Si no fuese por el buen trabajo de Emma Stone esta película debería destruirse; y eso que todos los actores principales son de primera fila. La dirección es pésima.
Los efectos digitales están bastante bien hechos. El guion parte de una premisa muy buena y la historia como tal es bastante interesante, pero los diálogos y los caminos que escogen los personajes son de primero de escritura (aunque hay un par de partes interesantes).
En resumen, para ver esta película vas a tener que aplicar muy fuerte la suspensión de la incredulidad; y eso no te va a permitir siquiera disfrutarla, sólo verla.

Podemos estar de acuerdo en que Tolkien sea uno de los mejores escritores anglosajones (al menos desde después del año 2000), o en que su vida haya tenido altibajos (como la de todo el mundo). Ahora bien, inventar una sarta de tramas inconexas que solo sirven de justificación para mostrar paralelismos y simbolismos de "El señor de los anillos", por ahí ya no paso.
Seguramente se gastaron todo el presupuesto en fotografía, VFX y ambientación y no les quedó suficiente para escribir un guion mínimamente aceptable ni para pagar un director capaz con los actores. Los productores se merecen el batacazo en taquilla.

Esta película carece de un guion bueno, de una fotografía genial, y de casi cualquier otra cosa habitualmente necesaria. Pero Jim Carrey se come la pantalla hasta el punto de ser el único motivo por el que merece la pena ser vista.

Es una película más de este estilo: Manolo cantando y enamorando a una muchacha, y todo el mundo riéndole las gracias al bueno de Manolo. Si te gustan, bien; si no te gustan, mala suerte.
Aún así, los primeros cinco minutos, la introducción de la película, hecha en un estilo NoDo, es uno de los alegatos antiturismo más ingeniosamente ejecutados que se hayan podido rodar, evitando una censura que no iba a tolerar que se hablase mal en modo alguno del turismo ya que estaba apostando fuerte por el crecimiento del sector.

Esta película no puede compararse ni con American Pie, ni Supersalidos, ni Superempollonas, ni similares porque la edad de los personajes (y por tanto el momento vital) es completamente distinto; sí, en todas hay cambio y evolución por parte de algún personaje, pero no es lo mismo entrar al instituto que a la universidad. Realmente, la historia es muy sencilla y funciona, y además rompe algunos moldes. Las tramas secundarias están bien hechas, y me gusta mucho que las hayan escrito desde el buen gusto y la inocencia.

Los personajes importantes son interesantes y están todo lo bien construidos que permite una película de 80 minutos con un elenco grupal. Además, transmiten buenas sensaciones y son capaces de engancharte; esto lo achaco a que el actor principal tiene nariz de gato.

La película parte de la base del "chavales, hay que conseguir mujeres", un personaje lo quiere hacer a través del respeto, otro a través de la trampa, y otros se perciben inmaduros. Nadie se pasa de machito ni de blando, está todo en su justa medida, perfectamente adaptado al punto medio que esta época admite.

Para mí es un 7 de manual, porque está bien como para plantearme volver a verla, pero no sé si lo llegaré a hacer.