La valoración final es positiva, quizá influenciada por poder disfrutar de las calles y rincones de Oviedo en la gran pantalla, por la magia que en mi opinión desprende, por la fusión entre drama y comicidad, y porque aunque quizá no sea espectacular, ofrece algo diferente y precioso, y como no, por una dirección, banda sonora y elenco de actores impagable.

Ratatouille, una película de animación excelente (adjetivos los cuales no suelen ir unidos prácticamente nunca), pero en este caso la calidad es innegable, no solo en el aspecto técnico sino también en la brillantez de su guión, exquisita, con muy buen gusto, entretenida y didáctica, con un apoteósico clímax final, inteligente y divertida..., en comparación con lo último que ha salido por ahí, a años luz de ese capítulo de hora y media de Los Simpsons en la gran pantalla, o la cada vez más penosa tercera parte de Shrek (fue muy buena la primera, el resto fueron un insulto, una patada en el culo de todo aquel que pagó por verlas). En resumen, Ratatouille le daría un 8, muy aconsejable para un verano en el que casi nada se deja ver en la gran pantalla y mucho menos en lo que a animación se refiere.