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Críticas ordenadas por utilidad
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7,7
34.625
8
15 de abril de 2024
15 de abril de 2024
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera película de Dune me encantó desde que la vi en el cine. Luego la alquilé, la compré, compré la banda sonora y leí los dos primeros libros (amén de ver muchos vídeos de YouTube sobre la saga); y no me arrepiento. Era audiovisualmente impecable y a otro nivel, con una gran y muy original estética y banda sonora y una trama muy interesante. Dos años, casi y medio, después, voy al cine resabiadamente bajo de expectativas, y me encuentro con una secuela que llega a cotas visuales estratosféricas pero que en conjunto no está a la altura de su predecesora. Por otro lado, en los medios, en YouTube y entre gente creo que seguidista de los medios y redes, se afirma que es de las mejores películas de la historia, no sé si porque ha dado tiempo a que la primera coja fama. Sin embargo, sin conocer entonces apenas estos hechos, entre mis amigos que fueron conmigo o (sobre todo) de los que la vieron por su cuenta, la opinión mayoritaria ha sido también que esta entrega es peor, conclusión alcanzada de forma independiente y siendo como somos bastante distintos en algunos casos.
Empezando por lo bueno, el aspecto visual, a excepción de puntuales cutreces que no recuerdo en la primera parte, es del mismo nivel que su predecesora e incluso mayor o a mayor escala, con escenas que son impactantes o emocionantes, aunque parte de ellas lo sean por horripilantes. En los momentos más destacables, mi sensación fue de ver un espectáculo maestro con poco o ningún parangón.
En cuanto a la trama, importantes segmentos de la película son escenas en las que, por un déficit de explicación o por infidelidad al libro, los acontecimientos parecen sucederse arbitrariamente, sin que los conduzcan lógica y previsiblemente unos a otros, creando cierto desinterés en el espectador, que adopta la actitud de «pues vale, me tengo que creer lo que me vas contando». Bastantes pequeñas cosas parecen no tener mucho sentido y creo que en general el libro es también más inteligente (amén de lógico). Otra cosas a destacar es que el final tiene un nosequé de anticlimático que creo que nos dejó a toda la sala con mal sabor de boca, a mí desde luego. Aplaudí en este caso ya solo por hacer el payaso con mi primo y nadie siguió el aplauso en absoluto. Posiblemente también tuvo aquí parte de culpa la escasez de explicación y la desviación respecto al libro. Otro defecto de esta nueva entrega es que hay un cierto descenso en la personalidad o seriedad de algunos personajes, salvando a Feyd-Rautha y la bestia Rabban, que, por otro lado y como digo, impactan sobre todo por su horripilante maldad y violencia, cosa que no sé si es tampoco muy buena. Este elemento horripilante hace que sea una película menos para niños que la anterior.
La primera parte también tenía bastantes licencias entendibles y que tenían por resultado una versión propia del director y que en algunos aspectos hasta mejoraba el libro, que es muy bueno pero no está exento de fallos (no digamos las secuelas); pero a lo largo de esta segunda parte se acaba alcanzando un punto crítico en que la desviación ya no queda justificada por la calidad y nos encontramos de pronto en mitad de algo que ya ni es mucho Dune ni es tampoco una película tan buena. Después de haber leído el libro y haber vuelto a ver la película antigua como referencia audiovisual a su segunda, uno tiene especial desinterés en que Dune se transforme en otra cosa, un Denisvildune si se quiere. Sin embargo, el efecto no conmutativo que parece tener leer el libro y ver la peli o hacerlo al contrario, no creo que sea en mí lo principal en este caso; sino que esta película ha tenido un descenso real de la calidad respecto a la anterior.
Por último, la primera parte tenía una variada, original, apropiada (extraña, o trágica, tensa, misteriosa-étnica...) y genial banda sonora, con temas como el viento madera exótico de Arrakis cuando Paul ve el documental; el terrible de los Harkonnen; el impresionante y mítico (y laríngeamente peligroso de imitar) canto gutural Sardaukar; el de voces intrigantes las brujas Bene Gesserit; o el triunfal himno gaitero Atreides. Esta segunda parte tiene más que nada el nuevo tema principal, de melodía casi idéntica a la de la banda sonora de Los inmortales de Michael Kamen (o sea, que aporta poco); y, sin embargo tiene tres pistas y siete minutos más que la anterior, con un total de 25 pistas y 81 minutos. Creo que me precipité en comprármela completa...
