "Harry Potter" se ha aficionado a publicar "curiosidades" por twitter sobre el futuro de los personajes, el cual se ha ido inventando a la marcha. Vale, es la autora y puede gastar su tiempo libre inventándose lo que le salga del chumino mágico, pero lo que está haciendo cómo guionista con esta saga me parece que es una auto-falta de respeto hacia su obra. Los guiones para los/las guionistas.
Esta película peca de lo mismo que su primera parte, mucha magia de efecto especial y poca de corazón, de la que atraviesa la pantalla. Desgraciadamente se añaden a la desastrosa ecuación referencias lamentables sobre célebres personajes de su saga original, con el propósito de poner las varitas duras a sus fans menos exigentes.
El problema principal es que todo el desarrollo de la trama se queda en la capa (y no la de invisibilidad), sudando completamente de construir las historias con un mínimo de solidez. Yates, como buen esbirro, se dedica a rodar sin demasiada pasión y ninguna autoría lo que le ordenan, y a estirar la mano para cobrar sus galeones.
Como punto positivo tenemos, para mi gran sorpresa, al Grindelwald de Johnny Depp. Sinceramente me pareció una muy discutible elección en su momento, pero después de estar arrastrándose últimamente por las pantallas y los escenarios con The Hollywood Vampires, resulta que ha dado vida a un villano potente y con un interesante y manipulador discurso. Este personaje frena mis bostezos de tedio cada vez que sale en pantalla, despertando mi atención. También sus lacayos me parecen simpáticos secundarios con distintas particularidades que pueden dar mucho de sí en un futuro. Incluso podríamos tener a un buen trío protagonista, que de estar en una mejor película hubiese podido ser mucho más disfrutable, ya que cumplen en sus labores interpretativas.
PD: Aunque he leído lo contrario, es una peli para no-fans. Cuanta menos información previa tienes, menos errores descubres y menos veces te pones las manos en la cabeza con dramática teatralidad durante su visionado.
En fin, dejo en la zona de spoilers algunos de las estupideces y sinsentidos vistos en la película, aunque hay tantos que seguro que se me quedan más de la mitad en el tintero.
La otra criminal, a la que le tengo demasiado cariño por la magia que aportó a mi infancia y adolescencia, es la propia J.K. Rowling, que desde que terminó la saga de "Harry Potter" se ha aficionado a publicar "curiosidades" por twitter sobre el futuro de los personajes, el cual se ha ido inventando a la marcha. Vale, es la autora y puede gastar su tiempo libre inventándose lo que le salga del chumino mágico, pero lo que está haciendo cómo guionista con esta saga me parece que es una auto-falta de respeto hacia su obra. Los guiones para los/las guionistas.
Esta película peca de lo mismo que su primera parte, mucha magia de efecto especial y poca de corazón, de la que atraviesa la pantalla. Desgraciadamente se añaden a la desastrosa ecuación referencias lamentables sobre célebres personajes de su saga original, con el propósito de poner las varitas duras a sus fans menos exigentes.
El problema principal es que todo el desarrollo de la trama se queda en la capa (y no la de invisibilidad), sudando completamente de construir las historias con un mínimo de solidez. Yates, como buen esbirro, se dedica a rodar sin demasiada pasión y ninguna autoría lo que le ordenan, y a estirar la mano para cobrar sus galeones.
Como punto positivo tenemos, para mi gran sorpresa, al Grindelwald de Johnny Depp. Sinceramente me pareció una muy discutible elección en su momento, pero después de estar arrastrándose últimamente por las pantallas y los escenarios con The Hollywood Vampires, resulta que ha dado vida a un villano potente y con un interesante y manipulador discurso. Este personaje frena mis bostezos de tedio cada vez que sale en pantalla, despertando mi atención. También sus lacayos me parecen simpáticos secundarios con distintas particularidades que pueden dar mucho de sí en un futuro. Incluso podríamos tener a un buen trío protagonista, que de estar en una mejor película hubiese podido ser mucho más disfrutable, ya que cumplen en sus labores interpretativas.
