You must be a loged user to know your affinity with Cinematic
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

5,8
14.504
9
9 de diciembre de 2014
9 de diciembre de 2014
486 de 579 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Under the Skin' se ha convertido, para un servidor, en la mejor película de ciencia-ficción del milenio junto con 'Hijos de los hombres'. Podría hablar de la música, de la fotografía, del ritmo, de su actriz principal, pero lo que para mí hace de esta película un éxito rotundo, es el modo en el que usa todos esos elementos para guiarnos hacia el contenido, y no para distraernos de él. Y del contenido, tal y como yo lo he visto, es de lo que quiero hablar.
Scarlett Johansson encarna a la alienígena de esta película, que tiene un trabajo relativamente sencillo. Atraer a presas y valerse de la seducción para succionarlas y aprovechar su piel. Pero esa es una senda ya marcada. La protagonista es una alienígena no tanto de forma literal, sino en cuanto a que está alienada de su propósito individual, y por tanto, de su yo más profundo. Conforme va avanzando la película, la alienígena va reconociendo complejidades en diferentes actitudes humanas, y áreas de su propio pensamiento que entran en conflicto con la simpleza de lo que se espera de ella. Se nos narra el proceso que va de una conciencia dormida, a una que despierta. El desarrollo de una sensación de compromiso para con lo que uno experimenta, de no acallar lo que se sale de los márgenes y desafía explicaciones fáciles, sino precisamente de enfocar la identidad propia en torno a esas áreas desconocidas. Todos los momentos clave de la película representan cambios y evoluciones de conciencia. Los voy a ir enumerando.
N#1: Mosaico de lo cotidiano. En un determinado momento de la película, vemos diferentes escenas de personas en la calle. No están haciendo nada especial, pero poco a poco se va creando un mosaico dorado con estos momentos. La mente de la alienígena interpreta lo mundano, y percibe por primera vez los efectos de este mundo sobre ella. Algo nos dice que no estaba programada para percibir esto: algo en la interacción humana ha despertado el suficiente interés como para querer recopilar datos. Su sistema interno, por completo alejado de nuestros preceptos, comienza a filtrar, a su modo, nuestras energías.
N#2: La playa. Sobran las palabras para describir el poder de esta escena. Es un momento clave porque nos muestra de forma aterradora cómo lo insignificante puede acabar convertido en tragedia. Un perro que se pone a nadar demasiado lejos, una mujer que nada para encontrar a su perro, un marido que nada para encontrar a su mujer, y un bebé que espera en la orilla. Y nadie regresa. Es una escena que ejemplifica de forma magistral la crueldad de la naturaleza. En un momento, unas vidas se pierden y otras son magulladas para siempre, con lo arbitratrio como base. Según la alienígena contempla la escena, comprendemos que ella está más cerca de la naturaleza que de las vidas que destroza. Ella tampoco es consciente de sí misma, y fluye en sumisión como las olas, cumpliendo con lo que se le ha pedido sin pensar en las consecuencias. Más tarde, estando en su furgoneta, un niño llora en el coche de al lado, lo que retrotrae a la alienígena al niño llorando en la playa. Puede que de momento no haya culpa, pero sí hay reconocimiento de que algo no ha ido del todo bien. Un eco de lo humano que reverbera en la mente, como esperando a encontrar un sentido que sólo la compasión puede dar.
N#3: El espejo. Al principio de 'Persona' de Ingmar Bergman, Liv Ullman está actuando en una obra, y decide dejar de hablar. La platea funciona como un espejo de lo que ha sido su vida: un teatro para satisfacción de los otros. Decide cortar con esa farsa y vivir una vida auténtica. En 'Under the Skin', la alienígena tiene una epifanía similar. Ahí, mirándose al espejo, es cuando se hace consciente de sí misma, y no puede escapar a ese conocimiento aunque quiera. En el plano siguiente, ve una abeja frustrada en su vuelo por una ventana. Esta sensación de impotencia nos recuerda a la familia ahogada en la playa, succionada por la corriente, no ya de las olas, sino del mundo. Lo eventual siendo engullido por lo eterno. Ahora, en vez de distanciarse, la alienígena se reconoce en esa impotencia. Recuerda al hombre deforme al que ha condenado, y decide cambiar las tornas. La impotencia ante las eventualidades despierta la empatía de este 'robot' al que irán creciéndole sentimientos cual ramas que se mezclan entre sus circuitos. Es el punto de no-retorno.
