En toda escuela de cine que se aprecie, la introducción al temario debería ser la visualización de esta película. Espectacular de principio a fin, James Cameron consigue la difícil tarea de llevar al espectador de lleno al que fue el buque de los sueños en aquel viaje que para algunos era el comienzo de una nueva vida, y que por desgracia acabó siendo el final de la anterior allá por 1912. El dramático naufragio que condenó a 1.500 personas hace 108 años, sumado a una preciosa historia romántica y de supervivencia, acentuado por una de las mejores bandas sonoras de la historia (su compositor no podía ser otro que James Horner) logra crear en el espectador lo más difícil de conseguir en el mundo del cine: sentimientos.
Cuando una película no puede dejar de verse, cuando cada vez que se reproduce es como si volvieras a vivir la aventura, sabes que es una muy buena película. Con 11 estatuillas más que merecidas, el film de Cameron es considerada una de las mejores películas de la historia, y yo lo corroboro con esta crítica.
Todo esfuerzo tiene su recompensa, y esta obra maestra no iba a ser menos. Meses y meses de trabajo a destajo y un presupuesto de 200 millones de euros perfectamente invertidos han levantado lo que sin duda será un legado imborrable para la historia. El director tenía que estar muy seguro del bombazo que se traía entre manos cuando deambulaba de productora en productora pidiendo presupuesto. Está claro que la confianza es lo más importante a la hora de hacer algo.
En la parte técnica, sobran las palabras. Efectos especiales brutales y asombrosos tratándose de 1996; un cuidado extremo, como si de una madre se tratara, del sonido y la imagen, acompañada casi en todo momento por la embellecedora música que encogió el corazón a los espectadores en cada una de las salas de cine y, como no, un maravilloso reparto de actores encabezado por los jovencísimos Leo DiCaprio y Kate Winslet, a los que esta película catapultó merecidamente a la fama mundial.

En conclusión, James Cameron nos enseña en 'Titanic' el noble arte de cómo hacer cine. Disfrútenla, súfranla y sobre todo aprendan de ella.