No perdáis un solo segundo viendo esta basura, leed los libros de Asimov.
En todo caso, leed lo que sea, en general.
Deshaceos del inteligéfono y de las tarjetas de banco, pagad siempre en efectivo.

1: RUSIA: todo está mugriento, siempre es de noche y todos los interiores de las casas, laboratorios, oficinas y centros de mando están instalados en el piso de Torrente.
Todos los rusos y rusas son borrachos. La mujer con la que habla el agente de la CIA en el hospital ruso es vieja, fea y gorda, el hospital parece el matadero de aves de Silent Hill y la colcha con la que la tapa está llena de lamparones, como todo en Rusia.
El presidente ruso (al principio de la peli) es viejo, gordo, borracho y desagradable.
2: USA: las escenas anteriores en Rusia, a oscuras y apestando a mugre y vodka, se alternan, una a una, con las americanas en las que los buenos, digo los americanos, están en sus apartamentos de diseño, entre sábanas de satén color champagne, morreándose mientras escuchan love music de saxofón. No es la BSO de la peli, ojo, forma parte de la acción. Dios, hay que tener morro.
3: Al principio de la peli, el presidente bueno, alto, simpático, abstemio, beisbolero y enrollao cual monarca celtibérico, está haciendo un ensayo de emergencia nuclear con la plana mayor buena, y uno de los jefes de defensa le dice que el hipotético ruso malo, perdón por la redundancia, es “el que quería usar armamento nuclear en Chechenia”. Todos ponen cara de asombro, indignación e incredulidad, porque claro, los jefes buenos de ese país de buenos jamás arrojarían una bomba nuclear a una población japonesa de ancianos, mujeres y niños desarmados, indefensos y desprevenidos. Y menos otra dos días después. Nunca harían eso, serían la primera y única nación del mundo en perpetrar semejante genocidio nuclear, y, al parecer, ese no es el estilo americano.
Esto es una película, pero no es cine. Y no es que el cine, como las demás artes, no pueda estar cargado de ideología.
Pero esta basura es un instrumento de lavado masivo de cerebros.

Úsease, un espectacular y contundente CERO

Por cierto, UN CERO

Resulta que en ese pueblo manchego no hay alcalde ni guardia civil.
Es el único pueblo de España, y del mundo, sin alcalde, ni Policía Local ni Guardia Civil ni ná de ná.

En un pueblo asín, el alcalde y la Policía Local se habrían enterado del secuestro a los 5 minutos justos, y el resto de los vecinos también.

Para rematar nadie se volvería a Argentina corriendo una hora después de liberada la cría, sin que la vea un médico y sin descansar ella ni nadie. Es inverosímil y absurdo, y estropea la historia por completo.

La película se va al carajo cuando, en un cierto momento te desconectas porque parece escrita por un niño y no por Pedro A.

Los militares buscan al bicho por el pueblo y para localizarlo ¡se autobombardean con tanques, aviones y lanzacohetes, destruyendo las viviendas! Los soldados avanzan en grupos, en todas direcciones, huyendo bajo su propio fuego de artillería, y disparándose entre ellos con los fusiles.
La camioneta del profesor destruye un tren de 370 vagones, de 180 toneladas de carga cada uno, y sigue entera, con el viejo dentro, también entero.

Etc, etc

Los espectadores somos tan papanatas como el Spielberg, macho.
Los críticos son gente que cobra de las productoras poderosas, con la del Spielbergio, para decir burradas tales como: "resplandeciente y sugestiva", "pasión por el cine", "una vuelta al pasado"

Nadie tiene ya dos dedos de frente.