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3
24 de julio de 2020
24 de julio de 2020
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como me encantan los rollos medievales, pues voy y me pongo a ver la serie.
Esto va así, llega uno y le dice a otro:
- oye que he pensado en hacer una serie sobre el rey Arturo y todo eso, pero con mucha ficción
- pues pon a Arturo negro, que más ficción que eso...
- hala que idea! y Morgana también!
- y gay, Morgana negra y gay, y monja
- se te va la olla un poco no?
- hazme caso que si no van a decir que estamos haciendo más de lo mismo
- vale, necesitamos un Lancelot...
- pues se me ocurre que sea un monje tipo Silas en El Código da Vinci, pero que era originalmente un "hado"
- buena!! y los malos quienen son?
- los curas católicos fundamentalistas que van matando a las hadas, los faunos...
- bueno eso está bien, pero qué tiene que ver con Arturo y Lancelot?
- da igual, ya lo pensaremos. Lo que no tengo claro es quién puede ser Merlin
- ponemos a Gustaf Skarsgård que es un actor de la hostia y así le da un poco de calidad al asunto
- buena!, y quién es el protagonista?
- no se, cualquiera vale. Alguien irrelevante, que ya tenemos a Skarsgård
- ok
Y el resultado es una gran bazofia. Le pongo un 3 por pura generosidad.
Esto va así, llega uno y le dice a otro:
- oye que he pensado en hacer una serie sobre el rey Arturo y todo eso, pero con mucha ficción
- pues pon a Arturo negro, que más ficción que eso...
- hala que idea! y Morgana también!
- y gay, Morgana negra y gay, y monja
- se te va la olla un poco no?
- hazme caso que si no van a decir que estamos haciendo más de lo mismo
- vale, necesitamos un Lancelot...
- pues se me ocurre que sea un monje tipo Silas en El Código da Vinci, pero que era originalmente un "hado"
- buena!! y los malos quienen son?
- los curas católicos fundamentalistas que van matando a las hadas, los faunos...
- bueno eso está bien, pero qué tiene que ver con Arturo y Lancelot?
- da igual, ya lo pensaremos. Lo que no tengo claro es quién puede ser Merlin
- ponemos a Gustaf Skarsgård que es un actor de la hostia y así le da un poco de calidad al asunto
- buena!, y quién es el protagonista?
- no se, cualquiera vale. Alguien irrelevante, que ya tenemos a Skarsgård
- ok
Y el resultado es una gran bazofia. Le pongo un 3 por pura generosidad.
2
18 de mayo de 2021
18 de mayo de 2021
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los americanos se pueden llegar a poner muy pesados con los super héroes y los conflictos familiares. Pues esta serie va de las dos cosas, a capón. Un papá super héroe tipo soldado tarzán, simplón, grandullón, con su estricto sentido del deber y cerril concepción del bien y el mal; una mamá super heroína, de profesión mamá y super heroína; una hija que odia a su padre porque no le hacía caso de pequeña y como consecuencia es intestable y yonki... e irritante, insoportable,absurda... y superheroína; y un hijo cuyo modelo a seguir es papá y su único interés en la vida es conseguir su aprobación.
Muy predecible esto, ¿no?
Más predecible aún: el superhéroe don perfecto tiene un hermano que es... ¿adivinamos?...¡lo contrario!, como Caín y Abel, qué original. Eso sí, también super héroe.
A todo esto le añadimos que la serie tiene escenas lentas e infumables como un día sin pan, o los trajes de super héroe que parecen el Comando G, y ya te preguntas si esta serie es de coña a propósito.
Paso hasta de contar spoilers.
Muy predecible esto, ¿no?
Más predecible aún: el superhéroe don perfecto tiene un hermano que es... ¿adivinamos?...¡lo contrario!, como Caín y Abel, qué original. Eso sí, también super héroe.
A todo esto le añadimos que la serie tiene escenas lentas e infumables como un día sin pan, o los trajes de super héroe que parecen el Comando G, y ya te preguntas si esta serie es de coña a propósito.
Paso hasta de contar spoilers.
Serie

7,8
8.253
9
14 de noviembre de 2020
14 de noviembre de 2020
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La delgada línea entre tener una imaginación desbordante y ocurrencias bizarras ha sido y será siempre, está claro, la constante de David Lynch cuando le da por hacer experimentos de esos que hace (y sólo él hace) tan bien.