En resumen, a pesar de la excelencia visual y quizás una mayor escala de la acción, esta adaptación ha sido una película inferior a su predecesora: el guion cuenta mucho. Siendo esto tan así, uno recuerda, y quizás le mosquea, aún más que el estreno se pospuso de noviembre a marzo, con la excusa de una huelga de guionistas (pero que no afectó al estreno otras superproducciones palomiteras de interés mucho menor o nulo); y que mintieron diciendo que eran rumores infundados, cuando luego se confirmaron. Podrían haber usado esos meses extra para repasar la película, no sé. Tampoco ayuda a la indulgencia la proliferación de entrevistas faranduleras y alguna mamarrachada festiva de los actores en esta entrega (los protagonistas acompañando al espectador a la sala de cine en un anuncio, con un disfraz medio Fremen con el ombligo al aire, me viene ahora a la mente)..
A continuación, entro ya en detalles de la trama en la sección de destripar la misma, sin ser exhaustivo por síntesis y falta de espacio, y por no repetir lo dicho en otras críticas; pero antes, quería compartir un chiste medio-destripador, de esos que surgen al ir al cine bien acompañado: En una escena, Paul escoge Muad'dib (ratón del desierto) como nombre Fremen. Algunos se ríen, pero Stilgar dice que hacen mal, pues el ratón conoce los caminos del desierto, es sabio, un animal de Dios y nosecuántas cosas buenas más; y le susurro a mi primo algo como «la mitad de los presentes se llaman Muad'dib», a lo que se ríe y me responde «es el "Muhammad" de Arrakis». XDXDXDXD.
Empezando por lo bueno, el aspecto visual, a excepción de puntuales cutreces que no recuerdo en la primera parte, es del mismo nivel que su predecesora e incluso mayor o a mayor escala, con escenas que son impactantes o emocionantes, aunque parte de ellas lo sean por horripilantes. En los momentos más destacables, mi sensación fue de ver un espectáculo maestro con poco o ningún parangón.
En cuanto a la trama, importantes segmentos de la película son escenas en las que, por un déficit de explicación o por infidelidad al libro, los acontecimientos parecen sucederse arbitrariamente, sin que los conduzcan lógica y previsiblemente unos a otros, creando cierto desinterés en el espectador, que adopta la actitud de «pues vale, me tengo que creer lo que me vas contando». Bastantes pequeñas cosas parecen no tener mucho sentido y creo que en general el libro es también más inteligente (amén de lógico). Otra cosas a destacar es que el final tiene un nosequé de anticlimático que creo que nos dejó a toda la sala con mal sabor de boca, a mí desde luego. Aplaudí en este caso ya solo por hacer el payaso con mi primo y nadie siguió el aplauso en absoluto. Posiblemente también tuvo aquí parte de culpa la escasez de explicación y la desviación respecto al libro. Otro defecto de esta nueva entrega es que hay un cierto descenso en la personalidad o seriedad de algunos personajes, salvando a Feyd-Rautha y la bestia Rabban, que, por otro lado y como digo, impactan sobre todo por su horripilante maldad y violencia, cosa que no sé si es tampoco muy buena. Este elemento horripilante hace que sea una película menos para niños que la anterior.
La primera parte también tenía bastantes licencias entendibles y que tenían por resultado una versión propia del director y que en algunos aspectos hasta mejoraba el libro, que es muy bueno pero no está exento de fallos (no digamos las secuelas); pero a lo largo de esta segunda parte se acaba alcanzando un punto crítico en que la desviación ya no queda justificada por la calidad y nos encontramos de pronto en mitad de algo que ya ni es mucho Dune ni es tampoco una película tan buena. Después de haber leído el libro y haber vuelto a ver la película antigua como referencia audiovisual a su segunda, uno tiene especial desinterés en que Dune se transforme en otra cosa, un Denisvildune si se quiere. Sin embargo, el efecto no conmutativo que parece tener leer el libro y ver la peli o hacerlo al contrario, no creo que sea en mí lo principal en este caso; sino que esta película ha tenido un descenso real de la calidad respecto a la anterior.
Por último, la primera parte tenía una variada, original, apropiada (extraña, o trágica, tensa, misteriosa-étnica...) y genial banda sonora, con temas como el viento madera exótico de Arrakis cuando Paul ve el documental; el terrible de los Harkonnen; el impresionante y mítico (y laríngeamente peligroso de imitar) canto gutural Sardaukar; el de voces intrigantes las brujas Bene Gesserit; o el triunfal himno gaitero Atreides. Esta segunda parte tiene más que nada el nuevo tema principal, de melodía casi idéntica a la de la banda sonora de Los inmortales de Michael Kamen (o sea, que aporta poco); y, sin embargo tiene tres pistas y siete minutos más que la anterior, con un total de 25 pistas y 81 minutos. Creo que me precipité en comprármela completa...
