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Miniserie

7,0
4.538
8
26 de septiembre de 2022
26 de septiembre de 2022
26 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Las de la última fila” es de esas series redentoras que te alegran un mal día, pero que al mismo tiempo te tocan la fibra y gastas pañuelos como si no hubiera un mañana. Divertida, con su justo toque de humor negro. Cruda, pero al mismo tiempo tierna y entrañable. Gira entorno a la dura adversidad del cancer afrontada desde la fortaleza de la amistad fraterna. Una premisa que “a priori” pese a tratar una realidad dolorosa, nos puede parecer simple o incluso laxa, pero nada más lejos de su realidad intimista, humana y compleja. Con su guión nos pasa algo similar, extraordinariamente escrito, reboza de naturalidad y ligereza, aunque es igualmente profundo e intenso. Funciona tanto en el “gag” como en el drama y juega con la multiperspectiva sirviéndose a modo de “Macguffin” tanto de los “flashback” como de los “flash-forward”, consiguiendo así que el espectador dude sutilmente.
Unas actrices con química, en una serie más coral que nunca, caras no tan conocidas como Itsaso Arana (Sara), Mónica Miranda (Alma), María Rodríguez Soto (Carol) y Godeliv Van den Brandt (Olga), pero con gran talento, que en ningún momento son eclipsadas por otras más en la palestra como Macarena García (Pilu) o Mariona Terés (Leo). Todas suman, dan el do de pecho y eso lo notamos los espectadores. Caben menciones especiales para Carmen Machi (Charo Peña), Javier Rey (David) y Michelle Jenner(Paloma “Palo”). Y como no, no pasamos por alto el cameo de Rigoberta Bandini, inspiración importante para el creador de la serie.
Grabada entre Cádiz y Madrid, nos permite disfrutar de algunos de los maravillosos enclaves gaditanos. Aunque en general, el diseño de producción aprueba, tampoco es para tanto, como ya ha pasado con otros productos de plataforma, es austero pero resultón. De igual forma su fotografía tampoco nos resulta excesivamente vanguardista, eso si, los recursos de los planos cortos son efectivos y cumplen su cometido intimista. La música genialmente escogida mixtura de maravilla con la acción.
Podríamos decir que “Las de la última fila” es una oportunidad en potencia. Una de esas series de premisa sencilla pero profundas enseñanzas y valores. Aderezada con unas interpretaciones llenas de presencia, una presencia que trasciende la pantalla. Escrita y dirigida con mucho mimo, convirtiéndose así en una pieza de la que Sánchez Arévalo ha de estar orgulloso. Y con la que aprendemos una dura pero esperanzadora lección, la más humilde de todas “Esto también pasará”.
Puntuación: 4 de 5
Unas actrices con química, en una serie más coral que nunca, caras no tan conocidas como Itsaso Arana (Sara), Mónica Miranda (Alma), María Rodríguez Soto (Carol) y Godeliv Van den Brandt (Olga), pero con gran talento, que en ningún momento son eclipsadas por otras más en la palestra como Macarena García (Pilu) o Mariona Terés (Leo). Todas suman, dan el do de pecho y eso lo notamos los espectadores. Caben menciones especiales para Carmen Machi (Charo Peña), Javier Rey (David) y Michelle Jenner(Paloma “Palo”). Y como no, no pasamos por alto el cameo de Rigoberta Bandini, inspiración importante para el creador de la serie.
Grabada entre Cádiz y Madrid, nos permite disfrutar de algunos de los maravillosos enclaves gaditanos. Aunque en general, el diseño de producción aprueba, tampoco es para tanto, como ya ha pasado con otros productos de plataforma, es austero pero resultón. De igual forma su fotografía tampoco nos resulta excesivamente vanguardista, eso si, los recursos de los planos cortos son efectivos y cumplen su cometido intimista. La música genialmente escogida mixtura de maravilla con la acción.