N#4: Paz. Tras varios intentos fallidos de acercarse a la humanidad (tratar de comer un pastel e intentar tener sexo), la alienígena consigue, por fin, una experiencia de lo humano. Y paradójicamente, lo consigue cuando no trata de hacer nada. Se tumba en una cabaña, cierra los ojos, y se deja envolver por el sueño. En su sueño, el bosque y su figura se confunden. Esa sensación de dejar escapar el control, y ser capaz de sentir la paz que la naturaleza proporciona, la vemos también en 'Stalker' de Andrei Tarkovsky. En la película de Tarkovsky, la naturaleza encierra toda una dimensión de experiencias humanas sutiles, cuyo embrujo y misticismo se revelan muy de vez en cuando, y sólo al más sensible. En ambas, la sensación de unión con la naturaleza es uno de los mayores deleites de la experiencia humana, y en ambas, esos momentos están condenados a la brevedad. Cuando la alienígena parece por fin entender las energías terrestres y sentirse a gusto envuelta en ellas, algo la despierta (sigue en spoiler).
Scarlett Johansson encarna a la alienígena de esta película, que tiene un trabajo relativamente sencillo. Atraer a presas y valerse de la seducción para succionarlas y aprovechar su piel. Pero esa es una senda ya marcada. La protagonista es una alienígena no tanto de forma literal, sino en cuanto a que está alienada de su propósito individual, y por tanto, de su yo más profundo. Conforme va avanzando la película, la alienígena va reconociendo complejidades en diferentes actitudes humanas, y áreas de su propio pensamiento que entran en conflicto con la simpleza de lo que se espera de ella. Se nos narra el proceso que va de una conciencia dormida, a una que despierta. El desarrollo de una sensación de compromiso para con lo que uno experimenta, de no acallar lo que se sale de los márgenes y desafía explicaciones fáciles, sino precisamente de enfocar la identidad propia en torno a esas áreas desconocidas. Todos los momentos clave de la película representan cambios y evoluciones de conciencia. Los voy a ir enumerando.
N#1: Mosaico de lo cotidiano. En un determinado momento de la película, vemos diferentes escenas de personas en la calle. No están haciendo nada especial, pero poco a poco se va creando un mosaico dorado con estos momentos. La mente de la alienígena interpreta lo mundano, y percibe por primera vez los efectos de este mundo sobre ella. Algo nos dice que no estaba programada para percibir esto: algo en la interacción humana ha despertado el suficiente interés como para querer recopilar datos. Su sistema interno, por completo alejado de nuestros preceptos, comienza a filtrar, a su modo, nuestras energías.
N#2: La playa. Sobran las palabras para describir el poder de esta escena. Es un momento clave porque nos muestra de forma aterradora cómo lo insignificante puede acabar convertido en tragedia. Un perro que se pone a nadar demasiado lejos, una mujer que nada para encontrar a su perro, un marido que nada para encontrar a su mujer, y un bebé que espera en la orilla. Y nadie regresa. Es una escena que ejemplifica de forma magistral la crueldad de la naturaleza. En un momento, unas vidas se pierden y otras son magulladas para siempre, con lo arbitratrio como base. Según la alienígena contempla la escena, comprendemos que ella está más cerca de la naturaleza que de las vidas que destroza. Ella tampoco es consciente de sí misma, y fluye en sumisión como las olas, cumpliendo con lo que se le ha pedido sin pensar en las consecuencias. Más tarde, estando en su furgoneta, un niño llora en el coche de al lado, lo que retrotrae a la alienígena al niño llorando en la playa. Puede que de momento no haya culpa, pero sí hay reconocimiento de que algo no ha ido del todo bien. Un eco de lo humano que reverbera en la mente, como esperando a encontrar un sentido que sólo la compasión puede dar.