En resumen, a pesar de la excelencia visual y quizás una mayor escala de la acción, esta adaptación ha sido una película inferior a su predecesora: el guion cuenta mucho. Siendo esto tan así, uno recuerda, y quizás le mosquea, aún más que el estreno se pospuso de noviembre a marzo, con la excusa de una huelga de guionistas (pero que no afectó al estreno otras superproducciones palomiteras de interés mucho menor o nulo); y que mintieron diciendo que eran rumores infundados, cuando luego se confirmaron. Podrían haber usado esos meses extra para repasar la película, no sé. Tampoco ayuda a la indulgencia la proliferación de entrevistas faranduleras y alguna mamarrachada festiva de los actores en esta entrega (los protagonistas acompañando al espectador a la sala de cine en un anuncio, con un disfraz medio Fremen con el ombligo al aire, me viene ahora a la mente)..
A continuación, entro ya en detalles de la trama en la sección de destripar la misma, sin ser exhaustivo por síntesis y falta de espacio, y por no repetir lo dicho en otras críticas; pero antes, quería compartir un chiste medio-destripador, de esos que surgen al ir al cine bien acompañado: En una escena, Paul escoge Muad'dib (ratón del desierto) como nombre Fremen. Algunos se ríen, pero Stilgar dice que hacen mal, pues el ratón conoce los caminos del desierto, es sabio, un animal de Dios y nosecuántas cosas buenas más; y le susurro a mi primo algo como «la mitad de los presentes se llaman Muad'dib», a lo que se ríe y me responde «es el "Muhammad" de Arrakis». XDXDXDXD.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La primera escena, con los Harkonnen flotando en fila hacia una gran carroca del desierto, y la escena del ataque a la cosechadora, con elementos realistas de guerra moderna ambas (p.ej., visión de las miras de francotirador), son una pasada; pero se concentran al principio de la película (por cierto, no salen en el libro). Sin embargo, no se comprende qué papel tiene el tóptero de la cosechadora en que no se la hubieran cargado a láser en un pispás desde el principio. El libro explica de los láseres que si le das con un láser a un escudo se genera una explosión nuclear (no sé si del extremo del que lo lanza, lo cual no parece lógico pero sería la única excusa para no usarlo si estás muy lejos del objetivo). Aquí nada de eso se dice, no sé si iría por ahí la cosa.
A continuación vienen unas escenas que se podrían resumir en remontada enorme, rápida Fremen tras décadas de exitosa opresión Harkonnen, seguida de remontada Harkonnen con Feyd-Rautha, ambas sin una justificación clara de la que yo me haya enterado. En el libro, el superdotado y muy bien formado duque mentat Paul hace remontar y ganar la guerra a los Fremen a lo largo de dos años de combates gracias a sus estrategias y tácticas militares brillantes adquiridas de la casa Atreides y del personal excepcional del esta que se había provisto: Gurney Halleck y Duncan Idaho. Era un interesante aspecto de estrategia militar (emboscadas; «Rabban se ha atrincherado, ha perdido la iniciativa, por lo que ha perdido la guerra»; etc.) que se ha omitido. En la peli parece que la contribución de Paul es como mero buen soldado sobresaliente, motivando a la gente y desencadenando la rebelión por el tema mesiánico, lo cual parece insuficiente. Otros aspectos del libro también tienen un interés de ecología e ingeniería de ecosistemas, religioso, etnográfico, etc. que no se refleja bmucho en esta pelí o ni en la anterior, pero bueno. Después Feyd, alias el futbolista (no diré a quién me recuerda de cara en concreto, más allá de como concepto general de joven estrella muy atlética y que juega en anfiteatros), remonta porque es muy guay, o no sé.. El excesivo minimalismo en diálogos del director también se acusa con el tema de las atómicas, donde no se explica que no las usan como armas directas sino solo contra los obstáculos orográficos porque está muy prohibido.
Otra cosa que chirría de esta parte es, por más que sus palabras lo contradigan, lo relajados que viven los Fremen en comparación con el libro y con lo narrado de la hostilidad del desierto en la primera película. Conversan y yacen en varias ocasiones al aire libre; casi no llevan la máscara del destiltraje puesta ni gafas tipo esquí; y, sobre todo, aunque sus ciudades a lo Petra y Antiguo Egipto estén muy chulas, son muy espaciosas y con ventanas laterales y cenitales grandes y sin cristales por todos lados (¡¡!!). La pérdida de humedad debe de ser brutal. En el libro creo que eran sitios sellados (únicos en los que se quitaban los trajes) con iluminación artificial y olor a mucha gente que no se ducha ni tiene váteres. Stilgar, por otro lado, hace varios chistes e histrionismos de entusiasmo infantil exagerado.
En cuanto al final, el emperador es un vejete y su guardia son unos hípsters cada uno con un peinado diferente, con espadas demasiado largas y de aspecto falso y gesto coordinado de «en formación» que es pueril. Pero el gran bluf, que se veía venir aunque dijeran lo contrario, dado el silencio oficial al respecto, es que ¡no sale la mítica niña-adulta Alia (ouch)! En esta adaptación, como todo transcurre en pocos meses desde la caída de los Atreides, es solo un feto que habla telepáticamente (invención de la peli) con su madre. En el libro en cambio, como entre el estreno de ambas películas, pasan dos años y pico (ponerla no podría haber sido más apropiado). Otra pifia es la muy mal ejecutada prestidigitación del cuchillo en el duelo final...
