El veterano Curtis Hanson (Reno, Nevada, 1945) demuestra su oficio en esta película sobre la relación amor-odio entre dos hermanas con abuela desaparecida en combate (Shirley MacLaine). Cameron Diaz cumple brillantemente en su papel de casi siempre, una chica muy vistosa que apela continuamente a su físico. Fascinante resulta la interpretación de Toni Collette de un personaje poliédrico y conmovedor: huele a Oscar. MacLaine sirve de puente y lo borda.

El guión de la neoyorkina de 42 años Susannah Grant (28 días, Erin Brockovich), basado en la novela de Jennifer Weiner, está bastante bien, y la realización del director de L.A. Confindencial y 8 millas conjuga el dinamismo con la contemplación, aunque parece claro que la segunda parte es mucho más original que la primera. La película no es la octava maravilla del mundo, pero está muchos pisos por encima de tontadas huecas como Bridget Jones. Es divertida, entretenida y emotiva. A algunos colegas parece reventarles que acabe bien, poniendo en juego un a priori bastante ridículo. Pero eso no es problema de la película.