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3
14 de septiembre de 2024
14 de septiembre de 2024
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un tipo supermazao que fuma, bebe cocacola, y usa ketchup, es el mejor chef de USA. Los trucos de cocina que a veces salen para darle ese punch élite-jo-cuánto-sabemos, son los que te contaba tu madre cuando eras peque y hacía un bizcocho leyendo la receta de la revista Lecturas.
La dirección de personajes bien. La cámara, horrible, pero ya es la habitual en el troquelado de series de streaming. Parece que ahora ya todos los cámaras tienen parkinson. Los actores bien. La dirección mediocre. El guión pésimo. Básicamente gente que grita. Y se supone que tienes que estar intrigado por saber porqué grita cada uno. Pero en realidad lo sabes desde el principio: gritan porque les gusta.
Para lo que da, exige demasiado por parte del espectador.
La dirección de personajes bien. La cámara, horrible, pero ya es la habitual en el troquelado de series de streaming. Parece que ahora ya todos los cámaras tienen parkinson. Los actores bien. La dirección mediocre. El guión pésimo. Básicamente gente que grita. Y se supone que tienes que estar intrigado por saber porqué grita cada uno. Pero en realidad lo sabes desde el principio: gritan porque les gusta.
Para lo que da, exige demasiado por parte del espectador.

7,6
42.574
2
22 de diciembre de 2024
22 de diciembre de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dice la descripción: Los odios ancestrales entre los hutu (la etnia dominante) y los tutsi provocan el asesinato del presidente... Esta es la versión de la BBC, la francesa, la europea, la estadounidense: la mentira.
Le pongo un 3 por los actores, pero la película es pura propaganda que en occidente nos hemos tragado por complaciencia e hipocresía. ¿Odios ancestrales entre etnias? Ay como son estos 'negritos'... Pues no. Los belgas decidieron quién era tutsi y quién hutu así: quien tenía más de 10 vacas era tutsi, quien tenía menos de 10 era hutu. Y ahora os damos un carnet y en todos ellos ponemos si eres hutu o tutsi, si no como nos pareceis todos iguales nos liamos.
En Nyamata está el Nyamata Genocide Memorial. En el museo te cuentan que allí murieron 10.000 personas. Ruanda la colonizaron los alemanes, y tras la tercera guerra francoprusiana (la que aquí llamamos segunda guerra mundial) pasó a ser de Bélgica. Los belgas, para organizar un poco y aclararse, se asociaron a los ricos, a los que llamaron tutsis. El 90% restante pasó a ser hutu, y les dieron a todos carnets de identidad en los que diferenciaba claramente a los ricos de los trabajadores.
Un tiempo después los belgas decidieron que necesitaban el apoyo de la mano de obra, así que fueron dejando de lado a los tutsis y haciendo acuerdos con los hutus. Fue en ese momento cuando se empezó a dividir la sociedad en dos.
En los '60 Ruanda se independizó. En el 73 empezó la neocolonización: los franceses entraron en juego apoyando al presidente, económica y militarmente. La élite tutsi terminó exiliándose. En el exilio, el Reino Unido los armaba y preparaba para volver y gobernar el país, y así quitárselo a Francia. Mientras, en Ruanda, tutsis y hutus vivían juntos, eran vecinos, trabajaban en los mismos sitios, pero los políticos alimentaban el discurso de odio para sus propios fines. Ya sabemos cómo funciona, lo estamos viviendo en occidente ahora mismo. Si construyes bien el discurso somos incapaces de distinguir la verdad de la mentira, y es fácil polarizar y deshumanizar al contrario para que así estés moralmente preparado para cualquier barbaridad.
Volviendo a Nyamata, allí en el 92 los hutus masacraron a los tutsis. Una mujer italiana protegió en una iglesia a muchas familias, y denunció en la radio francesa lo que estaba pasando: que los asesinos venían en coches del gobierno. Al denunciarlo, fueron los hutus a la iglesia a por la italiana, y allí delante de todos los niños le pegaron un tiro en la cabeza.
Dos años después, en abril de 1994, cuando estalló el genocidio, el sitio era conocido por ser refugio de tutsis, y allí fueron 10.000 personas a refugiarse, la mayoría mujeres y niños. Pero esta vez no había nadie para protegerlos.