Podríamos decir que “Las de la última fila” es una oportunidad en potencia. Una de esas series de premisa sencilla pero profundas enseñanzas y valores. Aderezada con unas interpretaciones llenas de presencia, una presencia que trasciende la pantalla. Escrita y dirigida con mucho mimo, convirtiéndose así en una pieza de la que Sánchez Arévalo ha de estar orgulloso. Y con la que aprendemos una dura pero esperanzadora lección, la más humilde de todas “Esto también pasará”.
Puntuación: 4 de 5
6
8 de mayo de 2022
8 de mayo de 2022
25 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nueva propuesta de Brutal Media para la gran N, no nos cuenta nada nuevo, es más, viene cargada de referencias que nos recuerdan a otras producciones de temática similar. Aún así, entretiene, mantiene un buen ritmo, y aplica estrategias narrativas efectivas, que te dejan con ganas de más.
Careciendo de un guión novedoso, no podemos evitar, que nos evoque a cada paso, diferentes ficciones predecesoras. Un proyecto misterioso en una isla, como la mítica “Lost” o la más actual “The Wilds”. Un juego de supervivencia al estilo “El juego del calamar” pero más ligero. Una comunidad distopica, con aspecto de sociedad magico-sectaria, al puro estilo “Divergente” y suma y sigue. Pese a todos estos “dejavús”, consigue engancharnos con premisas sencillas y no pocos estereotipos.
Una antagonista de peso como Amaia Salamanca (Astrid), una protagonista algo tibia (Zoa) de la mano de Amaia Aberasturi, que logra encenderse en los últimos capítulos gracias a (Bel) Begoña Vargas, cuya potencia eleva el nivel, haciendo brillar a quien la rodea. No nos olvidamos de Claudia Trujillo, con su mala malísima (Brenda), de Lola Rodríguez con su hacker (Maika) o de Berta Castañé con (Gaby) la hermana coraje, ni de actrices ya consagradas como Berta Vázquez con su leal (Claudia). En el apartado masculino cabe destacar al personaje de Álex Pastrana (Ulises), a Jason Fernández (David) y al dúo formado por Carlos Soroa (Eloy) y Joan Pedrola (Orson). En general la serie cuenta con grandes actrices del panorama nacional y eso se nota.
Crear una isla ficticia entre Canarias y Teruel no es sencillo, pero “Bienvenidos a Edén” lo consigue gracias a su buen ojo. Canarias, cada vez más consolidada como plató natural, continúa siendo una apuesta segura. Las playas de arena negra y el paisaje volcánico, delatan a Lanzarote como la afortunada de albergar el rodaje. Completan las localizaciones la “Cala Treumal” en Lloret de Mar y el bosque de Matarraña, en Teruel, donde se elevan las “Solo Houses”, construcciones de diseño donde vemos el día a día de la comunidad. Solo los módulos donde duermen, son fruto del departamento de arte. En cuanto a la fotografía llama la atención el uso de los planos aéreos no ya como elemento estético, sino para cumplir una función narrativa. En el apartado musical, Belinda pone voz a dos de los temas de la serie, todo lo demás es música incidental muy apropiada. Por todo esto, la factura, aún no siendo nada del otro mundo, se defiende entre el aprobado y el notable.
“Bienvenidos a Edén” puede que no sea un paraíso audiovisual, pero en ningún momento será un purgatorio, ni mucho menos un infierno. Así que prepara las palomitas, rebaja tus pretensiones y disfruta de un domingo distópico viendo los apenas 8 capítulos de 40 min. de esta serie.
Puntuación: 2 sobre 5
Careciendo de un guión novedoso, no podemos evitar, que nos evoque a cada paso, diferentes ficciones predecesoras. Un proyecto misterioso en una isla, como la mítica “Lost” o la más actual “The Wilds”. Un juego de supervivencia al estilo “El juego del calamar” pero más ligero. Una comunidad distopica, con aspecto de sociedad magico-sectaria, al puro estilo “Divergente” y suma y sigue. Pese a todos estos “dejavús”, consigue engancharnos con premisas sencillas y no pocos estereotipos.