25 años después de su irrepetible Twin Peaks (en el que por cierto dirigió muy pocos capítulos, pero produjo la serie entera), y cuando pensábamos que atrás había dejado la juventud claustrofóbica de Eraserhead, nos devuelve un Twin Peaks segunda parte con altas dosis de revivals de su cine más incunable, que, para decepción de los fanáticos de Twin Peaks 1989, no se trata de una secuela con los mismos tintes, ritmos, historias personales y personajes simplemente más envejecidos, aunque Lynch habría sido capaz de hacer 25 años después una gloriosa obra maestra de esta guisa, sin demasiado esfuerzo y poniendo muy contentos a los fans de siempre, esos que hacen reuniones en North Bend disfrazados de los personajes, algunos rozando la obsesión. Muy americano esto.
El viejo Lynch que se las sabe todas, no ha querido arriesgarse a las odiosas comparaciones de las secuelas. O bien simplemente hacía tiempo que no hacía de las suyas y le parecía un buen momento y una buena excusa: su versión de lo que tiene que ser una "segunda parte".
Lynch lleva años y años haciendo lo que le da la gana y como le da la gana, mientras sesudos entendidos le intentan buscar tres pies al gato "Lynch quiere decir esto, lo otro..." no, cuando Lynch quiere decir lago lo dice bien clarito, como en The Straight Story. El resto del tiempo Lynch se lo pasa pipa haciendo experimentos sin control, sabiendo que además lo hace muy bien y nos va a tener enganchados a la pantalla.
¿Y qué esTwin Peaks 2017? voy al spoiler para quien quiera seguir leyendo...
25 años después de su irrepetible Twin Peaks (en el que por cierto dirigió muy pocos capítulos, pero produjo la serie entera), y cuando pensábamos que atrás había dejado la juventud claustrofóbica de Eraserhead, nos devuelve un Twin Peaks segunda parte con altas dosis de revivals de su cine más incunable, que, para decepción de los fanáticos de Twin Peaks 1989, no se trata de una secuela con los mismos tintes, ritmos, historias personales y personajes simplemente más envejecidos, aunque Lynch habría sido capaz de hacer 25 años después una gloriosa obra maestra de esta guisa, sin demasiado esfuerzo y poniendo muy contentos a los fans de siempre, esos que hacen reuniones en North Bend disfrazados de los personajes, algunos rozando la obsesión. Muy americano esto.
El viejo Lynch que se las sabe todas, no ha querido arriesgarse a las odiosas comparaciones de las secuelas. O bien simplemente hacía tiempo que no hacía de las suyas y le parecía un buen momento y una buena excusa: su versión de lo que tiene que ser una "segunda parte".
Lynch lleva años y años haciendo lo que le da la gana y como le da la gana, mientras sesudos entendidos le intentan buscar tres pies al gato "Lynch quiere decir esto, lo otro..." no, cuando Lynch quiere decir lago lo dice bien clarito, como en The Straight Story. El resto del tiempo Lynch se lo pasa pipa haciendo experimentos sin control, sabiendo que además lo hace muy bien y nos va a tener enganchados a la pantalla.
¿Y qué esTwin Peaks 2017? voy al spoiler para quien quiera seguir leyendo...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... cuando te esperas el glorioso retorno de gloriosos personajes como Leland Palmer, Jacobi o Ben Horne en los bosques de Seattle, va Lynch y te mete una señora rubia con un niño pequeño, que vive en Las Vegas y está casada con un tal Dougie que lleva una chaqueta verde y pelucón, quien resulta ser un doppelgänger de Cooper y desaparece en el salón de cortinas rojas delante del señor de un solo brazo para convertirse en una bola de oro; unos pseudomafiosos,los hermanos Mitchum, que son dueños de un casino van siempre acompañados de tres señoritas vestidas de rosa; otro doppelgänger de Cooper muy malo él, que se rodea de otros malos que son nada menos que Jennifer Jason Leigh y Tim Roth, y quieren matar a Dougie; otro agente que resulta ser nada menos que David Bowie; Diane es una persona de carne y hueso interpretado por Laura Dern; James el de la moto y con muchos años más se ha convertido en guarda de seguridad y tiene un compañero inglés que lleva un guante verde con el que da super puñetazos; David Lynch sigue siendo Gordon e investiga la desaparición del verdadero Coop, mientras ve fantasmas vestidos de leñadores que estrujan los sesos de la gente pero piden fuego para fumarse un pitillo antes...en fin, aburrimiento, ninguno.