PD: Aunque he leído lo contrario, es una peli para no-fans. Cuanta menos información previa tienes, menos errores descubres y menos veces te pones las manos en la cabeza con dramática teatralidad durante su visionado.
En fin, dejo en la zona de spoilers algunos de las estupideces y sinsentidos vistos en la película, aunque hay tantos que seguro que se me quedan más de la mitad en el tintero.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
1: La primera aparición de Dumbledore es con un acercamiento de cámara a su rostro, con gesto de putoamismo incluido por parte de Jude Law. Podrían haberse esmerado un poco en hacer que nos recordase, aunque fuera estéticamente, al personaje que representa. No entiendo porque ni siquiera viste como un mago (cosa que me llama la atención no ver en casi ningún personaje). Tampoco se preocupan por el detalle de sus gafas de media luna. La primera impresión que me da es: Si ese es Dumbledore, yo soy Rita la Cantaora. Después resulta que el actor da lo mejor de sí, pero como ya he dicho anteriormente, la parte interpretativa no es el problema de esta película.
2: Aparece un personaje difícilmente reconocible, y el Albus Dumbledore con entradas, la llama por el apellido McGonagall con el único objetivo de que los seguidores se alegren de oír otro nombre conocido...aunque con un rostro desconocido y un comportamiento distinto al personaje original. Y sobre las entradas de Dumbledore; ¿alguien me explica cómo se acaban transformando con la edad en una tremenda cabellera plateada? Por arte de magia, supongo. ¿O posteriormente viajó con la ayuda de los polvos flu a Turquía? Aiins, cuantas dudas sin resolver.
3: El origen de Nagini, la fiel serpiente de Voldemort. Es una coreana que está en un circo. ¿Qué le pasará para ser, en un futuro, una serpiente sin atisbo de humanidad? Pues tranquilos, que aquí se soluciona todo pronto y fácil. Llega el tipo que manda en el circo y dice gritando: "¡¡ESTA CHICA TIENE UNA MALDICIÓN Y SE TRANSFORMA EN SERPIENTE. SE QUEDARÁ ASÍ Y NO PODRÁ VOLVER A TRANSFORMARSE!!". Y ya está, así de sencillo, un aplauso. Me recordó al truco que nos contaba el personaje de Xena en Los Simpsons para solucionar cualquier error de guion: "Siempre que vean una cosa así, lo hizo un mago".
4: En las pocas, pero muy esperadas, escenas en nuestra escuela favorita de magia y hechicería, me quedo frío. No veo a niños ilusionados que me hagan querer formar parte de ese ambiente tan reconocido y entrañable. Simplemente veo a críos tocapelotas con su uniforme paseando y haciendo chorradas por los pasillos.
Aunque te disfraces de He-Man, no eres He-Man. Eres un cutre con taparrabos y peluca rubia. No es lo mismo.
5: El personaje de Yusuf Cama se viene arriba soltando un rollazo de telenovela sobre la familia y su lamentable y absurda sed de venganza contra un bebé, y sólo dan ganas de decirle: Que te calles ya, hombre.
6: La escena del intercambio de bebés: Aceptamos que la señora enana se hace pasar por su abuela, y tiene cada nieto de un color y que nadie se preocupa por dar una explicación para que tenga sentido. Pero la fiesta sigue con un intercambio extrañamente forzado, en el que se cambia a un bebé mago con, otro bebé que, oh casualidad del destino, resulta ser mago también. Y, como colofón, a la otra familia el churumbel se les resbala de las manos y cae al mar de cabeza.
Conocí a un vagabundo con problemas mentales que resolvía mejor sus historietas.