Allí en el museo hay actualmente 10.000 personas enterradas, y han conservado las ropas agujereadas y manchadas de sangre, los destrozos de las granadas, vitrinas llenas de cráneos agujereados y abiertos a machetazos. Cráneos grandes y pequeñitos.
Tienen allí un ataúd de una mujer que 50 personas violaron, y luego la mataron atravesándola con una espada desde abajo hasta salirle por la boca.
Y los carnets. Tienen allí los carnets de los asesinados, esos que ponen que los muertos son tutsis.
En los meses de genocidio, llevaban a la gente a los estadios diciéndoles que era sitios protegidos, y allí los mataban a todos. A los hombres les cortaban los genitales hasta morir desangrados; a las mujeres las violaban y mataban. En el museo se puede ver vídeos de supervivientes contando lo que sucedió.
Volviendo al marco bélico. Los tutsis armados por el Reino Unido querían volver a Ruanda y tomarlo. Los franceses no querían que Ruanda cayera en manos de la Commonwealth, y entrenaban y armaban a los hutus.
En el museo te muestran los mensajes que usaban como propaganda, los programas de radio, artículos de prensa: discursos muy parecidos a los que vemos ahora en nuestros partidos políticos.
Estuvieron muchos años utilizando mensajes de miedo y odio con idea de que cada bando deshumanizase al contrario, que les parecieran animales, para así luego poder matarlos como tales.
El famoso hotel de marras. Esta vez es el museo Kigali Genocide Memorial el que nos cuenta la historia. En las habitaciones del Hôtel des Mille Collines los hutus violaban sistemáticamente a las mujeres. En aquél lugar el ejército reunió a entre 40 y 50.000 personas, y los asesinaron. Cuando llegaron los soldados franceses, apartaban para ellos las chicas más jóvenes. Cuentan en el Memorial que los franceses se grababan haciendo como que salvaban gente, cuando ya habían muerto casi todos. Testimonios de la gente de los pueblos de alrededor cuentan que los hutus se llevaban a las mujeres para que los franceses las violasen. Sobre la fosa común, sobre los cuerpos, los franceses montaron una pista de volveibol para entretenerse, jugando y saltando encima de los cadáveres.
A Europa lo que llegó fue la foto de los franceses que fueron allí para intentar pararlo. Tras la guerra alemana había un protocolo anti-genocidio que obligaba a la comunidad internacional a interceder en cuanto ocurriese.
Pero en este caso, Bill Clinton en EEUU, Kofi Annan en la ONU, y los principales líderes occidentales, prohibieron utilizar la palabra "genocidio".
Así no estaban obligados a actuar. Dice el famoso documental de la BBC que Francia quería entrar allí a parar el genocidio, pero que la legalidad internacional se lo impedía. Qué hipocritas somos.
100 días estuvo occidente evitando usar la palabra. Tres meses de masacre. El protocolo no se activaba simplemente porque no se mencionaba la palabra genocidio.
Bajo la nota de un 3 a un 2. Lo siento por la parte cinematográfica, pero el mensaje es demasiado importante en este caso. Tapar la historia con propaganda es lo que nos puede llevar a repetirla.
Le pongo un 3 por los actores, pero la película es pura propaganda que en occidente nos hemos tragado por complaciencia e hipocresía. ¿Odios ancestrales entre etnias? Ay como son estos 'negritos'... Pues no. Los belgas decidieron quién era tutsi y quién hutu así: quien tenía más de 10 vacas era tutsi, quien tenía menos de 10 era hutu. Y ahora os damos un carnet y en todos ellos ponemos si eres hutu o tutsi, si no como nos pareceis todos iguales nos liamos.
En Nyamata está el Nyamata Genocide Memorial. En el museo te cuentan que allí murieron 10.000 personas. Ruanda la colonizaron los alemanes, y tras la tercera guerra francoprusiana (la que aquí llamamos segunda guerra mundial) pasó a ser de Bélgica. Los belgas, para organizar un poco y aclararse, se asociaron a los ricos, a los que llamaron tutsis. El 90% restante pasó a ser hutu, y les dieron a todos carnets de identidad en los que diferenciaba claramente a los ricos de los trabajadores.