N#3: El espejo. Al principio de 'Persona' de Ingmar Bergman, Liv Ullman está actuando en una obra, y decide dejar de hablar. La platea funciona como un espejo de lo que ha sido su vida: un teatro para satisfacción de los otros. Decide cortar con esa farsa y vivir una vida auténtica. En 'Under the Skin', la alienígena tiene una epifanía similar. Ahí, mirándose al espejo, es cuando se hace consciente de sí misma, y no puede escapar a ese conocimiento aunque quiera. En el plano siguiente, ve una abeja frustrada en su vuelo por una ventana. Esta sensación de impotencia nos recuerda a la familia ahogada en la playa, succionada por la corriente, no ya de las olas, sino del mundo. Lo eventual siendo engullido por lo eterno. Ahora, en vez de distanciarse, la alienígena se reconoce en esa impotencia. Recuerda al hombre deforme al que ha condenado, y decide cambiar las tornas. La impotencia ante las eventualidades despierta la empatía de este 'robot' al que irán creciéndole sentimientos cual ramas que se mezclan entre sus circuitos. Es el punto de no-retorno.
N#4: Paz. Tras varios intentos fallidos de acercarse a la humanidad (tratar de comer un pastel e intentar tener sexo), la alienígena consigue, por fin, una experiencia de lo humano. Y paradójicamente, lo consigue cuando no trata de hacer nada. Se tumba en una cabaña, cierra los ojos, y se deja envolver por el sueño. En su sueño, el bosque y su figura se confunden. Esa sensación de dejar escapar el control, y ser capaz de sentir la paz que la naturaleza proporciona, la vemos también en 'Stalker' de Andrei Tarkovsky. En la película de Tarkovsky, la naturaleza encierra toda una dimensión de experiencias humanas sutiles, cuyo embrujo y misticismo se revelan muy de vez en cuando, y sólo al más sensible. En ambas, la sensación de unión con la naturaleza es uno de los mayores deleites de la experiencia humana, y en ambas, esos momentos están condenados a la brevedad. Cuando la alienígena parece por fin entender las energías terrestres y sentirse a gusto envuelta en ellas, algo la despierta (sigue en spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
N#5: Dolor. Y llegamos al último capítulo. Así como la familia en la playa fue víctima de la arbitrariedad de la naturaleza, ahora la protagonista es víctima de la arbitrariedad de la naturaleza humana. ¿Por qué, justo ahora que comenzaba a amar este planeta, ha de ser expuesta a esa crueldad? Lo más interesante de este último tramo no es que el cazador pase a ser presa y se complete un círculo. Lo más interesante es que la alienígena había sido cazadora en un estado de conciencia dormida, sin ninguna noción de moralidad, y el hombre ejerce como cazador estando despierto y con esas nociones morales integradas en su ADN. Cuando hasta una alienígena puede aprender a ser empática, ¿por qué los seres humanos seguimos tratándonos de esa manera? Ahora la alienígena nos parece más humana que el humano.
Si miramos cuándo comienza y acaba la experiencia humana de la protagonista, daremos con un dato interesante. Su humanidad surge de un acto de compasión (el hombre deforme), y acaba con un acto de injustificada violencia (el guardabosques). También vemos cómo su actitud de conformarse a los estándares de belleza superficiales corresponden a su estado de conciencia dormido, y el momento en el que desvela quien realmente es, produce que alguien le prenda fuego. ¿Tanto miedo tenemos a nuestra verdadera cara? Tiene también algo de tragedia inevitable, la misma que vimos en los ojos llorosos del bebé en la playa. Después de todo, si la protagonista quería entender y experimentar nuestro mundo, el dolor iba a acompañarla más temprano que tarde.