7: Le dan mucha importancia al desconocido linaje familiar de Credence. ¿Será un Black? ¿Será un Potter? Pues no, según Grindelwald es un Dumbledore. Y, además, uno desconocido, ya que por mucho que se haya escrito sobre las aventuras y desventuras de los Dumbledore en el pasado y futuro, del tal Aurelius Dumbledore nadie dijo nunca nada. Esto solo se puede solucionar decentemente, siendo una mentira de Grindelwald para manipular al frágil Credence. Este último, aprovecha el impacto de la revelación para despedir la escena y la película gritando como un macaco, mientras realiza un hechizo que destroza la cristalera de la casa y tumba media montaña. Por lo visto, triunfó la idea de terminar el film con un poco más de magia de fiestas del pueblo. La de los hechizos grandilocuentes, cohetes y rayos de colorines.
Pues bien, yo echo de menos el otro tipo de magia, la de verdad. La que a tantos nos conquistó años atrás.
2: Aparece un personaje difícilmente reconocible, y el Albus Dumbledore con entradas, la llama por el apellido McGonagall con el único objetivo de que los seguidores se alegren de oír otro nombre conocido...aunque con un rostro desconocido y un comportamiento distinto al personaje original. Y sobre las entradas de Dumbledore; ¿alguien me explica cómo se acaban transformando con la edad en una tremenda cabellera plateada? Por arte de magia, supongo. ¿O posteriormente viajó con la ayuda de los polvos flu a Turquía? Aiins, cuantas dudas sin resolver.
3: El origen de Nagini, la fiel serpiente de Voldemort. Es una coreana que está en un circo. ¿Qué le pasará para ser, en un futuro, una serpiente sin atisbo de humanidad? Pues tranquilos, que aquí se soluciona todo pronto y fácil. Llega el tipo que manda en el circo y dice gritando: "¡¡ESTA CHICA TIENE UNA MALDICIÓN Y SE TRANSFORMA EN SERPIENTE. SE QUEDARÁ ASÍ Y NO PODRÁ VOLVER A TRANSFORMARSE!!". Y ya está, así de sencillo, un aplauso. Me recordó al truco que nos contaba el personaje de Xena en Los Simpsons para solucionar cualquier error de guion: "Siempre que vean una cosa así, lo hizo un mago".
4: En las pocas, pero muy esperadas, escenas en nuestra escuela favorita de magia y hechicería, me quedo frío. No veo a niños ilusionados que me hagan querer formar parte de ese ambiente tan reconocido y entrañable. Simplemente veo a críos tocapelotas con su uniforme paseando y haciendo chorradas por los pasillos.
Aunque te disfraces de He-Man, no eres He-Man. Eres un cutre con taparrabos y peluca rubia. No es lo mismo.
5: El personaje de Yusuf Cama se viene arriba soltando un rollazo de telenovela sobre la familia y su lamentable y absurda sed de venganza contra un bebé, y sólo dan ganas de decirle: Que te calles ya, hombre.
6: La escena del intercambio de bebés: Aceptamos que la señora enana se hace pasar por su abuela, y tiene cada nieto de un color y que nadie se preocupa por dar una explicación para que tenga sentido. Pero la fiesta sigue con un intercambio extrañamente forzado, en el que se cambia a un bebé mago con, otro bebé que, oh casualidad del destino, resulta ser mago también. Y, como colofón, a la otra familia el churumbel se les resbala de las manos y cae al mar de cabeza.
Conocí a un vagabundo con problemas mentales que resolvía mejor sus historietas.
7: Le dan mucha importancia al desconocido linaje familiar de Credence. ¿Será un Black? ¿Será un Potter? Pues no, según Grindelwald es un Dumbledore. Y, además, uno desconocido, ya que por mucho que se haya escrito sobre las aventuras y desventuras de los Dumbledore en el pasado y futuro, del tal Aurelius Dumbledore nadie dijo nunca nada. Esto solo se puede solucionar decentemente, siendo una mentira de Grindelwald para manipular al frágil Credence. Este último, aprovecha el impacto de la revelación para despedir la escena y la película gritando como un macaco, mientras realiza un hechizo que destroza la cristalera de la casa y tumba media montaña. Por lo visto, triunfó la idea de terminar el film con un poco más de magia de fiestas del pueblo. La de los hechizos grandilocuentes, cohetes y rayos de colorines.
