Cuando hablamos de flamenco y pasión hablamos de Camarón.
Gran ejercicio mostrando el talento del artista por parte del realizador, que junto a su versión poética de la rebeldía mediante caballos salvajes y aves en busca de tierra, narra la biografía de este.
Juan Diego, junto a otras voces del flamenco analizan y guian los hechos de porque el cantaor canastero de San Fernando se vuelve un referente y el mejor de todos los tiempos.
La mezcla de formatos, la narrativa visual y su compleja vida que llevó, hace que quieras saber más y conduce hasta imágenes nunca exploradas.
Su voz narra el desgarro y sufrimiento de un colectivo señalado que demuestran su arte profundizando mas allá de la superficie.

Únicamente con escuchar a Chet Baker y ver a Hawke envuelto bajo nueva mirada, merece la pena.
Se aparta de la clásica película biográfica narrando los hechos de una de las muchas etapas convulsas del cantante.
Su dedicación y el amor por lo que hace prioriza cada una de sus acciones. El director cede su protagonismo a la propia historia que envuelve de magia el relato.
Un personaje bien construido, un gesto muy personal y una comunicación no verbal imprescindible para entender a Baker y aplaudir a Hawke.
A veces, no tomar el camino correcto, te vuelve diferente y ser diferente, te vuelve leyenda.