La primera película interactiva de la historia. Uno se sienta frente al monitor y empieza a imaginar lo que va sucediendo en todos y cada uno de los pisos que conforman el edificio. Viene a ser como un "13 Rue del Percebe", pero a lo bestia.

A pesar de que me ha gustado mucho, no aporta nada nuevo; todo estaba ya en el libro en que se inspira (de ahí mi nota).

Mucho se ha hablado ya de la ELIPSE (la pongo así, en mayúsculas, porque es la más grandiosa, en todos los aspectos, que haya dado el cine) pero me atrevería a añadir y resaltar la forma tan displicente, agria y brutal con que Kubrick se "cepilla", a través de este sencillo recurso, toda la historia conocida del Hombre (porque sí, porque aún estamos subidos en el árbol; ¿a quién vamos a engañar?). Con dos huevos, Maestro.

Y, en fin, como creo que ya se ha comentado absolutamente todo, sencillamente quería decir que, en mi opinión, 2001 es la cota más alta a la que ha llegado el cine. La mejor película de todos los tiempos y la que más ha podido abarcar. Sólo Kubrick podía hacer algo así; algo tan cautivador, tan espectacular, tan retorcido, tan misterioso, tan simbólico, tan arquetípico, tan frío (y, a la vez, tan poético), tan revolucionario, tan minucioso y tan jodidamente GRANDE. De estar quitándose el sombrero hasta el fin de los días.

12 sobre 10.

Creo que no se le puede pedir más a un film "erótico"; Deborah Caprioglio desnuda, Deborah Caprioglio vestida, Deborah Caprioglio semidesnuda,... Sí, luego tenemos una serie de señoritas de comparsa y todo eso, y la cosa podría haber durado media hora más o media hora menos, pero, como producto dirigido a satisfacer la "vista" es de lo mejor que he encontrado nunca.

Un 7. La nota máxima para este tipo de películas.

Un "patético" Nick Nolte, echando pestes y arrastrando su cuerpo de un lado para otro durante todo el metraje, ya es suficiente aliciente para ver este film. Si a esto le añadimos un buen guión, unas interpretaciones de primera (donde Nick Nolte se come vivo a cualquiera y James Coburn borda a uno de los mayores "hijos de perra" que haya visto nunca en una pantalla), un clima de tensión continua y una ambientación acojonante, pues tenemos una imprescindible película como la que nos ocupa.

Para un "experimento" como éste, que ya de por sí se trata de un doblaje, a los lumbreras de turno de este páis se les ocurre rizar el rizo y colarnos otro doblaje distinto al doblaje del original. El resultado es para cagarse: censura; diálogos rancios y casposos, propios de una época para olvidar; más censura; chascarrillos del momento, en plan "¿Dónde vas, Nicolás?" o "Que te vas pal lao, Wenceslao"; y, para rematar la faena, hasta unos chinos cantando el "Asturias, patria querida". Como se dice en mi tierra: esto es el coño de la Bernarda.

De juzgado de guardia.

Nota bene: como algún voto tengo que emitir, y por aquello de que no he "visto" la versión original, le otorgo el beneficio de la duda y le clavo un 5.