Haz click aquí para copiar la URL
España España · madrid
You must be a loged user to know your affinity with borx
Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
4
27 de marzo de 2011
65 de 95 usuarios han encontrado esta crítica útil
Zack Snyder me gusta. Lo digo sin el mas mínimo problema, me gusta y mucho. Me encantó "el amanecer de los muertos", disfruté como un crío de "300", me enamoré de "Watchmen" y hasta pase un buen rato con "Ga´Hoole". Pero en Sucker Punch he tenido un problema. Casi me quedo dormido, y no precisamente porque tuviera mucho sueño. La absoluta e incontestable carencia de una mínimamente trabajada, o al menos bien hilada historia, hace de este espectáculo visual eso, un espectáculo visual. No tiene más. No sé si pretende mas. Pero es la primera vez que al acabar de ver una peli de Snyder, salgo del cine defraudado, sin nisiquiera ganas de hablar de la película. La cinta avanza sin más, sin dar ningún por qué. No es más que una masiva acumulación de escenas de acción, entrelazadas con escenas de acción sin acción, con pobres diálogos, muy simples, demasiado vacíos. Los personajes hablan y no dicen nada. No hay ningun trabajo de personajes, ni siquiera sabemos porque hacen lo que hacen. Y si creemos que lo sabemos, el "por qué" no tiene sentido. Lo peor de todo es que me gusta casi siempre este tipo de películas, pero "Sucker Punch" no. No me ha gustado y sé que no volveré a verla. Snyder por favor, pide a alguien que sepa que te escriba el guión, o al menos que lo supervise para que no te deje hacer este tipo de mediocridades que no hacen mas que engrandecer las bocas de quellos que aborrecen tu trabajo. Y si he puesto un cuatro de nota y no he puesto menos es por el ambiente visual, muy trabajado como siempre en las películas de Zack Snyder, pero insisto, no tiene más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y una cosa mas; hay que tratar de renovar un poquito las cosas, porque la peli repite mucho de mucho:
Empieza con los mismos planos del cementerio que pudimos ver en Watchmen. Hay un momento que no sabemos si es Sucker Punch o "El señor de los anillos", porque los orcos y los dragones...El tren con explosivos que llega a la cidudad creo que lo ví en Batman Begins, los robots del tren, no son los que salían en "Yo, robot". Y me acabo de dar cuenta de la similitud del robot que usa Amber con el de Avatar/Matrix... y muchas mas cosas, que ya citaré otro día.

Conclusión:
Si quereis verla, adelante, no puedo recomendar no verla. Solo pido que la gente vote con coherencia, entiendo que esta pelicula te guste, pero no entiendo que pueda tener un 10, si la historia hubiera sido buena y el guión coherente sin duda, pero no lo es, y lo siento mucho pero el que diga lo contrario no sabe que es una buena historia ni un buen diálogo. No sabe que es "cine".
19 de septiembre de 2011
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahmed es un joven kurdo de doce años, que junto a su abuela, también kurda, emprende un largo y dificultoso viaje atravesando un Irak marcado por un clima posbélico, dónde la hostilidad está a la orden del día y cuesta encontrar alguna dosis de solidaridad. Un sinuoso recorrido con un objetivo claro. Para el crío, encontrar a su padre. Para la abuela, volver a ver a su hijo.
Al Daradji se ha acercado mucho al fango, pero lo ha pisado con seguridad, sin mancharse demasiado. Se ha ceñido a muchas de las pautas básicas del género y cuando ha pretendido alejarse, ha mantenido siempre una distancia de seguridad. Quiere agradar a todos los posibles, procurando no salpicar más de la cuenta. Necesita un poco más mordiente y tocar las narices al personal. Nos muestra un poco la ocupación norteamericana, a través de ciertos quehaceres y algunas funciones que desempeñan sus soldados profesionales. Pero pudiendo hacer cierta crítica a la situación, llevando algunos hechos a puntos más radicales, se contenta simplemente con mostrarlo de manera fugaz y ciertamente vacía, sin que podamos apenas hacernos una idea de la nueva situación del país, sólo una vaga sensación del control que tienen los yanquis. Supongo que si hubiera deseado mostrar un mensaje contundente, habría arriesgado más, con un tono más hiriente y porque no decirlo, más realista. Pero decide mantener cierta compostura, para muchos respetable. Haciendo así, que sea mayor número de público el que pueda quedar satisfecho.
