Soporíferas tres horas de película mal planteada desde el principio.
Ni un solo personaje bien perfilado y creíble. Son sólo robots verborreicos al servicio de un no-guion.
El papel del protagonista, vacilante y sin una línea de pensamiento definida. Continuas elipsis que te hacen perder que hilo, sólo tiene continuidad por una mareante música de fondo que no para, como si cada segundo fuera climático y hubiera que prestar mucha atención a tanta información, la cual, por otro lado es caótica y está mal dosificada.
Da la impresión de que esta película está dirigida a un público que conoce de toda la vida la obra y milagros del pobre Oppenheimer y todos los entresijos de la física cuántica, con fugaces pero densas explicaciones que más que aclarar, lo que parecen hacer es embrollar más al espectador.
No sé si me dejo algo...
Infumable.