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Críticas ordenadas por utilidad
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6,8
1.174
7
21 de febrero de 2010
21 de febrero de 2010
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película me recuerda a la de Elia Kazan del mismo año, “Wild River”. Al igual que aquella, “The Young One” fue un fracaso taquillero, pero de la misma manera que Kazan, Buñuel la consideró una de sus mejores obras.
En el ambiente de claustrofobia sofocante que crea la isla y la naturaleza salvaje Buñuel analiza, sin tomar parte, aspectos de la situación social norteamericana (recuerdos de “Diario de una camarera”).
Miller, a pesar de su racismo aparente, y de la manera en la que trata y se aprovecha de Evalyn, no es más que un reflejo de la sociedad en la que vive, y demuestra cierta autonomía al demostrar comportamientos honorables tanto en su interacción con Traver como en sus intenciones finales para con Evalyn. Estos son contrastados con los de Jackson, el redneck por excelencia.
Por una vez en Buñuel el cura es una persona ecuánime que va por delante de los prejuicios de la sociedad y ayuda a resolver los problemas en la medida que puede. No condena a Miller, si no que intenta hacerle ver como contrastan sus comportamientos con los de Traver, acusado injustamente de violar a una mujer blanca adinerada.
Traver es un personaje casi mitológico, que llega a una isla desierta, donde vivirá su aventura y pasará una serie de pruebas.
Con la joven inocente Buñuel demuestra primero que no es posible vivir en sociedad sin el desarrollo personal de un esquema moral, pero que este será necesariamente un compromiso con los tiempos en que se vive. Tanto Miller como Traver, Jackson y el Reverendo tienen actitudes criticables pero comprensibles, y hasta cierto punto necesarias. Por que aquí no hay buenos ni malos absolutos, sólo un reflejo y una exposición imparcial de la sociedad, y esto no debió gustar a Hollywood.
El ciervo atado, los conejos cazados, el mapache que se come a la gallina en el gallinero mientras las otras se agrupan y miran, la araña aplastada por Evalyn, las abejas, son elementos típicos del director, en una película que es por lo general tremendamente realista.
En el ambiente de claustrofobia sofocante que crea la isla y la naturaleza salvaje Buñuel analiza, sin tomar parte, aspectos de la situación social norteamericana (recuerdos de “Diario de una camarera”).
Miller, a pesar de su racismo aparente, y de la manera en la que trata y se aprovecha de Evalyn, no es más que un reflejo de la sociedad en la que vive, y demuestra cierta autonomía al demostrar comportamientos honorables tanto en su interacción con Traver como en sus intenciones finales para con Evalyn. Estos son contrastados con los de Jackson, el redneck por excelencia.
Por una vez en Buñuel el cura es una persona ecuánime que va por delante de los prejuicios de la sociedad y ayuda a resolver los problemas en la medida que puede. No condena a Miller, si no que intenta hacerle ver como contrastan sus comportamientos con los de Traver, acusado injustamente de violar a una mujer blanca adinerada.
Traver es un personaje casi mitológico, que llega a una isla desierta, donde vivirá su aventura y pasará una serie de pruebas.
Con la joven inocente Buñuel demuestra primero que no es posible vivir en sociedad sin el desarrollo personal de un esquema moral, pero que este será necesariamente un compromiso con los tiempos en que se vive. Tanto Miller como Traver, Jackson y el Reverendo tienen actitudes criticables pero comprensibles, y hasta cierto punto necesarias. Por que aquí no hay buenos ni malos absolutos, sólo un reflejo y una exposición imparcial de la sociedad, y esto no debió gustar a Hollywood.
El ciervo atado, los conejos cazados, el mapache que se come a la gallina en el gallinero mientras las otras se agrupan y miran, la araña aplastada por Evalyn, las abejas, son elementos típicos del director, en una película que es por lo general tremendamente realista.

7,1
2.314
8
14 de febrero de 2010
14 de febrero de 2010
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como en Tristana, Buñuel toma una obra de finales del siglo XIX, en este caso de Mirbeau, y la traslada a la década de 1920. Mantiene la feroz crítica de la burguesía y de las clases inferiores, y la refuerza con un ataque a los movimientos políticos totalitarios del siglo XX.
No veo yo mucho surrealismo en esta cinta, si no un simbolismo que enmarca una sociedad inmovilista. Así, los burgueses están encarcelados en sus propias casas, con numerosas tomas a través de las verjas, murallas o cancelas que guardan sus terrenos, y no tienen prácticamente movilidad, siempre encerrado en sus habitaciones, jugando al solitario, limpiando ornamentos, o mirando álbumes de fotos, en un ambiente claustrofóbico. Quizá el único toque surrealista sea la aparición de distintos animales durante la película: un jabalí, un conejo, hormigas, el ganso que mata Joseph, los caballos, los caracoles, y la mariposa a la que dispara Monsieur Rabour.
