Una más de R. Scott que pasará sin pena ni gloria.
Podría haber sido una buena pelicula de acción sin más pretensiones, pero ese afán de dotarla de contenido "filosófico" (?), unido a la mala costumbre made in Hollywood de insertarla en un ciclo temporal como secuela, precuela, poscuela o intracuela...acaba siendo un lastre demasiado pesado y aburrido durante la parte central del film, y todo ello a pesar de Fassbender, que ni en doble papel puede sacarla a flote.
La verdad es que tendría que verme de nuevo la saga, aunque intuyo que este sería el segundo capitulo entre Prometheuss y Alien (lo que no deja de ser liante porque resultaria que primero se emitió la tercera parte (Alien), luego a primera (Promeheus) y ahora la segunda (Alien Covenant)...y todo ello sin considerar las versiones de otros directores, entre las que me quedo con la de J. Cameron, una vez visionada Alien Convenant: pura acción sin comida de tarro.
Y otra cosa, Ridley: un Alien no puede gestarse mediante esporas...eso nunca, y lo sabes¡

Como un Artemio Cruz oscuro, la pelicula plantea tres momentos en la vida del protagonista, quien en un entorno permanentemente hostil, se afanará en el que busqueda de un "amor" imposible, en cualquiera de sus
acepciones...Y cada vez que lo alcance será expulsado de ese paraiso como un paria, negro y gay, por la traición o mentira de aquellos en quien confió...
Pelicula triste, sobrecogedora y sin concesiones...en la que finalmente sólo cabe renunciar a uno mismo, ocultárse ante los demás y esperar el amor, cariño o quizas sólo la condescendencia de aquellos que más nos dañaron