En su último y mejor largo (y esto lo dice un fan de 'Sexy Beast' y, sobre todo, de 'Birth'), Jonathan Glazer pide penetrar en tu mente, reavivar zonas de tu memoria para que las revisites y te las cuestiones bajo otra perspectiva. Glazer demuestra que el cine tiene esa capacidad de ir más allá, aunque haya demasiado subproducto que quiera silenciar esa cpaacidad. La cantidad de críticas negativas a la película suponen una prueba de cómo, sobre todo en los últimos tiempos, el cine no es bienvenido en terrenos que la literatura y la poesía llevan siglos explorando. 'Under the Skin' ansía recobrar ese terreno perdido y plantar semillas en él. Pero somos nosotros quienes tenemos que regarlas.
Si miramos cuándo comienza y acaba la experiencia humana de la protagonista, daremos con un dato interesante. Su humanidad surge de un acto de compasión (el hombre deforme), y acaba con un acto de injustificada violencia (el guardabosques). También vemos cómo su actitud de conformarse a los estándares de belleza superficiales corresponden a su estado de conciencia dormido, y el momento en el que desvela quien realmente es, produce que alguien le prenda fuego. ¿Tanto miedo tenemos a nuestra verdadera cara? Tiene también algo de tragedia inevitable, la misma que vimos en los ojos llorosos del bebé en la playa. Después de todo, si la protagonista quería entender y experimentar nuestro mundo, el dolor iba a acompañarla más temprano que tarde.
En su último y mejor largo (y esto lo dice un fan de 'Sexy Beast' y, sobre todo, de 'Birth'), Jonathan Glazer pide penetrar en tu mente, reavivar zonas de tu memoria para que las revisites y te las cuestiones bajo otra perspectiva. Glazer demuestra que el cine tiene esa capacidad de ir más allá, aunque haya demasiado subproducto que quiera silenciar esa cpaacidad. La cantidad de críticas negativas a la película suponen una prueba de cómo, sobre todo en los últimos tiempos, el cine no es bienvenido en terrenos que la literatura y la poesía llevan siglos explorando. 'Under the Skin' ansía recobrar ese terreno perdido y plantar semillas en él. Pero somos nosotros quienes tenemos que regarlas.

5,5
43.095
7
2 de julio de 2009
2 de julio de 2009
183 de 203 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debe ser difícil encarar un largo cuando todo el mundo recuerda tu laureado y aclamado corto Éramos pocos, y va al cine con su título pegado en la frente, esperando si no una versión larga de aquel, sí algo muy similar. Pues no. Pagafantas, el debut de Borja Cobeaga en la dirección de largometrajes, es otra cosa. Aprendamos de una vez a valorar cada cosa por lo que es.
Pagafantas comienza con lo que parece el extracto de un documental, explicando lo que es “hacer una cobra”. Esta será la primera de un glosario de reglas de la no-atracción, o de la des-atracción, y su importancia será vital en cada paso del protagonista, llegando a convertirse en el centro de su existencia. Y todo por una cándida mujercita (encantadora Sabrina Garciarena) de atractivo acento argentino y loable figura que arrastra al protagonista a un tormento interior y exterior desquiciante tanto para él como para los que le rodean. Y ella ni cuenta que se da.
Lo que diferencia a Pagafantas de otras es la naturalidad y frescura que se consigue transmitir en cada escena. Y esa frescura proviene de los diálogos. Me parece realmente increíble que no se regodeen para nada en lo escatológico, siendo esta la tónica imperante en las comedias patrias. Aportan siempre algún dato de interés sobre el carácter de los personajes, abundan los dobles sentidos e incluso resultan insólitamente crueles en más de una ocasión (”eso no cambia NUNCA”, sentencia la madre). Lo que viene llamándose un diálogo inteligente, vamos.
Además, la realización es algo más que cumplidora. Planos muy escogidos, dinámicos juegos visuales en las elipsis y un dominio del ritmo sorprendente, sobre todo para tratarse de un debut: no se puede decir que haya una sóla escena demasiado larga, ni otra demasiado corta. Pagafantas es una película prácticamente perfecta (aunque odio esta palabra) para sus ¿escasas? pretensiones. Y pongo “escasas” entre signos de interrogación porque plasmar las inquietudes de toda una generación de Pagafantas y mantener al espectador durante hora y media riendo sin que tenga que preocuparse por su salud mental, no es, en absoluto, moco de pavo.