Volviendo a la senda de las pautas genéricas, sobre las que Al Daraji se mueve con soltura. Cabe decir que recurre a patrones cómo la abundancia de travellings y planos de paisajes. Mediante los que si consigue llevarnos con cierta habilidad hacia los áridos desiertos iraquíes. Unos son más desoladores, otros emanan cierto optimismo. En alguno en concreto se llega a ver el oasis en medio del desierto, un lugar de anhelo por tiempos de paz y seguridad. Tampoco podían faltar algunos memorables acompañantes eventuales, que sin tener una extensa duración en pantalla, pueden decir tanto o más que los protagonistas. Aunque bien cierto es que podría haber sacado más partido de la relación de la abuela de Ahmed con alguno de los secundarios. Sobre todo con el ex soldado, que meditabundo y pesaroso, intenta subsanar sus errores del pasado. Pero desde luego no es amargo el sabor que dejan.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Debo recalcar cómo consigue con destreza que logres una gran familiaridad con Ahmed, el protagonista, que a pesar de su corta edad, se pasea por un Irak devastado en compañía de su abuela sin atemorizarse por nada. Mientras que aquí, muchos de los chavales de su edad juegan a la PSP y apenas corren por los parques, allí recorren mil kilómetros sin mayor entretenimiento que una flauta y una chaqueta. Tampoco digo que haya que llevar a los chavales con siete años a la mili, pero el proteccionismo occidental está dejando las mentes anestesiadas. Y Ahmed, que vive con bastante despreocupación la situación, nos permite por momentos mantener un halo esperanzador. Porque para él, lo complicado es encontrar a su padre, nada más. Y es como afronta el viaje, con una inocente ilusión, jugueteando con la flauta que perteneció a su padre. Que le transporta por momentos a lugares de calma y alegría. Situaciones de sosiego que no hacen más que aclarar el oscuro entorno que les rodea. Del que Ahmed se mantiene al margen, pero no su abuela. Ella si es consciente de la tozuda realidad, y asume las posibles consecuencias con sobriedad y firmeza. Un trabajado contraste que marca el desarrollo de los acontecimientos, cimentado en dos generaciones muy distintas. Una, la de la abuela, basada en la añoranza del pasado y la resignación por agotamiento. Mientras la de Ahmed, se mantiene con hambre de futuro, de cimentar las nuevas bases y afrontar con euforia todo lo que venga por delante. Personas de la valentía de Ahmed y su abuela, se merecen un olé, al menos de mi parte.
13 de septiembre de 2009 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debo reconocer que la película no está mal. El problema lo tuve en cuanto salí del cine, pues la verdad salí disgustado. Ya recuperado del final, y analizandola poco a poco en la cabeza me doy cuenta de que las dos primeras partes de la película me gustaron y bastante. El problema es la tercera parte, deja mucho que desear, y no precisamente porque los efectos especiales estén mal hechos, no ni mucho menos. Se trata del hilo argumental que toma la película en esa última parte, absolutamente predecilbe, y que conociendo ya la película sabes por donde van a salir en todo momento. Y eso amigos míos es un problema, porque lo peor es dejar un mal sabor de boca en el final y de ahí la pésima impresión que tuve al final. En resumen un 6 porque me gusto mucho al principio y me mataron al final. Gracias por leerlo y un saludo.
3 de abril de 2011 3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a jugar, no a cualquier cosa, sino que vamos a jugar a un juego fácil, de niños. Todos nos divertiremos y lo pasaremos bien. No hay problemas, no hay preocupaciones. Tenemos 12 años y lo que hagamos no importa. Quizás lo más grave sea un castigo del director, tal vez unos azotes. Además nuestro padre acaba de morir y sabemos que nuestra madre nos consentirá prácticamente cualquier cosa. Nos quiere y sabe por lo que estamos pasando.
Eso es lo que nos propone Shane Medows jugar a un juego. Y nos lo plantea bien, con su libro de instrucciones e incluso un ayudante para que no nos perdamos. Como si tuviéramos 12 años. Primero nos da buenas pistas para saber de qué va la cosa, para que nos entretengamos y nos hagamos con la idiosincrasia del juego. Quiere que queramos jugar más. Los personajes que conocemos al principio nos caen bien, podemos sentirnos incluso a gusto con ellos, es más, son buena gente, a su manera, pero buena gente. Digamos que nos permiten avanzar hacia la siguiente casilla. Esta nueva casilla empieza a tambalearse. No precisamente porque el juego se esté deteriorando, sino porque se vuelve mucho más complejo. Es más empiezo a pensar que no es un juego. Ahora estoy atrapado.
Medows ya te tiene, y de ahora en adelante no nos queda más que seguir avanzando hasta el final, lo bueno es que no lo haremos solos. Aunque no tenemos muy claro que nuestra compañía sea de fiar. Lo malo es la primera parada, sólo esa parada, es donde nos perdemos. Porque Medows quiere inmiscuirte en los entresijos del movimiento nacionalista inglés. Pero creo que no lo consigue. El discurso es efectista pero de poca lucidez, y es que el que más vítores produce es un “gordo retrasado”. No me lo acabo de creer, aunque creo que no podía faltar, eso sí, de otra manera. Además me parece necesario, pues hemos llegado al punto donde todo gira alrededor de una bandera, la de “England”. Pero salvando el obstáculo recuperamos el buen sentido. Y Medows nos devuelve las riendas para llegar a la última prueba del juego, aquella donde la lección toma los carices más interesantes y dónde de verdad descubrimos si queremos jugar más o no. Es cuando la cosa se pone seria de verdad. Y Medows sigue dominando el espectáculo, tampoco es que a partir de aquí todas las situaciones sean memorables, pero alguna que otra es bastante hiriente, justo lo que creo que pretende. Y en concreto una de ellas es muy hábil, te deja clavado en la butaca. Muy bien contada y muy bien representada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Muy probablemente la película sea para mayores de 18 años. Mal hecho. Debería ser por lo menos para mayores de 12. Esa extraña edad, en la que dejas de ser pequeño. Pero ni mucho menos eres todavía mayor. Comienzas a probar cosas, experimentar. Y esto puede ser una buena lección.