Pues bien, yo echo de menos el otro tipo de magia, la de verdad. La que a tantos nos conquistó años atrás.
6 de julio de 2021
6 de julio de 2021
34 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca le estaré suficientemente agradecido a R.L. Stine, o como me gusta llamarlo; mi abuelo no biológico, por todo lo que hizo por los niños de los 90, que crecimos enganchados a sus libros de Pesadillas y a su respectiva serie televisiva.
Hace unos años llegó la adaptación cinematográfica de Pesadillas, que homenajeaba la saga en un par de entregas. El plan era hacer una tercera entrega, pero debido al poco éxito de la segunda cinta, el proyecto quedó aparcado.
Esta vez nos llega una nueva trilogía inspirada en sus libros de Fear Street (La Calle del Terror). Esta primera parte se sitúa en los años 90, aunque únicamente en la corteza, ya que su contenido es visiblemente actual por mucho que se quiera tapar con tendencias noventeras. Este problema se manifiesta en muchos aspectos:
-Un soundtrack glorioso (White Zombie, Soundgarden, etc), pero mal aprovechado, colocado como si se tratase de una lista de canciones de spotify que van siendo cambiadas bruscamente cada veinte segundos.
-Personajes que por mucho que vistan con camisetas de bandas clásicas de rock o metal, o se pinten las uñas de negro, son totalmente 2021.
-Aunque se basa en los libros de R.L. Stine, está ejecutada de tal manera que, el sello personal de R.L. Stine brilla por su ausencia, y esto es lo que más me fastidia.
-Su introducción homenajea a Scream, pero en piloto automático, sin atreverse a correr ningún riesgo. Básicamente se limita a repetir, con prisa, varios icónicos planos de la persecución de Ghostface y Casey Becker. Desgraciadamente, en ningún momento consigue crear la atmosfera ni la tensión que poseía la escena rodada por Wes Craven.
Pese a todo esto, y a que el resultado final está más visto que el tebeo, es una cinta bastante entretenida y, ¡qué diablos!, es un slasher que se encuentra ligeramente por encima de la media actual, va de menos a más, suma puntos gracias un par de muertes disfrutables y cuenta con un joven reparto con química que trabaja muy bien.
Tampoco veo necesario pegarle caña de más al producto, dudo que nadie viniera esperando encontrarse un film de Tarkovski. La segunda parte, con un poco de suerte, puede que añada algo de valor a esta 1994...veremos que tal se mueve Leigh Janiak por el terreno de los campamentos mortales.
Hace unos años llegó la adaptación cinematográfica de Pesadillas, que homenajeaba la saga en un par de entregas. El plan era hacer una tercera entrega, pero debido al poco éxito de la segunda cinta, el proyecto quedó aparcado.
Esta vez nos llega una nueva trilogía inspirada en sus libros de Fear Street (La Calle del Terror). Esta primera parte se sitúa en los años 90, aunque únicamente en la corteza, ya que su contenido es visiblemente actual por mucho que se quiera tapar con tendencias noventeras. Este problema se manifiesta en muchos aspectos:
-Un soundtrack glorioso (White Zombie, Soundgarden, etc), pero mal aprovechado, colocado como si se tratase de una lista de canciones de spotify que van siendo cambiadas bruscamente cada veinte segundos.
-Personajes que por mucho que vistan con camisetas de bandas clásicas de rock o metal, o se pinten las uñas de negro, son totalmente 2021.
-Aunque se basa en los libros de R.L. Stine, está ejecutada de tal manera que, el sello personal de R.L. Stine brilla por su ausencia, y esto es lo que más me fastidia.
-Su introducción homenajea a Scream, pero en piloto automático, sin atreverse a correr ningún riesgo. Básicamente se limita a repetir, con prisa, varios icónicos planos de la persecución de Ghostface y Casey Becker. Desgraciadamente, en ningún momento consigue crear la atmosfera ni la tensión que poseía la escena rodada por Wes Craven.