Pagafantas se estrena con 230 copias en España, algo casi inaudito echando un vistazo al resto del panorama español en cuanto a distribución. Espero que eso ayude y se coloque entre los primeros puestos de taquilla (en el primero a poder ser). Porque, esta rara avis dentro de la comedia española, se lo merece.
Pagafantas comienza con lo que parece el extracto de un documental, explicando lo que es “hacer una cobra”. Esta será la primera de un glosario de reglas de la no-atracción, o de la des-atracción, y su importancia será vital en cada paso del protagonista, llegando a convertirse en el centro de su existencia. Y todo por una cándida mujercita (encantadora Sabrina Garciarena) de atractivo acento argentino y loable figura que arrastra al protagonista a un tormento interior y exterior desquiciante tanto para él como para los que le rodean. Y ella ni cuenta que se da.
Lo que diferencia a Pagafantas de otras es la naturalidad y frescura que se consigue transmitir en cada escena. Y esa frescura proviene de los diálogos. Me parece realmente increíble que no se regodeen para nada en lo escatológico, siendo esta la tónica imperante en las comedias patrias. Aportan siempre algún dato de interés sobre el carácter de los personajes, abundan los dobles sentidos e incluso resultan insólitamente crueles en más de una ocasión (”eso no cambia NUNCA”, sentencia la madre). Lo que viene llamándose un diálogo inteligente, vamos.
Además, la realización es algo más que cumplidora. Planos muy escogidos, dinámicos juegos visuales en las elipsis y un dominio del ritmo sorprendente, sobre todo para tratarse de un debut: no se puede decir que haya una sóla escena demasiado larga, ni otra demasiado corta. Pagafantas es una película prácticamente perfecta (aunque odio esta palabra) para sus ¿escasas? pretensiones. Y pongo “escasas” entre signos de interrogación porque plasmar las inquietudes de toda una generación de Pagafantas y mantener al espectador durante hora y media riendo sin que tenga que preocuparse por su salud mental, no es, en absoluto, moco de pavo.
Pagafantas se estrena con 230 copias en España, algo casi inaudito echando un vistazo al resto del panorama español en cuanto a distribución. Espero que eso ayude y se coloque entre los primeros puestos de taquilla (en el primero a poder ser). Porque, esta rara avis dentro de la comedia española, se lo merece.
8 de marzo de 2014
8 de marzo de 2014
149 de 168 usuarios han encontrado esta crítica útil
'300: El origen de un imperio' comienza con una sorpresa agradable. La estética y la composición de planos sigue cuidándose mucho. Me parece difícil confundirla con un producto directo a DVD, como algunos han indicado. Eva Green está que se sale y las peleas están bien rodadas, pero a medida que avanza la película nos vamos encontrando con varios peros. El guión se entrega a una dinámica repetitiva, con una batalla detrás de otra y breves interludios que se usan para dar coba a tramas secundarias no muy bien integradas en el conjunto. El flashback de Jerjes, por ejemplo, posee mucha belleza estética pero es narrativamente disuasorio, en cuanto a que subraya la importancia de un personaje del que más tarde nos olvidaremos.
Es una pena, porque si el guión estuviera mejor dosificado, no sólo se habrían ahorrado presupuesto en batallas, sino que el resultado final sería mucho más satisfactorio. Podrían haber empleado el primer acto para mostrar con calma las ansias de democracia del protagonista y verle en un entorno que no fuera el naval para establecer así mayor cercanía con el personaje. De ahí a explorar ese romance BDSM con tintes trágicos que había en el fondo de la película, con una Artemisa deseando encontrar un dominador a su altura en el campo de batalla. Y un tercer acto dedicado, ya sí, a las batallas navales. Pero al expandir los ingredientes del tercer acto a los dos primeros, se crea una sensación de exasperación, y lo que era espectacular hace 5 minutos se vuelve rutinario ahora.
