La película se basa en la exposición material-externa de todo aquello que puede sentir alguien que pasa por un proceso depresivo, durante el cual puedes llegar a sentir que tu propio cuerpo se está pudriendo. La cinta lleva éste sentimiento a un extremo evidente, pero no por evidente resulta menos interesante. El trabajo de efectos y maquillaje es realmente bueno y consigue revolverte el estómago con algunas escenas.

Maravilloso documental. Realmente maravilloso. Ya adoraba Man on the Moon, a Andy Kaufman y a Jim Carrey antes de verlo, pero ahora lo hago si cabe un poco más. Hora y media de auténtica realidad disfrazada de Elvis. Jim Carrey no habría sido el mismo sin haber interpretado a Andy, y nadie que se meta de lleno en la mente de Jim, aquí representada, será el mismx. Radicalmente recomendado para todx aquel que sienta que hay "algo más" detrás de una actriz o un actor, de un comediante (o de un artista de variedades) de lo que en apariencia vemos. 10/10.

Una película, que desde luego no pasará a la historia, pero que es "amable" de ver, sobre todo a Samuel L. Jackson. La premisa general de la película es algo estrafalaria, pero es acorde con las pretensiones de la misma. Una película que no se toma en serio a sí misma y que bajo esa máxima se desarrolla algo previsiblemente (esas pequeños cabos que van dejando desde el principio de la cinta) pero que para una solitaria noche de sábado o domingo es bastante decente y consigue sacarte alguna que otra sonrisa.

La película es un reboot de otra película del mismo nombre de los años 50. Y lo cierto es que es hasta más interesante que la original debido a su graciosa cutrez. Efectos digitales de andar por casa, especialistas cutres, diálogos desternillantemente ridículos, desarrollo de situaciones previsible y por ello mismo genial. Como película de terror es un completo fracaso, pero como comedia es un absoluto éxito. La película ideal para ver una noches entre amigos para morir de risa. Le pondría un 10, pero no estoy tan borracho.

Me interesa y gusta el Black Metal, y por ello llegué a esta película. El trasfondo musical que guarda la película me recuerda mucho a lo que me transmite ese género. No habla sobre Satán, ni sobre cristianismo, ni sobre los valores de la sociedad contemporánea, habla sobre el dolor. Un dolor tan profundo que puede llegar a confundirse con nuestra propia identidad.
Me he visto muy reflejado por momentos en la protagonista -sin duda una de las mejores actuaciones de la película-, en su mirada de desesperación, su falta de rumbo, su ira y su apatía. Todo aquello que la consume desde dentro y no le deja estar en paz consigo misma. Nos muetra un reflejo muy hondo y sincero sobre lo que podemos llegar a sufrir los seres humanos ante la pérdida y su consecuente duelo. Y todo acompañado por un aire nostálgico del heavy metal de los 80's y 90's. Muy recomendable, te interese el heavy metal o no.