Como cosa buena poco comentada, el impactante acobardamiento de Rabban.
A continuación vienen unas escenas que se podrían resumir en remontada enorme, rápida Fremen tras décadas de exitosa opresión Harkonnen, seguida de remontada Harkonnen con Feyd-Rautha, ambas sin una justificación clara de la que yo me haya enterado. En el libro, el superdotado y muy bien formado duque mentat Paul hace remontar y ganar la guerra a los Fremen a lo largo de dos años de combates gracias a sus estrategias y tácticas militares brillantes adquiridas de la casa Atreides y del personal excepcional del esta que se había provisto: Gurney Halleck y Duncan Idaho. Era un interesante aspecto de estrategia militar (emboscadas; «Rabban se ha atrincherado, ha perdido la iniciativa, por lo que ha perdido la guerra»; etc.) que se ha omitido. En la peli parece que la contribución de Paul es como mero buen soldado sobresaliente, motivando a la gente y desencadenando la rebelión por el tema mesiánico, lo cual parece insuficiente. Otros aspectos del libro también tienen un interés de ecología e ingeniería de ecosistemas, religioso, etnográfico, etc. que no se refleja bmucho en esta pelí o ni en la anterior, pero bueno. Después Feyd, alias el futbolista (no diré a quién me recuerda de cara en concreto, más allá de como concepto general de joven estrella muy atlética y que juega en anfiteatros), remonta porque es muy guay, o no sé.. El excesivo minimalismo en diálogos del director también se acusa con el tema de las atómicas, donde no se explica que no las usan como armas directas sino solo contra los obstáculos orográficos porque está muy prohibido.
Otra cosa que chirría de esta parte es, por más que sus palabras lo contradigan, lo relajados que viven los Fremen en comparación con el libro y con lo narrado de la hostilidad del desierto en la primera película. Conversan y yacen en varias ocasiones al aire libre; casi no llevan la máscara del destiltraje puesta ni gafas tipo esquí; y, sobre todo, aunque sus ciudades a lo Petra y Antiguo Egipto estén muy chulas, son muy espaciosas y con ventanas laterales y cenitales grandes y sin cristales por todos lados (¡¡!!). La pérdida de humedad debe de ser brutal. En el libro creo que eran sitios sellados (únicos en los que se quitaban los trajes) con iluminación artificial y olor a mucha gente que no se ducha ni tiene váteres. Stilgar, por otro lado, hace varios chistes e histrionismos de entusiasmo infantil exagerado.
En cuanto al final, el emperador es un vejete y su guardia son unos hípsters cada uno con un peinado diferente, con espadas demasiado largas y de aspecto falso y gesto coordinado de «en formación» que es pueril. Pero el gran bluf, que se veía venir aunque dijeran lo contrario, dado el silencio oficial al respecto, es que ¡no sale la mítica niña-adulta Alia (ouch)! En esta adaptación, como todo transcurre en pocos meses desde la caída de los Atreides, es solo un feto que habla telepáticamente (invención de la peli) con su madre. En el libro en cambio, como entre el estreno de ambas películas, pasan dos años y pico (ponerla no podría haber sido más apropiado). Otra pifia es la muy mal ejecutada prestidigitación del cuchillo en el duelo final...
Como cosa buena poco comentada, el impactante acobardamiento de Rabban.

