Si se me concediera saber algo optaría por descifrar si finalmente la música, es triste. Esta película no deja de transmitirme las emociones y sensaciones más inmaculadas, a las cuales me rindo y caigo con estrepitosa ebriedad. Toda la peli constituye la narrativa épica de un hermoso poema, de una naturaleza etérea sin precedentes. No logro entender si el final es un final feliz, de serlo que extraña antinomia se propone esa música tenue como un susurro, ese piano apacible y los violines en esa suerte de comparsa diferente de lo que presencie. No hallo comparación equivalente porque aquí, todas las formas posibles en que el cine puede destacarse como arte alcanzan niveles de estratosfera. Es extremadamente bella. Personajes influidos por la magia haciendo de las situaciones más comunes, un testamento que a fuerza de incorporarse en lo más hondo del corazón, te muestra la vida de una forma diferente.

Estoy muy seguro cuando digo que verla produce una mezcla de amargura en distintos niveles que sabe a magia. No exagero si digo que esta película me cambio la vida.