Una antagonista de peso como Amaia Salamanca (Astrid), una protagonista algo tibia (Zoa) de la mano de Amaia Aberasturi, que logra encenderse en los últimos capítulos gracias a (Bel) Begoña Vargas, cuya potencia eleva el nivel, haciendo brillar a quien la rodea. No nos olvidamos de Claudia Trujillo, con su mala malísima (Brenda), de Lola Rodríguez con su hacker (Maika) o de Berta Castañé con (Gaby) la hermana coraje, ni de actrices ya consagradas como Berta Vázquez con su leal (Claudia). En el apartado masculino cabe destacar al personaje de Álex Pastrana (Ulises), a Jason Fernández (David) y al dúo formado por Carlos Soroa (Eloy) y Joan Pedrola (Orson). En general la serie cuenta con grandes actrices del panorama nacional y eso se nota.
Crear una isla ficticia entre Canarias y Teruel no es sencillo, pero “Bienvenidos a Edén” lo consigue gracias a su buen ojo. Canarias, cada vez más consolidada como plató natural, continúa siendo una apuesta segura. Las playas de arena negra y el paisaje volcánico, delatan a Lanzarote como la afortunada de albergar el rodaje. Completan las localizaciones la “Cala Treumal” en Lloret de Mar y el bosque de Matarraña, en Teruel, donde se elevan las “Solo Houses”, construcciones de diseño donde vemos el día a día de la comunidad. Solo los módulos donde duermen, son fruto del departamento de arte. En cuanto a la fotografía llama la atención el uso de los planos aéreos no ya como elemento estético, sino para cumplir una función narrativa. En el apartado musical, Belinda pone voz a dos de los temas de la serie, todo lo demás es música incidental muy apropiada. Por todo esto, la factura, aún no siendo nada del otro mundo, se defiende entre el aprobado y el notable.
“Bienvenidos a Edén” puede que no sea un paraíso audiovisual, pero en ningún momento será un purgatorio, ni mucho menos un infierno. Así que prepara las palomitas, rebaja tus pretensiones y disfruta de un domingo distópico viendo los apenas 8 capítulos de 40 min. de esta serie.
Puntuación: 2 sobre 5
9
24 de junio de 2022
24 de junio de 2022
22 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Tienes algunas fotos o vídeos íntimos en tu móvil? ¿Y si ese contenido, en algún momento pasara de la privacidad de tu teléfono, a circular de mensaje en mensaje? ¿Y si siendo un personaje público, te chantajearán con publicar un vídeo robado en una playa a la qué fuiste con tu amante?
Estas son algunas de las preguntas y reflexiones que nos propone “Intimidad”, la nueva serie de Txintxua Films para la gran N.
Este drama en clave social, tiene un guión claro y cercano, con varias tramas coexistentes y conectadas que rebozan conflicto. Un texto que es efectivo, que apoya en todo momento a un relato crudo y que se encuentra constantemente apelando al espectador empaticamente a la reflexión social y personal.
La serie cuenta con un reparto femenino de primer nivel. Nos resuenan nombres como Itziar Ituño (Malen), Emma Suarez (Miren), Patrícia López Arnaiz (Bego) Verónica Echegui (Ane) y Ana Wagener (Alícia). Actrices con experiencia y madurez algo muy necesario dentro de esta nueva era de la ficción española y que aplaudimos. Comparten pantalla con otras jóvenes actrices como Yune Nogueiras (Leire). Hay dos menciones especiales dentro de las secundarias, Rebeca Matellán (María) e Iraia Elias (Itxaso). Y otros dos apuntes de nuevas masculinidades, Marc Martínez(Alfredo) y Francesco Carril (Hugo). Por último, reseñamos una nota discordante, con César Sarachu (Juan Mari), quien no termina de encontrarse.
