Lo primero, saber que está basado en hechos reales hace que veas la cinta de otra manera. Es una película que engaña, pero no a mal. Al principio puede parecer que está soso, falto de ritmo o muy planos los personajes. Comienza a parecer una peli que será el típico guapo, la chica y el profesor sabio con un poco de acción y romance a lo serie de TV. Piensas "buf, me da que me voy a aburrir..." Pero tiene trampa, porque aunque te presenten a un personaje guaperas como el protagonista, no te dejan descuidarte de los amigos de éste, de sus personalidades y maneras de pensar. Alguien que daba pena, llega a dar rabia. Alguien que puede causar rechazo, hace que sientas orgullo. Y eso engancha, porque empiezas a saber más de ellos y a intentar entenderlos, con sus aciertos y errores como todo hijo de vecina.

La puesta en escena, ambientación e iluminación son muy interesantes, muchos tonos cálidos que contrastan con conversaciones de temas fríos. No es una peli de acción al uso, es un thriller psicológico. La evolución de los personajes se palpa durante el metraje, que juega con el espectador llevándole en una dirección tan obvia que sabe que no pasará lo que apuntan, pero sorprendentemente tampoco pasa lo que desde la butaca se sospecha. Es exactamente ese "ah pues no" lo que se va convirtiendo en un "qué cabrón, me la ha jugado de nuevo". Y eso gusta y se agradece. Y mucho. La banda sonora y el sonido hacen que entres en la historia y se haga natural aunque se trate de ficción, entras en la historia.

Una dirección bien ejecutada con un guión que, aunque no sea perfecto, conecta e hila la historia principal con sus subtramas que, aunque breves, en algunos casos están muy bien expresadas. El director cierra la película subiendo el clímax una vez más por si el espectador se las volvía a dar de listo.