Pese a todo esto, y a que el resultado final está más visto que el tebeo, es una cinta bastante entretenida y, ¡qué diablos!, es un slasher que se encuentra ligeramente por encima de la media actual, va de menos a más, suma puntos gracias un par de muertes disfrutables y cuenta con un joven reparto con química que trabaja muy bien.
Tampoco veo necesario pegarle caña de más al producto, dudo que nadie viniera esperando encontrarse un film de Tarkovski. La segunda parte, con un poco de suerte, puede que añada algo de valor a esta 1994...veremos que tal se mueve Leigh Janiak por el terreno de los campamentos mortales.
5
28 de septiembre de 2019
28 de septiembre de 2019
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con curiosidad, pero pocas o ninguna expectativa me dispuse a ver esta serie. Sigo sin entender porque cancelaron la anterior sin antes cerrarla, habiendo tenido la oportunidad perfecta con el capítulo doble especial de Halloween, el cual no sólo fue desperdiciado, sino que fue una ruina completamente innecesaria.
Scream: Resurrection empieza de manera bastante lamentable, con la peor escena inicial que haya tenido cualquier entrega relacionada con Scream. Ningún tipo de ingenio, gracia u originalidad.
Después te van presentando a los personajes y la cosa no es que mejore mucho, porque son copias de los de siempre pero sin alma, y que encima tienen los santos ovarios de hablar sobre tópicos y de cómo el reboot cambia las reglas. Ésa es una de las perlas que repiten de vez en cuando durante la función, para recordarnos que tiene que haber mínimo un Randy Meeks en el grupo. En este caso, las difusas "Randys" tienen sus frasecillas de expertas en cine de terror, que definiré con las mismas palabras que he utilizado para describir la introducción: ningún tipo de ingenio, gracia u originalidad. También podría describir así gran parte del nudo y especialmente el desenlace de esta miniserie.
Un guion que parece un borrador falto de un par de revisiones, actores que recitan frases sin saber muy bien que están diciendo, dirección rutinaria de manual, y un final para ponerse las manos en la cara y no apartarlas de ahí jamás.
Podría ser una entrega fallida de la falsa franquicia Stab, presentadas en las Scream originales cómo secuelas y remakes disparatados de la franquicia creada por Kevin Williamson.
Lo mejor: Los diez segundos de Ghostface vs Candyman, las llamadas con la voz de Roger L. Jackson que te hacen creer que esto de Scream podría tener algo más que el nombre, Tony Todd interpretando su historia, pese a que es una historia completamente absurda y que, al menos en cuanto a entretenimiento, va in crescendo.
Lo peor: Todo lo demás, y especialmente que sea más comparable con otros slashers de tercera fila que con las películas a las que pretende homenajear. En zona spoilers comentaré un par de horrores.
Le pongo un 5, que debería ser un 4, pero es la nota que le pondría a cualquier otro slasher regulero con otra máscara y otro nombre. Roger L. Jackson y Tony Todd no merecían un resultado final así, pobrecillos.
Scream: Resurrection empieza de manera bastante lamentable, con la peor escena inicial que haya tenido cualquier entrega relacionada con Scream. Ningún tipo de ingenio, gracia u originalidad.
Después te van presentando a los personajes y la cosa no es que mejore mucho, porque son copias de los de siempre pero sin alma, y que encima tienen los santos ovarios de hablar sobre tópicos y de cómo el reboot cambia las reglas. Ésa es una de las perlas que repiten de vez en cuando durante la función, para recordarnos que tiene que haber mínimo un Randy Meeks en el grupo. En este caso, las difusas "Randys" tienen sus frasecillas de expertas en cine de terror, que definiré con las mismas palabras que he utilizado para describir la introducción: ningún tipo de ingenio, gracia u originalidad. También podría describir así gran parte del nudo y especialmente el desenlace de esta miniserie.
