La serie engancha en el primer capítulo porque mezcla lo mejor del sur de los Estados Unidos con fenómenos paranormales que dejan al espectador con la intriga. Pero a partir del segundo capítulo, una vez que has sido enganchado, empiezan a salir escenas ideológicamente metidas con calzador diseñadas con bisturí, como suele suceder en las plataformas en streaming. Y si eres de ver series en familia con niños y eres de espíritu conservador, podrías sentirte molesto con determinadas escenas homosexuales de algunos de sus protagonistas.