7,6
90.737
4
20 de marzo de 2021
20 de marzo de 2021
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es mi primera crítica en FilmAffinity y es un honor. Sensacional web y comunidad de internet en todos los aspectos (apariencia, puntuaciones, críticas desternillantes que comparten usuarios corrientes...) y todo en español. Nada que envidiar a IMDb y Rotten Tomatoes. Arriba España, sí señor (e Hispanoamérica, claro). En fin, procedo a hablar de la obra en cuestión, a ver qué tal se me da:
Hoy he acabado de ver Drácula, de Francis Ford Cóp... Ford Coppola y tengo sentimientos encontrados. La película me la encontré en VHS, junto a otras cintas tiradas por algún desaprensivo del reciclaje y del patrimonio, en el contendedor de resto (me parece que era el de resto). La historia tiene su gracia; pero, como si no no me cabe la crítica, abundaré más en ella en otra ocasión, si eso. Volviendo al follarín de los bosques transilvanos que nos atañe, tras la debida desinfección y cuarentena coronaviril y demás a la cinta, me decidí a verla animado por mi retomada afición por las bandas sonoras: Había escuchado la de esta peli primero YouTube y luego en iTunes (#minimicemos el pirateo, incluso Apple mediante) y estaba chula (y, por cierto, su compositor, un tal Wojciech Kilar, es polaco, qué curioso). En general, las pelis de miedo y sus músicas suelen ser bastante icónicas. Además, no había visto ninguna película de la novela Drácula; aunque sí había leído el libro, que creo que me gustó bastante. Además bis, esta versión pintaba bien y son muy notables las parodias de ella que hay en Los Simpson y La hora de José Mota, jaja. Pero bueno, pasemos a la crítica:
La película es visualmente muy buena, aunque con algunas escenas concretas como con escenario de rodaje de cartón piedra (XD), y luminosidad rojiza, y cielos y fondos que parecían más de teatro que de película de presupuesto. De hecho, esta teatralidad «sensu» escenarios acompaña a toda la peli, ahora que lo digo. Supongo que es algo que tiene su encanto, tal vez sumado al ídem nostálgico del VHS de los 90. La banda sonora está muy bien; también son sensacionales los escenarios y el vestuario (y maquillajes y tal); y los planos y lo que sucede en ellos, junto a lo nombrado anteriormente, dan una lograda sensación de delirio febril que se mantiene coherentemente a lo largo de la cinta. Asimismo, quedan bien los pasajes en que se relatan los hechos a través de los escritos de los protagonistas. Mítica sería quizás la palabra a utilizar para esta película hoy en día; si bien no puedo compararla con las demás versiones (quizás sea superior otra versión u otra película similar, no sé).
Sin embargo, la versión de Coppola tiene para mí, aun a mis veintimuchos años que la veo, un importante defecto, al menos en lo que a mis gustos se refiere. Creo que el lector ya lo habrá podido intuir: La película es un montón de lascivia desatada de principio a fin. O sea, vamos a ver, esta peli no se puede ver con tu familia pululando por ahí. Tampoco es para niños que, como yo en su día, veía quizás precozmente películas de monstruos tipo Aliens o Depredador, con bastante acción y poco (o mejor, nada) de sexo de por medio. En esta película son camas, gemidos y retorcimientos de actrices de buen ver cada dos por tres durante todo el metraje. Y consumo pornográfico en varios soportes. Yo ya he llegado a un momento de mi vida en el que soy indulgente casi hasta para eso; pero, aun así, el Juansixtillo (no me llamo así, pero bueno) que, aunque muy mermado, aún vive en mí, hace que me resista a ponerle un siete (7) a esta bacanal de lujuria tan grande y desacomplejada. Una guarrada. Aparte, no recuerdo el libro a ese punto, pero me extrañan esas críticas que hablan de una importancia tan grande en la novela de un erotismo insinuado.
A pesar de lo anterior, justo es decir que la película conserva del libro momentos más de mi antiguo gusto: tíos caballerescos heterogéneos (Van Helsing, el gringo, etc.) en persecución de criaturas de Belzebul en pro de la Justicia y el Bien (y la testosterona y el peligro); rifles, sables y antorchas; y una buena dosis de crucifijos, agua bendita e interpelaciones al Maligno, claro está. También se conservan los modales y actitudes virtuosas de la época. Esas cosas siguen estando aquí y allá, aunque no sé si es porque cambiar más la versión original o más tradicional del relato sería quizás poco viable. Porque junto ellas convive (y hasta predomina) el tema de la búsqueda de las satisfacciones carnales erótico-festivas y sanguinolientas, a cuya tentación ninguno de los protagonistas parece hacer apenas esfuerzo en combatir. Que, dices, joe. Con ese nivel de autocontrol como modelo no sé yo si el espectador llegará muy lejos en la vida, pero bueno.
Además de erotiqueces y remanentes del tema de la lucha del Bien contra el Mal, un tercer tema en esta película es la interesante aportación de una historia de amor como nuevo (por lo que recuerdo del libro) motor principal de los actuación de Drácula, con reencarnaciones y todo. Posiblemente sea lo más distintivo de esta versión, aunque esta novedad tiene el lógico precio de alterar profundamente, en mi opinión, ciertos aspectos de fidelidad al libro (aunque para eso están las versiones) y generar ciertas inconsistencias. Porque ese Drácula romántico tan sumamente justificado y ese amor tan libre no parecen casar muy bien con algunos actos claramente malignos que se ven perpetrar a los vampiro, o con la virtud y mentalidad cristiana por momentos de los personajes.
En cuanto al «terror», con tanto Drácula comprendido y protas voluntariosas y tal la película no da mucho miedo, creo yo. Pero bueno, todo no se puede.
Para acabar con esta parte, hablando de fidelidad al libro, como se ha dicho mucho ya, es una tontería llamar a la película «Drácula de Bram Stoker». No sé cómo la habría escrito el autor en la actualidad, pero me parece claro que esta adaptación no es de una fidelidad suprema ni estricta a la novela (cosa no necesariamente mala en una adaptación, por otra parte, creo yo).