La acción transcurre en un Bilbao muy bien retratado, a través de sus localizaciones y exteriores, ya sean urbanas o naturales. También veremos retazos del País Vasco francés. La fotografía en ocasiones rígida y con una paleta de colores fría, torna a intimista utilizando para ello los primeros planos. La música muy apropiada y el idioma dual acertado. Podemos decir después de esto, que la factura es lo suficientemente interesante para ser un digno producto de plataforma.
“Intimidad” es esa ficción que todos deberíamos sentarnos a ver y hacernos las preguntas que nos propone como sociedad e individuos. Para que al volver a la realidad, no cometamos los mismos errores, ni emitamos los mismos juicios hipócritas culpabilizando a quien no debemos ni lo merece.
Puntuación: 4/5
Estas son algunas de las preguntas y reflexiones que nos propone “Intimidad”, la nueva serie de Txintxua Films para la gran N.
Este drama en clave social, tiene un guión claro y cercano, con varias tramas coexistentes y conectadas que rebozan conflicto. Un texto que es efectivo, que apoya en todo momento a un relato crudo y que se encuentra constantemente apelando al espectador empaticamente a la reflexión social y personal.
La serie cuenta con un reparto femenino de primer nivel. Nos resuenan nombres como Itziar Ituño (Malen), Emma Suarez (Miren), Patrícia López Arnaiz (Bego) Verónica Echegui (Ane) y Ana Wagener (Alícia). Actrices con experiencia y madurez algo muy necesario dentro de esta nueva era de la ficción española y que aplaudimos. Comparten pantalla con otras jóvenes actrices como Yune Nogueiras (Leire). Hay dos menciones especiales dentro de las secundarias, Rebeca Matellán (María) e Iraia Elias (Itxaso). Y otros dos apuntes de nuevas masculinidades, Marc Martínez(Alfredo) y Francesco Carril (Hugo). Por último, reseñamos una nota discordante, con César Sarachu (Juan Mari), quien no termina de encontrarse.
La acción transcurre en un Bilbao muy bien retratado, a través de sus localizaciones y exteriores, ya sean urbanas o naturales. También veremos retazos del País Vasco francés. La fotografía en ocasiones rígida y con una paleta de colores fría, torna a intimista utilizando para ello los primeros planos. La música muy apropiada y el idioma dual acertado. Podemos decir después de esto, que la factura es lo suficientemente interesante para ser un digno producto de plataforma.
“Intimidad” es esa ficción que todos deberíamos sentarnos a ver y hacernos las preguntas que nos propone como sociedad e individuos. Para que al volver a la realidad, no cometamos los mismos errores, ni emitamos los mismos juicios hipócritas culpabilizando a quien no debemos ni lo merece.
Puntuación: 4/5
7
21 de mayo de 2022
21 de mayo de 2022
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El abogado del Lincoln” es el nuevo drama judicial que se incorpora al catálogo de la gran N. Una serie adaptada de la segunda novela de Michael Connelly por Ted Humphrey y David E. Kelley entre otros, y que pese a la maldición de las adaptaciones, se defiende bastante bien a nivel de guión. Aunque su texto no tiene excesivas deficiencias, si que contiene una sobre carga de tramas secundarias, que provocan por momentos, la pérdida del espectador para con la trama principal. Pero utiliza correctamente los “macguffins” que nos despistan por completo y los “cliffhangers” que nos mantienen en tensión, sobre todo en la conclusión de cada episodio.
Dicho esto, si como en mi caso has visto la película “El Inocente”, cuyo título en inglés “The Lincoln lawyer” es muy revelador, habrás tenido más de un “déjà vu” con su guión, tramas y detalles, a la hora de ver esta serie. Aunque consideró que el formato serie, ha supuesto todo un acierto, ya que al ampliar su metraje, podemos profundizar más en los desarrollos actorales y subtramas, dejando atrás la sensación de atropello y ritmo frenético que percibíamos en la película.
