Parece una película del primo paleto y putero de David Lynch puesto hasta las cejas de Crack mezclado con matarratas.De lo peor que he visto en mi vida de cine de autor.

Controvertido último trabajo del ya considerado un director de culto con solo 42 años y nada más que 5 títulos a sus espaldas Paul Thomas Anderson.Denso drama psicológico en el que prima la forma sobre el fondo a una gran realización (montaje brillante,elegantes planos y estilizados movimientos de cámara) hay que unir una meticulosa disección de los 2 personajes principales,uno perturbado y el otro mentiroso manipulador,magníficamente interpretados por Joaquin Phoenix y Philip Seymour Hoffman respectivamente.Estos 2 grandes aciertos priman sobre una aparente falta de argumento y de desarrollo de acontecimientos,que es solo aparente,pues la película son sus dos protagonistas y sus atormentadas vidas.Un gran film sobrio y denso.Abstenerse palomiteros.