Cada uno de nosotros ha sido un Max en nuestra infancia, vociferante a veces, sí, pero ansiosos de ser aprobados y sentirnos valorados y queridos. Amigos, para mí sin duda es una excelente película, pero no por la historia del pequeño muchacho sino por revivir mis más recónditos sentimientos, aquellos que olvidamos cuando creemos que hemos crecido. Nos pensamos mayores, insensibles ante los lloros de un crío, según alguno de vosotros, malcriado. Pero oigan, todos y cada uno de vosotros ha sido un Max, yo por lo menos lo he sido. Me ha parecido una película llena de dulzura, alegría, sentimientos a flor de piel. Quién no ha querido sentirse alguien importante para los que le rodean? Bueno, simplemente si ha sido capaz de sentir algo desde su sofá, creo que la película ha ganado.