Un tiempo después los belgas decidieron que necesitaban el apoyo de la mano de obra, así que fueron dejando de lado a los tutsis y haciendo acuerdos con los hutus. Fue en ese momento cuando se empezó a dividir la sociedad en dos.
En los '60 Ruanda se independizó. En el 73 empezó la neocolonización: los franceses entraron en juego apoyando al presidente, económica y militarmente. La élite tutsi terminó exiliándose. En el exilio, el Reino Unido los armaba y preparaba para volver y gobernar el país, y así quitárselo a Francia. Mientras, en Ruanda, tutsis y hutus vivían juntos, eran vecinos, trabajaban en los mismos sitios, pero los políticos alimentaban el discurso de odio para sus propios fines. Ya sabemos cómo funciona, lo estamos viviendo en occidente ahora mismo. Si construyes bien el discurso somos incapaces de distinguir la verdad de la mentira, y es fácil polarizar y deshumanizar al contrario para que así estés moralmente preparado para cualquier barbaridad.
Volviendo a Nyamata, allí en el 92 los hutus masacraron a los tutsis. Una mujer italiana protegió en una iglesia a muchas familias, y denunció en la radio francesa lo que estaba pasando: que los asesinos venían en coches del gobierno. Al denunciarlo, fueron los hutus a la iglesia a por la italiana, y allí delante de todos los niños le pegaron un tiro en la cabeza.
Dos años después, en abril de 1994, cuando estalló el genocidio, el sitio era conocido por ser refugio de tutsis, y allí fueron 10.000 personas a refugiarse, la mayoría mujeres y niños. Pero esta vez no había nadie para protegerlos.
Allí en el museo hay actualmente 10.000 personas enterradas, y han conservado las ropas agujereadas y manchadas de sangre, los destrozos de las granadas, vitrinas llenas de cráneos agujereados y abiertos a machetazos. Cráneos grandes y pequeñitos.
Tienen allí un ataúd de una mujer que 50 personas violaron, y luego la mataron atravesándola con una espada desde abajo hasta salirle por la boca.
Y los carnets. Tienen allí los carnets de los asesinados, esos que ponen que los muertos son tutsis.
En los meses de genocidio, llevaban a la gente a los estadios diciéndoles que era sitios protegidos, y allí los mataban a todos. A los hombres les cortaban los genitales hasta morir desangrados; a las mujeres las violaban y mataban. En el museo se puede ver vídeos de supervivientes contando lo que sucedió.
Volviendo al marco bélico. Los tutsis armados por el Reino Unido querían volver a Ruanda y tomarlo. Los franceses no querían que Ruanda cayera en manos de la Commonwealth, y entrenaban y armaban a los hutus.
En el museo te muestran los mensajes que usaban como propaganda, los programas de radio, artículos de prensa: discursos muy parecidos a los que vemos ahora en nuestros partidos políticos.
Estuvieron muchos años utilizando mensajes de miedo y odio con idea de que cada bando deshumanizase al contrario, que les parecieran animales, para así luego poder matarlos como tales.
El famoso hotel de marras. Esta vez es el museo Kigali Genocide Memorial el que nos cuenta la historia. En las habitaciones del Hôtel des Mille Collines los hutus violaban sistemáticamente a las mujeres. En aquél lugar el ejército reunió a entre 40 y 50.000 personas, y los asesinaron. Cuando llegaron los soldados franceses, apartaban para ellos las chicas más jóvenes. Cuentan en el Memorial que los franceses se grababan haciendo como que salvaban gente, cuando ya habían muerto casi todos. Testimonios de la gente de los pueblos de alrededor cuentan que los hutus se llevaban a las mujeres para que los franceses las violasen. Sobre la fosa común, sobre los cuerpos, los franceses montaron una pista de volveibol para entretenerse, jugando y saltando encima de los cadáveres.
A Europa lo que llegó fue la foto de los franceses que fueron allí para intentar pararlo. Tras la guerra alemana había un protocolo anti-genocidio que obligaba a la comunidad internacional a interceder en cuanto ocurriese.
Pero en este caso, Bill Clinton en EEUU, Kofi Annan en la ONU, y los principales líderes occidentales, prohibieron utilizar la palabra "genocidio".
Así no estaban obligados a actuar. Dice el famoso documental de la BBC que Francia quería entrar allí a parar el genocidio, pero que la legalidad internacional se lo impedía. Qué hipocritas somos.