Eso sí, creo que es necesario ver Twin Peaks 1989 para poder "entender" esta extrañísima segunda parte.
Eso sí, creo que es necesario ver Twin Peaks 1989 para poder "entender" esta extrañísima segunda parte.
9
6 de julio de 2020
6 de julio de 2020
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una serie buena, muy buena, y como tiene más virtudes que defectos, voy a empezar por lo segundo.
Surge muy apropiadamente cuando la casa real británica se ve salpicada por el caso Epstein en el que está envuelto nada menos que el príncipe Andrés “Randy Andy” para los ingleses, y, oh maravilla! en esta serie la reina de Inglaterra (que en vida real es una mujer más preocupada por sus perros que por sus propios hijos) es poco más o menos que una santa santísima, con alguna pequeña banalidad perdonable, que incluso aceptó la relación de Carlos y Camila defendiendo el true love por encima de todo.
Su marido el duque de Edimburgo (que en vida real le ha puesto más cuernos que pelos tiene en la cabeza) un tipo inteligentísimo y amante de la ciencia, con algún escarceo amoroso extramatrimonial, velado, muy velado… su hermana la princesa Margarita (que en vida real era una déspota, un ser insufrible y decadente que se bebía hasta el agua de los floreros) una hermosísima mujer, todo pasión, la personificación del AMOR con mayúsculas.
El marido de ésta Tony Armstrong-Jones (que en vida real era un adicto al sexo y le daba a todo lo que se movía) un pobre niño grande despreciado por su madre que nunca le quiso, causante de sus males.
Y así podemos seguir con el resto de personajes pero no quiero extenderme.
Oh! Curioso, la termporada 3 termina cuando Andrés de Inglaterra es todavía un niño. No han tenido narices a retratarle de adulto porque un tema como la pedofilia y afición a las jovencitas, muy jovencitas, no creo que haya manera de llevarlo a la pantalla sin que produzca estupor. Veremos qué pasa en la temporada 4.
Se admiten cuernos disimulados (Felipe de Edimburgo), se admiten cuernos bien visibles (Margarita, Tony Armstrong-Jones…) pero lo que no se admitiría de ninguna manera es la pedofilia. Está claro, no?
Y como no podría ser de otra manera, este lavado de cara, maravillosamente bien dirigido e interpretado eso sí, que no es otra cosa que un “salvemos a la monarquía británica porque su popularidad está como el culo”, tenía que presentar una imagen del “pobre” Carlos de Inglaterra muy distinta a la que teníamos (un tipo egoísta que se casó con una chiquilla de la que pasaba mucho, y le puso los cuernos desde el minuto uno de su matrimonio).
Así, Carlos es un perfecto hijo de su madre. Si ella roza la santidad, él le sigue de cerca. Es bueno, amable, comprensivo, nada rencoroso, y ama apasionadamente a Camila, contando con el beneplácito de su madre, porque según esta serie es la reina madre la que hace que se separen. Nada de esto fue así.
Y solamente un apunte técnico. No comprendo el cambio de actores para la tercera temporada. Las temporadas 1 y 2 cuentan la historia desde el matrimonio de Isabel y Felipe hasta que Carlos de Inglaterra tiene unos 10 años, con los mismos actores (una maravillosa Claire Foy -Isabel, una genial e irreverente Vanessa Kirby -Margarita, un fantástico Greg Wise haciendo de un Mountbatten jovial y lleno de energía…) para que la temporada 3, que transcurre 10 años después, nos cambie de actores porque igual consideraba que éstos eran demasiado jóvenes y lo de ponerles un poco de maquillaje y unas canas no se contemplaba… y nos tenemos que tragar a la petarda de Helena Bonham-Carter haciendo de una Margarita más borracha aún, de 39 años de edad que no se cree ni ella, a una Isabel, y lo siento por mi querida Olivia Colman, haciendo de una señora de 43 años pero con un aspecto de 55 años o más… pocos cambios físicos en las dos primeras temporadas con un lapso de 10 años, y el tercer lapso de 10 años tenemos actores que parecen 20 y 30 años mayores que 10 años antes. En fin, un descuido incompresible que salvan las impecables actuaciones de la mayoría de los actores de esta última temporada.