Manuel García Rulfo, un protagonista al que le falta intensidad en su Mickey Haller, aunque pese a ello defiende la plaza. Destacan en la historia dos actrices de renombre como Neve Campbell con su personaje Maggie, una ayudante del fiscal con mucho potencial y Becki Newton dando vida a Lorna, la ayudante de Haller, una mujer empoderada con aspiraciones de letrada. Caben menciones especiales para dos secundarías, Jazz Raycole con Izzy, chofer y compañera de desventuras de Haller y Krista Warner como Hayley, la hija de Haller, una joven con mucho talento y sentido común.
En cuanto a la factura, no destaca con su diseño de producción, pero si es inteligente utilizando sus localizaciones y exteriores para mostrarnos el paisaje californiano, aprovechando el nexo que ofrece el Lincoln. De igual forma, la música de David Buckley aporta y es sumamente acertada, pero no la recordarás pasado su visionado.
A modo de alegato final, podemos concluir que “El abogado del Lincoln” pese a sus debilidades, no deja de ser una serie entretenida y trepidante. Con alguna que otra coincidencia con la película “El Inocente”, pero lo suficientemente distinta como para engancharte. Con actuaciones correctas pero mejorables, al igual que su factura. De muy fácil visionado, ya que cuenta con 10 capítulos de 60 min. que te ayudarán a decidir tu propio veredicto para esta serie.
Puntuación: 2 y media sobre 5.
Dicho esto, si como en mi caso has visto la película “El Inocente”, cuyo título en inglés “The Lincoln lawyer” es muy revelador, habrás tenido más de un “déjà vu” con su guión, tramas y detalles, a la hora de ver esta serie. Aunque consideró que el formato serie, ha supuesto todo un acierto, ya que al ampliar su metraje, podemos profundizar más en los desarrollos actorales y subtramas, dejando atrás la sensación de atropello y ritmo frenético que percibíamos en la película.
Manuel García Rulfo, un protagonista al que le falta intensidad en su Mickey Haller, aunque pese a ello defiende la plaza. Destacan en la historia dos actrices de renombre como Neve Campbell con su personaje Maggie, una ayudante del fiscal con mucho potencial y Becki Newton dando vida a Lorna, la ayudante de Haller, una mujer empoderada con aspiraciones de letrada. Caben menciones especiales para dos secundarías, Jazz Raycole con Izzy, chofer y compañera de desventuras de Haller y Krista Warner como Hayley, la hija de Haller, una joven con mucho talento y sentido común.
En cuanto a la factura, no destaca con su diseño de producción, pero si es inteligente utilizando sus localizaciones y exteriores para mostrarnos el paisaje californiano, aprovechando el nexo que ofrece el Lincoln. De igual forma, la música de David Buckley aporta y es sumamente acertada, pero no la recordarás pasado su visionado.
A modo de alegato final, podemos concluir que “El abogado del Lincoln” pese a sus debilidades, no deja de ser una serie entretenida y trepidante. Con alguna que otra coincidencia con la película “El Inocente”, pero lo suficientemente distinta como para engancharte. Con actuaciones correctas pero mejorables, al igual que su factura. De muy fácil visionado, ya que cuenta con 10 capítulos de 60 min. que te ayudarán a decidir tu propio veredicto para esta serie.
Puntuación: 2 y media sobre 5.
7
17 de mayo de 2022
17 de mayo de 2022
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos hemos sufrido en algún momento de nuestras vidas la pérdida y hemos tenido que lidiar con el duelo hasta conseguir la ansiada recuperación. Sobre esta premisa principal, pivota “Días Mejores”, levantando algunos tabúes sobre un tema tan natural y universal como la muerte y el duelo. Pero no solo es un drama sobre el dolor de la pérdida, que nunca abandona sus toques de humor, sino que funciona a su vez, como una historia de superación, de aprendizaje y que pone en valor a la terapia. Una serie tan esperanzadora y humana con la que es difícil no conectar.