Destacable actuación de Thomas Turgoose (Shaun) y Stephen Graham (Combo). Ambos resultan bastante creíbles, en la línea de la película, que sin duda te la crees.
Inglaterra es fría y sombría, y eso parece en todo momento. Quizás estén en un pueblo o incluso en la periferia de alguna gran ciudad. Lo único relevante es que sea costera.
Además resulta hasta agradable el acompañamiento de grupos jamaicanos como Toots & The Maytals. Queda muy bien en la introducción y muy bien en la conclusión, y además no desentona en el desarrollo. Es música real, la que escuchaban los rude-boys (jamaicanos) y que adoptaron los mods (británicos).
Y cuando acabamos el juego, nos quedamos pensativos. Reflexionando sobre lo que acabamos de ver. Algunos habrán aprendido algo, otros se quedaran con lo divertido que es la estética del skinhead y lo bien que está representada. Incluso alguno pensará: esto es lo de siempre, nada nuevo.
3 de abril de 2011 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para hablar de “Once”, creo que debemos hacerlo empezando por mencionar la calidad musical que rebosa la obra. Debo decir que mientras escribo esto, escucho con atención la deliciosa banda sonora. Y algunas de las estrofas que oigo me evocan escenas interesantes, un collage de la película. Como si de alguna manera la estuviera viendo otra vez.
¿Qué quiero decir con esto? me explico: en mi opinión John Cerny ha hecho una película para todos los amantes de la música, para los simpatizantes o simplemente para todos aquellos que en algún momento hayan sentido algo especial con la música. Porque ese es el propósito. La música. Y es a través de ella como se cuenta la historia.
Al principio cuando el músico se encuentra en la calle, esta siempre rodeado de escaparates. Pues eso me parece todo, un escaparate, una ventana a la música y a su entorno. El guión es simple, pero en el buen sentido de la palabra. Está escrito sin excesos y con cariño. Está pensado para rodear la maravillosa atmósfera musical de la película. La riqueza literaria reside en los versos de las canciones, que de manera metafórica, aunque a veces directa, nos cuenta la historia, lo que de verdad sienten los personajes o lo que han sentido. No vemos intensas conversaciones hablando de sentimientos o de estados de ánimo. Simplemente porque ya queda expresado en las canciones.
Desde el comienzo, desde el primer plano, ya nos sentimos como lo haremos en casi toda la película. Como espías del momento. La selección de planos y los encuadres nos mantienen metidos en la vida de los personajes como si estuviéramos allí mismo. Te hacen sentir uno más en las situaciones. Te mantiene cerca en los espacios cerrados, y entre el tumulto (eso sí, siempre observando) en los espacios más abiertos. En algunos momentos pensaba que me iban a decir algo alguno de los actores. Se debe tener cuidado con esto, porque a más de uno en vez de meterle, lo que puede hacer es sacarle por completo de la película.
Quizás algún pero. Como por ejemplo lo trágico en el desarrollo, no se el motivo, pero algo me llevaba a pensar en todo momento que algo desgraciado iba a pasar, ya fuera un accidente o una muerte natural de alguien. Y por tanto me hacia permanecer en cierto estado de tensión y de alerta para no coger demasiado cariño a ninguno de los personajes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para dar algo de caña al reparto. Primero Glen Hansard, el cantante, que se mueve como pez en el agua. Se encuentra muy a gusto en su papel de músico callejero despechado, siempre con la guitarra a la espalda. Quizás lo fue. En las apariciones más dramáticas no es que borde el papel, pero digamos que tampoco hace el ridículo. Y en los momentos musicales se crece. Se viene arriba, muy arriba. A Markéta Irglová, la pianista, le cuesta más. No se la ve tan cómoda. Creo que abusa demasiado de la sonrisita de pillina. Pero al igual que él, se desenvuelve con soltura en las partes musicales. Básicamente se nota que primero son músicos y luego actores. El resto del reparto cumple sin desentonar.
Cayendo lentamente (literal traducción de “Falling Slowly”, canción que obtuvo el oscar en 2008 a mejor canción original) hacia el final, no solo del texto si no también de la película, nos quedamos sobre todo con los momentos musicales, cada uno casi mejor que el anterior. Y al final viendo el piano en casa de ella, no nos queda otra que seguir escuchando la canción que viene con los créditos. Manteniendo en nuestra cara una extraña y bobalicona sonrisa acompañada de una buena sensación. En definitiva: una grata sorpresa, una película que te llega al corazón, que te conquista, cine del bueno.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para