Surge muy apropiadamente cuando la casa real británica se ve salpicada por el caso Epstein en el que está envuelto nada menos que el príncipe Andrés “Randy Andy” para los ingleses, y, oh maravilla! en esta serie la reina de Inglaterra (que en vida real es una mujer más preocupada por sus perros que por sus propios hijos) es poco más o menos que una santa santísima, con alguna pequeña banalidad perdonable, que incluso aceptó la relación de Carlos y Camila defendiendo el true love por encima de todo.
Su marido el duque de Edimburgo (que en vida real le ha puesto más cuernos que pelos tiene en la cabeza) un tipo inteligentísimo y amante de la ciencia, con algún escarceo amoroso extramatrimonial, velado, muy velado… su hermana la princesa Margarita (que en vida real era una déspota, un ser insufrible y decadente que se bebía hasta el agua de los floreros) una hermosísima mujer, todo pasión, la personificación del AMOR con mayúsculas.
El marido de ésta Tony Armstrong-Jones (que en vida real era un adicto al sexo y le daba a todo lo que se movía) un pobre niño grande despreciado por su madre que nunca le quiso, causante de sus males.
Y así podemos seguir con el resto de personajes pero no quiero extenderme.
Oh! Curioso, la termporada 3 termina cuando Andrés de Inglaterra es todavía un niño. No han tenido narices a retratarle de adulto porque un tema como la pedofilia y afición a las jovencitas, muy jovencitas, no creo que haya manera de llevarlo a la pantalla sin que produzca estupor. Veremos qué pasa en la temporada 4.
Se admiten cuernos disimulados (Felipe de Edimburgo), se admiten cuernos bien visibles (Margarita, Tony Armstrong-Jones…) pero lo que no se admitiría de ninguna manera es la pedofilia. Está claro, no?
Y como no podría ser de otra manera, este lavado de cara, maravillosamente bien dirigido e interpretado eso sí, que no es otra cosa que un “salvemos a la monarquía británica porque su popularidad está como el culo”, tenía que presentar una imagen del “pobre” Carlos de Inglaterra muy distinta a la que teníamos (un tipo egoísta que se casó con una chiquilla de la que pasaba mucho, y le puso los cuernos desde el minuto uno de su matrimonio).
Así, Carlos es un perfecto hijo de su madre. Si ella roza la santidad, él le sigue de cerca. Es bueno, amable, comprensivo, nada rencoroso, y ama apasionadamente a Camila, contando con el beneplácito de su madre, porque según esta serie es la reina madre la que hace que se separen. Nada de esto fue así.
Y solamente un apunte técnico. No comprendo el cambio de actores para la tercera temporada. Las temporadas 1 y 2 cuentan la historia desde el matrimonio de Isabel y Felipe hasta que Carlos de Inglaterra tiene unos 10 años, con los mismos actores (una maravillosa Claire Foy -Isabel, una genial e irreverente Vanessa Kirby -Margarita, un fantástico Greg Wise haciendo de un Mountbatten jovial y lleno de energía…) para que la temporada 3, que transcurre 10 años después, nos cambie de actores porque igual consideraba que éstos eran demasiado jóvenes y lo de ponerles un poco de maquillaje y unas canas no se contemplaba… y nos tenemos que tragar a la petarda de Helena Bonham-Carter haciendo de una Margarita más borracha aún, de 39 años de edad que no se cree ni ella, a una Isabel, y lo siento por mi querida Olivia Colman, haciendo de una señora de 43 años pero con un aspecto de 55 años o más… pocos cambios físicos en las dos primeras temporadas con un lapso de 10 años, y el tercer lapso de 10 años tenemos actores que parecen 20 y 30 años mayores que 10 años antes. En fin, un descuido incompresible que salvan las impecables actuaciones de la mayoría de los actores de esta última temporada.
10
13 de junio de 2020
13 de junio de 2020
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Peep Show es una de las mejores comedias que han salido del Reino Unido en los últimos 20 años. Si queremos humor negro inglés, esta es una de las joyas británicas que lo eleva a su máximo exponente.