100 días estuvo occidente evitando usar la palabra. Tres meses de masacre. El protocolo no se activaba simplemente porque no se mencionaba la palabra genocidio.
Bajo la nota de un 3 a un 2. Lo siento por la parte cinematográfica, pero el mensaje es demasiado importante en este caso. Tapar la historia con propaganda es lo que nos puede llevar a repetirla.
2
26 de noviembre de 2023
26 de noviembre de 2023
6 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Personajes estereotipados, muy malos actores: el protagonista es para matarlo, cada vez que se pone a levantar los hombros y las cejas me saca de la historia.
¿Realista? Desde cuando la gente real da discursos de 10 minutos, o le cuenta a su jefe cómo se hace una paja. ¿Y la música? Al parecer David Simon no es capaz de hacer algo realista con música. ¿Por qué? Probablemente por lo mismo que no sabe expresarse con la imagen.
El principal problema de la serie es que Simon no sabe explicar con lo visual, así que todo lo que cuenta lo hace mediante texto en boca de sus personajes. Por eso la serie es una agotadora e incesante consecución de gente que habla. La imagen no es más que una obligación del formato elegido. Tal como está desarrollada podría ser un podcast, como producto audiovisual no funciona.
Pero como podcast aprobaría por los pelos. Los diálogos son malos, soeces hasta el extremo, repetitivos e irreales. No es soez con la naturalidad del colegueo de Reservoir Dogs, sino para dejar claro lo bad-ass que es todo el mundo de manera sistemática. Cualquiera de los diálogos de la serie puesto en la vida real darían vergüenza ajena. Me presentan a hombres y mujeres, de los que lo primero que me dicen es si es hetero o gay. ¿De verdad necesita definir a los personajes en función de su orientación sexual?
Yo no conozco la orientación sexual de prácticamente ninguno de mis compañeros de trabajo, eso no define a nadie.
En resumen, mal guión, malos diálogos, malos actores, nivel de credibilidad ínfimo, y dirección y cámara muy justitos.
Y quien diga que esta serie es la mejor, o es un fan del tema y lo evalúa con el corazón y no con la cabeza, o no ha visto series buenas. Que las hay a montones: Fargo, Los Soprano, Hora de Aventuras, Twin Peaks, Barry, Ghost in the shell, Evangelion, Cowboy bebop, Galáctica, Atlanta, Secretos de un matrimonio,... podría estar así media tarde diciendo series mejores que esta.
¿Realista? Desde cuando la gente real da discursos de 10 minutos, o le cuenta a su jefe cómo se hace una paja. ¿Y la música? Al parecer David Simon no es capaz de hacer algo realista con música. ¿Por qué? Probablemente por lo mismo que no sabe expresarse con la imagen.
El principal problema de la serie es que Simon no sabe explicar con lo visual, así que todo lo que cuenta lo hace mediante texto en boca de sus personajes. Por eso la serie es una agotadora e incesante consecución de gente que habla. La imagen no es más que una obligación del formato elegido. Tal como está desarrollada podría ser un podcast, como producto audiovisual no funciona.
Pero como podcast aprobaría por los pelos. Los diálogos son malos, soeces hasta el extremo, repetitivos e irreales. No es soez con la naturalidad del colegueo de Reservoir Dogs, sino para dejar claro lo bad-ass que es todo el mundo de manera sistemática. Cualquiera de los diálogos de la serie puesto en la vida real darían vergüenza ajena. Me presentan a hombres y mujeres, de los que lo primero que me dicen es si es hetero o gay. ¿De verdad necesita definir a los personajes en función de su orientación sexual?
Yo no conozco la orientación sexual de prácticamente ninguno de mis compañeros de trabajo, eso no define a nadie.
En resumen, mal guión, malos diálogos, malos actores, nivel de credibilidad ínfimo, y dirección y cámara muy justitos.
Y quien diga que esta serie es la mejor, o es un fan del tema y lo evalúa con el corazón y no con la cabeza, o no ha visto series buenas. Que las hay a montones: Fargo, Los Soprano, Hora de Aventuras, Twin Peaks, Barry, Ghost in the shell, Evangelion, Cowboy bebop, Galáctica, Atlanta, Secretos de un matrimonio,... podría estar así media tarde diciendo series mejores que esta.
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