Es una película entretenida aunque inferior a '300', con sus puntos buenos (no concibo que no guste ese juego de dominación loco que es la escena de sexo entre Sullivan Stapleton y Eva Green) y sus fallos, que ya han quedado expuestos y no son pocos. Lo que me da pena es que la película caiga en el error de cálculo de la mayoría de películas de acción/aventuras de los últimos años: aspiran a una intensidad que sería más fácil conseguir si no se empeñaran en ser tan intensas TODO EL RATO. Son como canciones que sólo tienen estribillo.
Es una pena, porque si el guión estuviera mejor dosificado, no sólo se habrían ahorrado presupuesto en batallas, sino que el resultado final sería mucho más satisfactorio. Podrían haber empleado el primer acto para mostrar con calma las ansias de democracia del protagonista y verle en un entorno que no fuera el naval para establecer así mayor cercanía con el personaje. De ahí a explorar ese romance BDSM con tintes trágicos que había en el fondo de la película, con una Artemisa deseando encontrar un dominador a su altura en el campo de batalla. Y un tercer acto dedicado, ya sí, a las batallas navales. Pero al expandir los ingredientes del tercer acto a los dos primeros, se crea una sensación de exasperación, y lo que era espectacular hace 5 minutos se vuelve rutinario ahora.
Es una película entretenida aunque inferior a '300', con sus puntos buenos (no concibo que no guste ese juego de dominación loco que es la escena de sexo entre Sullivan Stapleton y Eva Green) y sus fallos, que ya han quedado expuestos y no son pocos. Lo que me da pena es que la película caiga en el error de cálculo de la mayoría de películas de acción/aventuras de los últimos años: aspiran a una intensidad que sería más fácil conseguir si no se empeñaran en ser tan intensas TODO EL RATO. Son como canciones que sólo tienen estribillo.

6,7
14.976
7
27 de enero de 2007
27 de enero de 2007
60 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con tan sólo 16 años, Susan E. Hinton escribió una novela partiendo de sus vivencias acerca de un grupo de chavales que sin protección fraternal, tan sólo se tienen los unos a los otros. Divididos en bandas, se verán obligados a pelear por su territorio, y en ocasiones estas peleas tienen graves consecuencias. Desde aquí, Susan escribió una novela conmovedora, referente para las demás novelas juveniles, y que trata de forma sincera y realista temas como la desesperación que uno siente ante un verdadero "marrón", la amistad, las barreras entre bandas o la esperanza por salir de ese modo de vida, a una en la que no haya ni bandas ni peleas.
Tenía curiosidad y ganas por ver el trabajo de translación que había hecho un primerizo Francis Ford Coppola. Esta peli causó furor y marcó en su época. Y más ganas me dieron teniendo la novela tan fresca en la memoria como la tenía. El resultado es buenísimo y cumple las expectativas. No sólo eso, emociona. No tanto como la novela pero emociona. Y de los actores que aparecen ¿quién no les reconoce hoy día? Esta película les lanzó al estrellato a todos. Además, cuenta con una preciosa fotografía y una banda sonora repleta de canciones inolvidables.
Lo único que se interpone en la enorme fidelidad con la que trata al libro (algunos diálogos y situaciones son idénticos a como te los habías imaginado) son la falta de presentación de personajes, el expresar algo más de las motivaciones de Pony (en el libro es mucho más reflexivo, aquí actúa un poco "porque sí") y una sucesión de hechos algo precipitada. Por lo demás es una muy buena película, una excelente adaptación de formidable ritmo y una muestra realista (a veces hasta nostálgica) de la vida de estos jóvenes con esperanzas por cambiar su modo de vida.
Tenía curiosidad y ganas por ver el trabajo de translación que había hecho un primerizo Francis Ford Coppola. Esta peli causó furor y marcó en su época. Y más ganas me dieron teniendo la novela tan fresca en la memoria como la tenía. El resultado es buenísimo y cumple las expectativas. No sólo eso, emociona. No tanto como la novela pero emociona. Y de los actores que aparecen ¿quién no les reconoce hoy día? Esta película les lanzó al estrellato a todos. Además, cuenta con una preciosa fotografía y una banda sonora repleta de canciones inolvidables.
