A medio camino entre una trama judicial, una experiencia vivida años atrás, un amor imposible y una obsesión por resolver un caso de violación y asesinato inconcluso nos encontramos al protagonista de El secreto de sus ojos, en una mezcla bien estructurada de un cine oscuro que ofrece pinceladas de intriga, amistad, romanticismo y suspense, sin pasar por alto el humor argentino del que no podemos hacer caso omiso en esta cinta de coproducción argentino-española. Grandes interpretaciones, destacando a Ricardo Darín como Benjamín Espósito, y a su compañera de reparto, Soledad Villamil, en el papel de Irene.

Un guión excepcional que hace pensar y reflexionar en muchos sentidos, que no pierde ritmo en minuto alguno y que trata de temas asuntos tan variopintos como las pasiones, el amor, la lealtad, la justica o la venganza, todo ello granjeado con una conexión precisa y perfecta de todos los temas que hacen de ésta una película muy completa, a pesar de los cambios temporales que en ella se producen, como ocurre con el ambiente general que rodea la cinta entre lo clásico y lo moderno.

Un film lleno de emoción y sentimiento con un final impresionante que no puede dejar indiferente a nadie.

Añadir, por último, que cuenta con una gran banda sonora del compositor y pianista Federico Jusid, que acompaña las imágenes durante el largometraje.

En definitiva, una obra maestra de los últimos tiempos. Gracias Campanella.

Película de alto voltaje emocional no apta para románticos enamorados. Tras dos años esperando su llegada a la gran pantalla, nos encontramos con un triángulo amoroso en el que el excéntrico protagonista, interpretado de forma extraordinaria por el retirado Joaquin Phoenix, es abordado doblemente por las flechas de Cupido. Por un lado, su nueva y guapa vecina Michelle, misterios, inestable emocionalmente y enamorada del hombre equivocado; y, por otro, Sandra, la hija del futuro socio de su padre y esposa ideal, que conoce sus problemas y está entregada a él. En esta encrucijada tendrá que elegir con cuál se queda, si se deja llevar por la pasión y el desenfreno o por la estabilidad y comodidad familiar.

Gran actuación de los tres actores en el oscuro barrio de Brooklyn, que nos enseñan las dificultades y complicaciones de las relaciones -familiares y amorosas- del mundo adulto. Una lucha eterna entre la tradición familiar, la ilusión del impulso de la pasión irrefrenable y las consecuencias de la búsqueda de la felicidad tras los fracasos y decepciones que suceden en la vida.

Su calificación de drama romántico apenas es fiel a la realidad de su contenido que, lejos de toda apariencia, es uno de los más crudos del género y mejor narrados, ya que nos muestra la cara más amarga y triste del amor. Para quedarse con el corazón encogido. Sin tiento.