Thriller psicológico, con un poco de género de terror. Pocura enfocar el drama desde otros ángulos posibles y jugando con otro orden del que suele ser en estas películas. Aunque lo consigue, y es capaz de tenerte algo atento a lo que pueda suceder a continuación, tampoco se pasa. Mezcla lo original que pueda tener con el despropósito innecesario.

Roza la perfección de lo que va siendo una película de superhéroes. Teniendo en cuenta lo complicado que puede ser un argumento basado en tantos personajes de peso, comparándola con las películas de un sólo superhéroe en cuyo caso se pueden desarroyar mejor la historia, está entrelazada y argumentada de manera notable. Mucha acción y buenos puntazos. Por poner algún punto negativo diría que precisamente por la cantidad de héroes, le falta esa chispa de humanidad dramática o romántica que tan bien han funcionado en otras películas. Y por último, quejarme del 3D, teniendo en cuenta que es mi primera película en este formato (y no puedo generalizar) me quedo defraudado, ya que la pantalla me resulta oscura en muchas escenas y se ven desenfocados algunos personajes por momentos. No me merece la pena verla así para 4 puntos tridimensionales que salen.

Me parece de una categoría maestra la finalización de esta trilogía.
Como ha ido madurando cada una de las películas a la vez que sus personajes que bordan sus papeles hasta el punto en que te metes en su piel. Simpática, ácida, sensible, cruel, increíble y tremendamente realista al mismo tiempo.
Creo que no se le puede pedir más por como empieza y por como acaba.

No es una película muy comercial, pero la mezcla del drama que supone la mezcla de mafias y la lucha en los bajos fondos de Nueva York, junto con la acción de la lucha y el afán de ser alguien en el mundillo, le da un toque interesante a la película. Si a ésto le sumas la venganza y por supuesto la chica, ya tenemos entretenimiento suficiente para un rato. Le voy a poner un bien raspado.

Película para todos los públicos, sobre todo para los más jóvenes. La historia entre un padre con una vida desastrosa y un hijo pequeño falto de figura paterna que se encuentran gracias a la pasión de un deporte futurista. Vamos, la historia de siempre pero con robots. Pero aunque es previsible y poco original, no deja de ser entretenida.