Nada, en absoluto original, previsible, pretenciosa hasta la náusea. No puedo entender las buenas críticas. La interpretación de Joaquin Phoenix no es en absoluto creíble, contínuamente con una risita falsa insoportable. Lo único que se salva es la interpretación de Amy Adams, y el diseño de los pantalones masculinos. Se nota el esfuerzo para llegar a ser un icono de la historia del cine, pero consigue ser un icono de la impostura y el más sublime aburrimiento. Como alguien más ha comentado no le pongo un cero ya que no se puede.

Leo las críticas de este episodio, en general negativas, y entiendo que la cuestión es que no me acaba de convencer la serie Black Mirror en su conjunto.

Me sorprendió y angustió la primera temporada de Black Mirror, pero en general, la encuentro repetitiva en sus ideas. Sin embargo Demon79 es deliciosamente irónico, sorprendente como los ojos de su protagonista, siempre perfecta. Tal vez no sigue las normas del resto de episodios de la serie, tal vez por eso es una maravilla.

¿Quién no quiere recibir la sonrisa de Paapa Essiedu en su versión Boney M?