Hoy he acabado de ver Drácula, de Francis Ford Cóp... Ford Coppola y tengo sentimientos encontrados. La película me la encontré en VHS, junto a otras cintas tiradas por algún desaprensivo del reciclaje y del patrimonio, en el contendedor de resto (me parece que era el de resto). La historia tiene su gracia; pero, como si no no me cabe la crítica, abundaré más en ella en otra ocasión, si eso. Volviendo al follarín de los bosques transilvanos que nos atañe, tras la debida desinfección y cuarentena coronaviril y demás a la cinta, me decidí a verla animado por mi retomada afición por las bandas sonoras: Había escuchado la de esta peli primero YouTube y luego en iTunes (#minimicemos el pirateo, incluso Apple mediante) y estaba chula (y, por cierto, su compositor, un tal Wojciech Kilar, es polaco, qué curioso). En general, las pelis de miedo y sus músicas suelen ser bastante icónicas. Además, no había visto ninguna película de la novela Drácula; aunque sí había leído el libro, que creo que me gustó bastante. Además bis, esta versión pintaba bien y son muy notables las parodias de ella que hay en Los Simpson y La hora de José Mota, jaja. Pero bueno, pasemos a la crítica:
La película es visualmente muy buena, aunque con algunas escenas concretas como con escenario de rodaje de cartón piedra (XD), y luminosidad rojiza, y cielos y fondos que parecían más de teatro que de película de presupuesto. De hecho, esta teatralidad «sensu» escenarios acompaña a toda la peli, ahora que lo digo. Supongo que es algo que tiene su encanto, tal vez sumado al ídem nostálgico del VHS de los 90. La banda sonora está muy bien; también son sensacionales los escenarios y el vestuario (y maquillajes y tal); y los planos y lo que sucede en ellos, junto a lo nombrado anteriormente, dan una lograda sensación de delirio febril que se mantiene coherentemente a lo largo de la cinta. Asimismo, quedan bien los pasajes en que se relatan los hechos a través de los escritos de los protagonistas. Mítica sería quizás la palabra a utilizar para esta película hoy en día; si bien no puedo compararla con las demás versiones (quizás sea superior otra versión u otra película similar, no sé).
Sin embargo, la versión de Coppola tiene para mí, aun a mis veintimuchos años que la veo, un importante defecto, al menos en lo que a mis gustos se refiere. Creo que el lector ya lo habrá podido intuir: La película es un montón de lascivia desatada de principio a fin. O sea, vamos a ver, esta peli no se puede ver con tu familia pululando por ahí. Tampoco es para niños que, como yo en su día, veía quizás precozmente películas de monstruos tipo Aliens o Depredador, con bastante acción y poco (o mejor, nada) de sexo de por medio. En esta película son camas, gemidos y retorcimientos de actrices de buen ver cada dos por tres durante todo el metraje. Y consumo pornográfico en varios soportes. Yo ya he llegado a un momento de mi vida en el que soy indulgente casi hasta para eso; pero, aun así, el Juansixtillo (no me llamo así, pero bueno) que, aunque muy mermado, aún vive en mí, hace que me resista a ponerle un siete (7) a esta bacanal de lujuria tan grande y desacomplejada. Una guarrada. Aparte, no recuerdo el libro a ese punto, pero me extrañan esas críticas que hablan de una importancia tan grande en la novela de un erotismo insinuado.
A pesar de lo anterior, justo es decir que la película conserva del libro momentos más de mi antiguo gusto: tíos caballerescos heterogéneos (Van Helsing, el gringo, etc.) en persecución de criaturas de Belzebul en pro de la Justicia y el Bien (y la testosterona y el peligro); rifles, sables y antorchas; y una buena dosis de crucifijos, agua bendita e interpelaciones al Maligno, claro está. También se conservan los modales y actitudes virtuosas de la época. Esas cosas siguen estando aquí y allá, aunque no sé si es porque cambiar más la versión original o más tradicional del relato sería quizás poco viable. Porque junto ellas convive (y hasta predomina) el tema de la búsqueda de las satisfacciones carnales erótico-festivas y sanguinolientas, a cuya tentación ninguno de los protagonistas parece hacer apenas esfuerzo en combatir. Que, dices, joe. Con ese nivel de autocontrol como modelo no sé yo si el espectador llegará muy lejos en la vida, pero bueno.
Además de erotiqueces y remanentes del tema de la lucha del Bien contra el Mal, un tercer tema en esta película es la interesante aportación de una historia de amor como nuevo (por lo que recuerdo del libro) motor principal de los actuación de Drácula, con reencarnaciones y todo. Posiblemente sea lo más distintivo de esta versión, aunque esta novedad tiene el lógico precio de alterar profundamente, en mi opinión, ciertos aspectos de fidelidad al libro (aunque para eso están las versiones) y generar ciertas inconsistencias. Porque ese Drácula romántico tan sumamente justificado y ese amor tan libre no parecen casar muy bien con algunos actos claramente malignos que se ven perpetrar a los vampiro, o con la virtud y mentalidad cristiana por momentos de los personajes.