Cuenta para ello con un guión en el que abundan las tramas sencillas, con problemáticas universales, en las que es sumamente fácil reconocerse.
Volviendo a empezar de cero se encuentran nuestros protagonistas. Blanca Portillo interpretando a una inusual doctora Laforet. Soportando las excentricidades de Laforet se encuentran Marta Hazas con Sara, madre y médico a tiempo completo, Francesc Orella, interpretando a Luis, un ejecutivo de aparente vida perfecta, Erick Elías con Pardo, padre y músico frustrado y por último Alba Planas dando vida a Graci, la joven del grupo. Pese a ser una serie coral, las tramas más interesantes recaen en Portillo, Orella y Planas, quienes demuestran tablas y autenticidad.
Caben menciones especiales para Itziar Manero (Belén) y Alícia Armenteros (Yaiza) las alegres compañeras de Graci. Alexandra Masangkay (Alex) La amiga alternativa de Graci y Roque Ruiz con su culpable y atormentado Sergio.
En cuanto a la factura, la serie no destaca por su diseño de producción y aunque no lo necesita, ya que prima , lo humano, no puede presumir ni de sets increíbles, ni de localizaciones espectaculares. Tampoco sobresale su fotografía. Si que es cierto que pone especial cuidado a su paleta en tonos pastel , y en una iluminación que va “in crescendo”, desde una clave más bien baja hasta un aspecto más luminoso y vitalista. La música está muy bien escogida en general y el tema principal, que sirve como introducción a los capítulos es muy apropiado.
Sin aún estás penando en si acudir o no al grupo de Laforet, no lo dudes ni un minuto, ya que esta serie de apenas 10 episodios, de 40 minutos de duración es una de las ficciones más terapéuticas, humanas y esperanzadoras que podrás encontrar. Siempre pueden haber “temporadas mejores” pero de momento esta es muy reconfortante.
Puntuación: 3 sobre 5.
Cuenta para ello con un guión en el que abundan las tramas sencillas, con problemáticas universales, en las que es sumamente fácil reconocerse.
Volviendo a empezar de cero se encuentran nuestros protagonistas. Blanca Portillo interpretando a una inusual doctora Laforet. Soportando las excentricidades de Laforet se encuentran Marta Hazas con Sara, madre y médico a tiempo completo, Francesc Orella, interpretando a Luis, un ejecutivo de aparente vida perfecta, Erick Elías con Pardo, padre y músico frustrado y por último Alba Planas dando vida a Graci, la joven del grupo. Pese a ser una serie coral, las tramas más interesantes recaen en Portillo, Orella y Planas, quienes demuestran tablas y autenticidad.
Caben menciones especiales para Itziar Manero (Belén) y Alícia Armenteros (Yaiza) las alegres compañeras de Graci. Alexandra Masangkay (Alex) La amiga alternativa de Graci y Roque Ruiz con su culpable y atormentado Sergio.
En cuanto a la factura, la serie no destaca por su diseño de producción y aunque no lo necesita, ya que prima , lo humano, no puede presumir ni de sets increíbles, ni de localizaciones espectaculares. Tampoco sobresale su fotografía. Si que es cierto que pone especial cuidado a su paleta en tonos pastel , y en una iluminación que va “in crescendo”, desde una clave más bien baja hasta un aspecto más luminoso y vitalista. La música está muy bien escogida en general y el tema principal, que sirve como introducción a los capítulos es muy apropiado.
Sin aún estás penando en si acudir o no al grupo de Laforet, no lo dudes ni un minuto, ya que esta serie de apenas 10 episodios, de 40 minutos de duración es una de las ficciones más terapéuticas, humanas y esperanzadoras que podrás encontrar. Siempre pueden haber “temporadas mejores” pero de momento esta es muy reconfortante.
Puntuación: 3 sobre 5.
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