Película que te mantiene en tensión, sin necesidad de grandes historias, ni escenas hiperbólicas, un cine que cuenta una cruel historia sin maquillaje, con momentos donde es duro mirar a la pantalla, y con 2 actores principales sensacionales.

Un "Malo" que da respeto real con su interpretación y un "Bueno" a la suficiente altura como para poder enfrentarse a el.

Cine coreano del bueno.

Desde hace años me sorprende el cine coreano, quizá es por la añoranza de ese cine de tensión y acción americano de los años 80 y 90, que ahora está lleno de efectos especiales, CGI y filtros de belleza.

El cine coreano de acción es la evolución mejorada de aquel cine, donde la tensión es mucho más ruda, no temen se explícitos en el dolor y la sangre. Y la acción, la acción es soberbia, no hay nadie mejor que ellos para realizar esas coreografías imposibles.

En cuanto a la trama, El hombre sin pasado, deja poso, dura y seca, con una evolución del personaje interesante, aunque lo importante son las formas, puesto que el fin es claro, ya se preocupan de que hayan motivos suficientes para que la reacción sea igual de proporcionada sin que el espectador se sienta culpable.