La trama es algo así: el cobardica de Mark enamoradísimo de su compañera de trabajo Sophie, es un perfecto pringado en el sentido más literal de la palabra: le fata arranque, carisma y popularidad, y por supuesto Sohpie no tiene, en principio, ningún interés en él.
Para más inri vive con un personaje completamente bobo, visceral, con complejo de Peter Pan e inmerso en una realidad totalmente distorsionada: Jez, otro pringado que se define a sí mismo como músico aunque carece del más mínimo talento y por ende no ha hecho absolutamente nada en ese mundo, aunque está convencido de que va a triunfar seguro y sigue "trabajando" en ello, según su concepto de lo que es trabajar.
Mark tiene su trabajo de oficinista y vive con Jez que está en paro y basicamente es mantenido por Mark a pesar de las protestas con boca pequeña de éste (Mark paga el alquiler íntegro del piso, por ejemplo).
A estos dos se añade de vez en cuando un tercero en discordia: Super Hans, el amigo errático, egoísta, drogata y convenido de Jez, también en el mundo de la "música" ... y de trapicheos y chanchullos, que se arrima a esta pareja cuando le conviene.
A partir de ahí, las cosas que les ocurren a estos tres son hilarantes, risas a carcajadas y muecas de horror a la par, porque los creadores no han escatimado en situaciones burras que dejan al espectador diciendo UGH NOOOO NOOOOO!! y tres segundos más tarde te estás riendo otra vez.
Se le coge cariño a estos personajes, sobre todo al tontaina de Jez porque es un pobrecillo a quien la mollera no le da para mucho al contrario que Mark, y realmente deseas que las cosas les salgan bien aunque sea una vez, y por supuesto no ocurre porque esta serie consiste en reirse de las desgracias ajenas. Así de bestia.
El infantilismo de Jez y la cobardía de Mark les meten en las situaciones más bizarras que uno se puede imaginar, como cuando se comen los "restos" de una barbacoa delante de unas chicas y su padre...y voy a evitar spoilers porque merece la pena verlo.
Altamente recomendada, sobre todo para los fans de The League of Gentlemen, Psychoville, Phoenix Nights...
La trama es algo así: el cobardica de Mark enamoradísimo de su compañera de trabajo Sophie, es un perfecto pringado en el sentido más literal de la palabra: le fata arranque, carisma y popularidad, y por supuesto Sohpie no tiene, en principio, ningún interés en él.
Para más inri vive con un personaje completamente bobo, visceral, con complejo de Peter Pan e inmerso en una realidad totalmente distorsionada: Jez, otro pringado que se define a sí mismo como músico aunque carece del más mínimo talento y por ende no ha hecho absolutamente nada en ese mundo, aunque está convencido de que va a triunfar seguro y sigue "trabajando" en ello, según su concepto de lo que es trabajar.
Mark tiene su trabajo de oficinista y vive con Jez que está en paro y basicamente es mantenido por Mark a pesar de las protestas con boca pequeña de éste (Mark paga el alquiler íntegro del piso, por ejemplo).
A estos dos se añade de vez en cuando un tercero en discordia: Super Hans, el amigo errático, egoísta, drogata y convenido de Jez, también en el mundo de la "música" ... y de trapicheos y chanchullos, que se arrima a esta pareja cuando le conviene.
A partir de ahí, las cosas que les ocurren a estos tres son hilarantes, risas a carcajadas y muecas de horror a la par, porque los creadores no han escatimado en situaciones burras que dejan al espectador diciendo UGH NOOOO NOOOOO!! y tres segundos más tarde te estás riendo otra vez.
Se le coge cariño a estos personajes, sobre todo al tontaina de Jez porque es un pobrecillo a quien la mollera no le da para mucho al contrario que Mark, y realmente deseas que las cosas les salgan bien aunque sea una vez, y por supuesto no ocurre porque esta serie consiste en reirse de las desgracias ajenas. Así de bestia.
El infantilismo de Jez y la cobardía de Mark les meten en las situaciones más bizarras que uno se puede imaginar, como cuando se comen los "restos" de una barbacoa delante de unas chicas y su padre...y voy a evitar spoilers porque merece la pena verlo.
Altamente recomendada, sobre todo para los fans de The League of Gentlemen, Psychoville, Phoenix Nights...
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