Lo único que se interpone en la enorme fidelidad con la que trata al libro (algunos diálogos y situaciones son idénticos a como te los habías imaginado) son la falta de presentación de personajes, el expresar algo más de las motivaciones de Pony (en el libro es mucho más reflexivo, aquí actúa un poco "porque sí") y una sucesión de hechos algo precipitada. Por lo demás es una muy buena película, una excelente adaptación de formidable ritmo y una muestra realista (a veces hasta nostálgica) de la vida de estos jóvenes con esperanzas por cambiar su modo de vida.
7
5 de octubre de 2007
5 de octubre de 2007
45 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por fin habeis añadido esta serie en la base de datos para poder votarla :P. Actualmente la emiten en Calle 13. Recuerdo que cuando la veía en Canal + me resultaba muy entretenida, simpática y con un planteamiento original. Son 4 temporadas de lo más amenas.
Un hombre corriente al que su mujer le abandona, despierta una mañana y, detrás de la puerta aparecen un gato y un periódico... Pero no es un periódico normal, sino el periódico del día siguiente. A partir de ahí, el periódico de mañana le será enviado cada mañana (valga la redundancia) y escogerá las noticias en las que se informan de un accidente o asesinato para intentar evitar que haya muertos. Lógicamente, esto cambiará por completo su existencia, y le hará replantearse el dejar su vida a un lado para poder hacer el bien, aprovechando tan extraño acontecimiento...
Para empezar, y aunque el argumento pueda parecer del todo inverosímil, la serie se libra de uno de los detalles que lastran la credibilidad de este tipo de productos. El que el personaje esté siempre en el momento y lugar adecuados. Aquí el protagonista ya sabe de antemano esa información, sólo debe hacer todo lo que esté a su alcance para impedirlo.
Una de las claves por las que el planteamiento funciona son los personajes. Caen bien desde el primer momento, y los actores (en especial Kyle Chandler) hacen un buen trabajo.
Comprendo que la mecánica de la serie pueda llegar a hacerse repetitiva, pero es muy similar a la de tropecientas series de caso por episodio. A mí ésta me gustaba bastante más que la media y me tenía enganchado, por eso me sorpende la baja nota media que tiene de momento. A ver si va subiendo.
No es una serie tan pretendidamente profunda como acostumbran las de ahora, pero desde luego entretiene y se ve con gusto.
Un hombre corriente al que su mujer le abandona, despierta una mañana y, detrás de la puerta aparecen un gato y un periódico... Pero no es un periódico normal, sino el periódico del día siguiente. A partir de ahí, el periódico de mañana le será enviado cada mañana (valga la redundancia) y escogerá las noticias en las que se informan de un accidente o asesinato para intentar evitar que haya muertos. Lógicamente, esto cambiará por completo su existencia, y le hará replantearse el dejar su vida a un lado para poder hacer el bien, aprovechando tan extraño acontecimiento...
Para empezar, y aunque el argumento pueda parecer del todo inverosímil, la serie se libra de uno de los detalles que lastran la credibilidad de este tipo de productos. El que el personaje esté siempre en el momento y lugar adecuados. Aquí el protagonista ya sabe de antemano esa información, sólo debe hacer todo lo que esté a su alcance para impedirlo.
Una de las claves por las que el planteamiento funciona son los personajes. Caen bien desde el primer momento, y los actores (en especial Kyle Chandler) hacen un buen trabajo.
Comprendo que la mecánica de la serie pueda llegar a hacerse repetitiva, pero es muy similar a la de tropecientas series de caso por episodio. A mí ésta me gustaba bastante más que la media y me tenía enganchado, por eso me sorpende la baja nota media que tiene de momento. A ver si va subiendo.
No es una serie tan pretendidamente profunda como acostumbran las de ahora, pero desde luego entretiene y se ve con gusto.
Más sobre Cinematic
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here