En cuanto al «terror», con tanto Drácula comprendido y protas voluntariosas y tal la película no da mucho miedo, creo yo. Pero bueno, todo no se puede.
Para acabar con esta parte, hablando de fidelidad al libro, como se ha dicho mucho ya, es una tontería llamar a la película «Drácula de Bram Stoker». No sé cómo la habría escrito el autor en la actualidad, pero me parece claro que esta adaptación no es de una fidelidad suprema ni estricta a la novela (cosa no necesariamente mala en una adaptación, por otra parte, creo yo).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pasando a detalles de la trama, comentar varias cosas:
-Inverosímil aunque original armadura de Drácula al principio, jajaja.
-Lujuria revuelve-estómagos nada romántica y probablemente muy anacrónica desde el principio entre Vlad y su amada.
-Épicos los vítores de sus soldados al abrirse las puertas de su castillo.
-¿Las cruces de piedra de los altares llevan en su interior cañerías de sangre a presión? ¿Cómo va lo de la transformación exactamente? ¿Los clérigos que le ven apostatando y dándose un festín de sangre crucífera no le denuncian ni persiguen?
-El escenario por el que se mueve el tren es el que más parece de cartón piedra, jaja.
-Memorables los momentos de Drácula vigilando en el cielo o cosas así.
-Seré un blando, pero no me parece tan nefasta la actuación de Keanu Reeves ¿no?
-¿Los gitanos no flipaban con las exhibiciones preternaturales tan sobradas de Drácula?
-Qué obsesión tiene el Francis por lo de chupar pezones, macho, especialmente los masculinos. Algún atragantamiento embarazoso por pelo habría estado bien.
-Inconsistencias que he comentado más arriba: a la visión cristiana ortodoxa no parece darle validez la película y los protagonistas tampoco mucho, pero los crucifijos, agua bendita y hostias tienen cierto efecto.
-Más inconsistencias: exquisitos modales del doctor ese, pero antes de eso su manicomio parece una mazmorra de mala muerte y se droga ahí en una exhibición más del exceso de esta película. ¿Qué se quería transmitir? ¿Que la influencia del vampiro los enloquecía y hacía a todos viciosos? ¿O que ya eran así y es sin más para el disfrute del director?
-Hay un momento en que Guarrona, digo Winona Ryder dice de su amiga que es casta y nosequé. ¡VENGA YAAA! De nuevo, delirio onírico sin venir a cuento lésbico en el laberinto ese. Por cierto, ¿de qué vivía su amiga para tener esos bienes inmuebles y en tan buen estado. ¿Qué se cuentan sus padres (no los recuerdo en la película)?
-Curioso el yeti ese que dicen algunos de Drácula, jajajaja. Por cierto, ¿lo de copular hace falta como lo de la sangre o es solo por afición?
-¿Como que Drácula puede andar al sol? Y ¿puede parecer joven pero en Transilvania elige tener esa pinta de abuelo de piel marmórea, manos peludas y peinado raro de abuela?
-Drácula con el lobo parece un anuncio de perfume.
-Con estas esposas que quieren irse con el vampiro desde el segundo cero y disimulan tan poco dan ganas de mandarlas al cuerno. Cortaos más ¿o qué?
-Van Helsing, médico, dejándose chupar la sangre por un murciélago. ¿Qué podría salir mal en la vida real? Por cierto, ¿hay un momento en que se teletransporta, jajajaja? Y ¿pasa delante de ellos el gran zorro volador tropical y se quedan tan pichis todos o me lo he imaginado? ¿Cómo averigua que el vampiro es Vlad? ¿Cómo lleva toda la vida persiguiéndole sin éxito si no se ha movido, supongo, de su castillo original?
-¿Qué es ese agujero del suelo en el que se mete Gary Oldman hasta los hombros, jajajaja? Da miedo, pero ¿alguien que pasee por el jardín no se lo puede encontrar y darse un susto? ¿Y si cortan el césped?
-¿Qué pasa con el extra al que se carga Drácula? ¿Por qué a los protas no se carga a ninguno? ¿Por qué no se atrincheran en casa en vez de pasear separados por tinieblas insondables? ¿Un tiro no lo mata pero cuchillos sí? ¿De dónde salen esas ratas (desde cuándo puede transformarse en más de un animal)?
-¿Unos ingleses se casarían (o incluso podrían casarse) por la Iglesia autodenominada Ortodoxa. Y, ¿son así las bodas, con coronas paganas y morreos morrocotudos al final (bueno, esto ya sé que es más cosa de la película)?
