Comedia romántica a partes iguales. No sólo nos cuenta la historia de Bridget, una mujer treintañera y algo desesperada, sino que nos regala momentos surrealistas de su vida. Con claras influencias de Jane Austen y su "Orgullo y prejuicio" , la película se desarrolla entre mitos (la soltería a los treinta, el alma celestina de las madres, el chico guapo pero superficial, el reservado pero encantador, esos amigos siempre variopintos y entrañables) y realidades (la eterna inseguridad en uno mismo, el afán de superacion, los prejuicios, las segundas oportunidades y terceras y cuartas...)

Si bien no puede catalogarse como película de culto (ni mucho menos), sí merece un apartado lejos de esas vanas películas sensibleras.
Ese es el motivo porque me ha parecido una gran película. He pasado un gran rato.

Al parecer el baile vende. Y eso me parece muy bien. El problema lo tengo cuando a baile le llaman cualquier movimiento espasmódico.

Así que no merece la pena ni por lo básico. Vamos, ni por la temática artística.

Tremenda película sobre la vida misma. Relatada desde una perspectiva adolescente, nos entremezcla el autoengaño, la amistad, el amor y la aceptación para presentarnos una historia que cambia la vida de sus protagonistas desde un principio. Quizás no con la profundidad necesaria, nos propone un viaje al centro de la existencia. Nos invita a reflexionar. A hacernos preguntas: ¿nos dirige el azar?, ¿existen pruebas a lo largo del camino?, ¿podemos valorar lo que somos, lo que tenemos lo suficiente?... Pero, ante todo, es una película de sobrevivientes.

Con dos ritmos distintos, uno lento al principio y otro imparable al final, la historia nos atrapa a cada minuto que pasa. Es una historia ahogada por la realidad. Es una historia realista.