Un guion que parece un borrador falto de un par de revisiones, actores que recitan frases sin saber muy bien que están diciendo, dirección rutinaria de manual, y un final para ponerse las manos en la cara y no apartarlas de ahí jamás.
Podría ser una entrega fallida de la falsa franquicia Stab, presentadas en las Scream originales cómo secuelas y remakes disparatados de la franquicia creada por Kevin Williamson.
Lo mejor: Los diez segundos de Ghostface vs Candyman, las llamadas con la voz de Roger L. Jackson que te hacen creer que esto de Scream podría tener algo más que el nombre, Tony Todd interpretando su historia, pese a que es una historia completamente absurda y que, al menos en cuanto a entretenimiento, va in crescendo.
Lo peor: Todo lo demás, y especialmente que sea más comparable con otros slashers de tercera fila que con las películas a las que pretende homenajear. En zona spoilers comentaré un par de horrores.
Le pongo un 5, que debería ser un 4, pero es la nota que le pondría a cualquier otro slasher regulero con otra máscara y otro nombre. Roger L. Jackson y Tony Todd no merecían un resultado final así, pobrecillos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me paso toda la serie pensando: que Ghostface no sea el gangsta, porfavor. Por supuesto Diosito no me escuchó y me regalaron la revelación más triste de un Ghostface jamás vista en pantalla. Y mira que el anterior tv show, que al menos estaba mejor escrito y dirigido, ya tenía un par de revelaciones que quitaban el hipo para mal.
El momento es este: El personaje gangsta está por ahí apuñalado, y su medio hermano le dice: "Tú eres Ghostface!". ¿Y qué hace el tío? Mueve un poco la cabeza en plan "yeah, bro". Y ya está. Sublime. A continuación, Gangstaface empieza a soltarle la típica chapa explicativa cutre de turno y, para que esta maravilla no decaiga y la puedas entender por muy imbécil que seas, te ponen un flashback mostrándote sus asesinatos. En el flashback vemos que cada vez que se carga a alguien se quita la máscara, por si con el discurso y su interpretación no le ha quedado claro todavía al espectador que es él el psycho killer. Para coronarse, uno de los lugares dónde se desenmascara, un segundo después de matar a alguien, es nada más y nada menos que una discoteca hasta la bandera de gente. GENIUS.
Después llega la segunda revelación, que después de la del Ghostface muthafucka parece que sea casi decente y todo, en parte también a que la situación y el personaje son defendidos por una de las pocas actrices que se salva del reparto. Pero claro, se tira dos años contándote sus lamentables motivos y ya sólo quieres que esto termine pronto, porque ni Meryl Streep salvaría ese texto.
Para terminar una referencia/homenaje/parodia/vergüenza ajena a la película original seguida de una escena de playa y todos a dormir.
El momento es este: El personaje gangsta está por ahí apuñalado, y su medio hermano le dice: "Tú eres Ghostface!". ¿Y qué hace el tío? Mueve un poco la cabeza en plan "yeah, bro". Y ya está. Sublime. A continuación, Gangstaface empieza a soltarle la típica chapa explicativa cutre de turno y, para que esta maravilla no decaiga y la puedas entender por muy imbécil que seas, te ponen un flashback mostrándote sus asesinatos. En el flashback vemos que cada vez que se carga a alguien se quita la máscara, por si con el discurso y su interpretación no le ha quedado claro todavía al espectador que es él el psycho killer. Para coronarse, uno de los lugares dónde se desenmascara, un segundo después de matar a alguien, es nada más y nada menos que una discoteca hasta la bandera de gente. GENIUS.
Después llega la segunda revelación, que después de la del Ghostface muthafucka parece que sea casi decente y todo, en parte también a que la situación y el personaje son defendidos por una de las pocas actrices que se salva del reparto. Pero claro, se tira dos años contándote sus lamentables motivos y ya sólo quieres que esto termine pronto, porque ni Meryl Streep salvaría ese texto.
Para terminar una referencia/homenaje/parodia/vergüenza ajena a la película original seguida de una escena de playa y todos a dormir.
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