-¿Queman la tierra transilvana? ¿Y eso qué hace? Si la tierra no arde en su mayor parte ¿no?
-Etc.
-Para acabar, esto no es de aquí pero no me cabía en la crítica principal: me quedo con las ganas de ver un Drácula con bigote y nariz aguileña como en el libro (eso me sorprendió al leerlo); aunque este si tiene la piel blanquísima (no así los labios de un rojo sanguinoliento).
-Inverosímil aunque original armadura de Drácula al principio, jajaja.
-Lujuria revuelve-estómagos nada romántica y probablemente muy anacrónica desde el principio entre Vlad y su amada.
-Épicos los vítores de sus soldados al abrirse las puertas de su castillo.
-¿Las cruces de piedra de los altares llevan en su interior cañerías de sangre a presión? ¿Cómo va lo de la transformación exactamente? ¿Los clérigos que le ven apostatando y dándose un festín de sangre crucífera no le denuncian ni persiguen?
-El escenario por el que se mueve el tren es el que más parece de cartón piedra, jaja.
-Memorables los momentos de Drácula vigilando en el cielo o cosas así.
-Seré un blando, pero no me parece tan nefasta la actuación de Keanu Reeves ¿no?
-¿Los gitanos no flipaban con las exhibiciones preternaturales tan sobradas de Drácula?
-Qué obsesión tiene el Francis por lo de chupar pezones, macho, especialmente los masculinos. Algún atragantamiento embarazoso por pelo habría estado bien.
-Inconsistencias que he comentado más arriba: a la visión cristiana ortodoxa no parece darle validez la película y los protagonistas tampoco mucho, pero los crucifijos, agua bendita y hostias tienen cierto efecto.
-Más inconsistencias: exquisitos modales del doctor ese, pero antes de eso su manicomio parece una mazmorra de mala muerte y se droga ahí en una exhibición más del exceso de esta película. ¿Qué se quería transmitir? ¿Que la influencia del vampiro los enloquecía y hacía a todos viciosos? ¿O que ya eran así y es sin más para el disfrute del director?
-Hay un momento en que Guarrona, digo Winona Ryder dice de su amiga que es casta y nosequé. ¡VENGA YAAA! De nuevo, delirio onírico sin venir a cuento lésbico en el laberinto ese. Por cierto, ¿de qué vivía su amiga para tener esos bienes inmuebles y en tan buen estado. ¿Qué se cuentan sus padres (no los recuerdo en la película)?
-Curioso el yeti ese que dicen algunos de Drácula, jajajaja. Por cierto, ¿lo de copular hace falta como lo de la sangre o es solo por afición?
-¿Como que Drácula puede andar al sol? Y ¿puede parecer joven pero en Transilvania elige tener esa pinta de abuelo de piel marmórea, manos peludas y peinado raro de abuela?
-Drácula con el lobo parece un anuncio de perfume.
-Con estas esposas que quieren irse con el vampiro desde el segundo cero y disimulan tan poco dan ganas de mandarlas al cuerno. Cortaos más ¿o qué?
-Van Helsing, médico, dejándose chupar la sangre por un murciélago. ¿Qué podría salir mal en la vida real? Por cierto, ¿hay un momento en que se teletransporta, jajajaja? Y ¿pasa delante de ellos el gran zorro volador tropical y se quedan tan pichis todos o me lo he imaginado? ¿Cómo averigua que el vampiro es Vlad? ¿Cómo lleva toda la vida persiguiéndole sin éxito si no se ha movido, supongo, de su castillo original?
-¿Qué es ese agujero del suelo en el que se mete Gary Oldman hasta los hombros, jajajaja? Da miedo, pero ¿alguien que pasee por el jardín no se lo puede encontrar y darse un susto? ¿Y si cortan el césped?
-¿Qué pasa con el extra al que se carga Drácula? ¿Por qué a los protas no se carga a ninguno? ¿Por qué no se atrincheran en casa en vez de pasear separados por tinieblas insondables? ¿Un tiro no lo mata pero cuchillos sí? ¿De dónde salen esas ratas (desde cuándo puede transformarse en más de un animal)?
-¿Unos ingleses se casarían (o incluso podrían casarse) por la Iglesia autodenominada Ortodoxa. Y, ¿son así las bodas, con coronas paganas y morreos morrocotudos al final (bueno, esto ya sé que es más cosa de la película)?
-¿Queman la tierra transilvana? ¿Y eso qué hace? Si la tierra no arde en su mayor parte ¿no?
-Etc.
-Para acabar, esto no es de aquí pero no me cabía en la crítica principal: me quedo con las ganas de ver un Drácula con bigote y nariz aguileña como en el libro (eso me sorprendió al leerlo); aunque este si tiene la piel blanquísima (no así los labios de un rojo sanguinoliento).
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