Vi el primero y no pude seguir. Autentica bazofia española, bueno una coproducción similar a aquellas del spaghetti-western italiano de la década de los 70. Falta de rigor histórico. Solo tiene medio bueno la dirección de Simon West, que como era de esperar parece mentira que temas históricos tan abundantes y sobresalientes de nuestra historia tengan que ser visto por directores extranjeros. Aunque no me extraña con los directores actuales que tenemos en nuestro país. Veinte millones de euros de presupuesto tirados, bueno no, alguien se los habrá llevado bien calentitos, para elaborar un producto carente de calidad y rigor histórico, con numerosos fallos.

Como para niños de 3 a 8 años. Se salva del cero, gracias al elenco de actores que han participado, aunque ha sido decepcionante ver a un Russell Crowe con un aspecto tan decadente. Se han empeñado en meternos con calzador la parte femenina de cada héroe de la factoría Marvel, y para los que devorábamos todos estos cómics en las tardes (siestas) de verano, con treinta grados en casa, sin aire acondicionado, y con un frigorífico de hielo y un botijo, pues no nos mola. En fin, falta imaginación para crear nuevos héroes que lleguen a las nuevas generaciones. Dar la vuelta, cambiar la realidad creada, es hacer trampas.

La película en la línea de su productora Neflix. En caída libre. Sin tanta retórica, ni adjetivo, ni análisis crítico complejo, la película sólo vale para pasar un rato comiendo palomitas, y bebiendo bebidas eructosas. Trama repetitiva hasta la saciedad. Agentes supuestamente incógnitos, agencia de inteligencia dirigida con oscuras intenciones, para conseguir poder, etc. Y la trama argumental........uffff. No deja de ser una mala copia, una mala sátira, de cualquier película de la saga de Jason Bourne. Hasta los efectos especiales son malos. Una decepción total. Como no cambie Netflix, va por mal camino con este tipo de películas, de la que sólo se salva hasta ahora Tyler Rake.