Una historia muy interesante pero complicada de rodar, se convierte en una extraordinaria película.

La neutralidad en la narración de Mindscape la hace encantadora porque nos sumerge hasta el fondo, sin artificios de ninguna clase, en los recuerdos de los dos personajes principales y de la eterna duda de si realmente estamos presenciado la realidad o una adulterada gran mentira (otra vez tenemos como referente la gran canción de Guille) y todo esto con el interesante punto de partida de que la percepción de la realidad es siempre el mismo camino sin retorno (parecido al de Otto Preminger), la idealización del pasado con la consiguiente infravaloración del presente es innata en el ser humano.

Grandes planos como los exteriores de la casa donde vive la adolescente e interpretaciones convincentes para un hábil desarrollo argumental al compás de un sugerente tic tac, ¡imprescindible!...

Era una de las pocas películas que me falta por ver del grandisimo B. Wilder, La Sexta3 me ha dado esta tarde la oportunidad de verla, no está entre las mejores del director, sin duda, no se puede comparar con otras como La tentación vive arriba o Con Faldas y a lo loco. A pesar de esto, merece la pena, gran interpretación del gran Jack Lemmon, algunos gags cómicos muy buenos y una historia que se hace un poco larga pero que te mantiene interesado en la trama. Aspectos negativos Shirley MacLaine no me acaba de convencer, la historia esta demasiado alargada, creo que se podría haber recortado metraje para dar un mayor ritmo a la peli.

más que una ladrona de libros, podríamos definir a la encantadora y dulce Liesel como una hurtadora ocasional de libros...

Una buena película cargada de edulcorante, por momentos se le ha ido la mano con la dosis de azúcar y eso de estar continuamente con el ja, nain, macht der Film nicht völlig rund... me dejo muy frío la relación con Max (le falta algo para entender esa complicidad) y me enternece de una forma superlativa la amistad teñida de amor de Rudy...

El prólogo de la película y su epílogo es de una ternura tan precisa en la realización que es casi imposible no emocionarse, la Banda Sonora de John Williams encaja perfectamente con la narración visual de los acontecimientos y las interpretaciones tienen un nivel muy alto sobre todo la del padre (Geoffrey Rush) y la de la niña (Sophie Nélisse)... guiño a una de las mejores novelas de Saramago, Las intermitencias de la muerte...

Visualmente la peli es espectacular como todo lo que rueda Tim Burton, de las que hay que ver en pantalla grande, algo que por cierto yo no hice pues me conforme con el salón de mi casa.

La historia aburre, mal ritmo en la narración de los acontecimientos, diálogos muy pobres, personajes insulsos, sobre todo, la protagonista, Alicia. La B.S.O. de Danny Elfman es notable.