A pesar de la feroz crítica de la sociedad, Buñuel muestra cierta compasión hacia los personajes burgueses. Rabour es quizá el más simpático de ellos, con su fetichismo (botas). El Capitán Mauger también suscita cierta simpatía, a pesar de su desprecio hacía la mujer de clase inferior que utiliza para que sacie sus deseos básicos (sexo y comida). Madame Monteil, aunque reprimida y desagradable, también tiene momentos de bondad con los sirvientes, y Buñuel nos muestra en parte las causas de su represión en la conversación que mantiene con el cura, que le aconseje contra cualquier placer sexual. Monteil (Piccoli) es realmente asqueroso, con sus deseos sexuales incontrolados, que le llevan a abordar a la camarera mayor cuando es rechazado por Celestine, pero a pesar de todo uno lo compadece por la situación que vive con su mujer. En resumen, parece como si Buñuel nos estuviera demostrando que ellos son también prisioneros de la sociedad. Además el personaje realmente desagradable es Joseph con su extremismo político, prejuicios antisemíticos, y seguridad en sus creencias fascistas (orden, religión, sistema de clases sociales, ejercito).
Entre todos estos personajes definidos de la burguesía y de la servidumbre rural ambula la ambivalente Celestine. Cuando llega en el tren en las largas tomas iniciales observa este mundo desde fuera, luego se sumerge en el. No sabemos muy bien por que ha llegado hasta allí ni cuales son sus motivaciones. Hace halagos de una maestría, una confianza, al eludir los avances de todos los personajes masculinos, y se muestra como una persona individual y capaz de sobreponerse a la atosigante sociedad que le rodea.
Magnífico trabajo de Jeanne Moureau, grandísima y bellísima fotografía en blanco y negro, un filme realmente espectacular.
No veo yo mucho surrealismo en esta cinta, si no un simbolismo que enmarca una sociedad inmovilista. Así, los burgueses están encarcelados en sus propias casas, con numerosas tomas a través de las verjas, murallas o cancelas que guardan sus terrenos, y no tienen prácticamente movilidad, siempre encerrado en sus habitaciones, jugando al solitario, limpiando ornamentos, o mirando álbumes de fotos, en un ambiente claustrofóbico. Quizá el único toque surrealista sea la aparición de distintos animales durante la película: un jabalí, un conejo, hormigas, el ganso que mata Joseph, los caballos, los caracoles, y la mariposa a la que dispara Monsieur Rabour.
A pesar de la feroz crítica de la sociedad, Buñuel muestra cierta compasión hacia los personajes burgueses. Rabour es quizá el más simpático de ellos, con su fetichismo (botas). El Capitán Mauger también suscita cierta simpatía, a pesar de su desprecio hacía la mujer de clase inferior que utiliza para que sacie sus deseos básicos (sexo y comida). Madame Monteil, aunque reprimida y desagradable, también tiene momentos de bondad con los sirvientes, y Buñuel nos muestra en parte las causas de su represión en la conversación que mantiene con el cura, que le aconseje contra cualquier placer sexual. Monteil (Piccoli) es realmente asqueroso, con sus deseos sexuales incontrolados, que le llevan a abordar a la camarera mayor cuando es rechazado por Celestine, pero a pesar de todo uno lo compadece por la situación que vive con su mujer. En resumen, parece como si Buñuel nos estuviera demostrando que ellos son también prisioneros de la sociedad. Además el personaje realmente desagradable es Joseph con su extremismo político, prejuicios antisemíticos, y seguridad en sus creencias fascistas (orden, religión, sistema de clases sociales, ejercito).
Entre todos estos personajes definidos de la burguesía y de la servidumbre rural ambula la ambivalente Celestine. Cuando llega en el tren en las largas tomas iniciales observa este mundo desde fuera, luego se sumerge en el. No sabemos muy bien por que ha llegado hasta allí ni cuales son sus motivaciones. Hace halagos de una maestría, una confianza, al eludir los avances de todos los personajes masculinos, y se muestra como una persona individual y capaz de sobreponerse a la atosigante sociedad que le rodea.
Magnífico trabajo de Jeanne Moureau, grandísima y bellísima fotografía en blanco y negro, un filme realmente espectacular.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No queda claro si Celestine se siente atraída por Joseph a pesar de su horrible violación y asesinato de la petite Claire o si es simplemente parte de su estratagema para desenmascararlo. Yo pienso lo último, pero me ha interesado leer que en la novela ella acaba con Joseph en la cafetería de Chebourg, atraida por su fuerza psicopática.
Al final la crueldad de la película no es la caricatura de la sociedad burguesa y de la bajeza de las clases inferiores, si no que Celestine opta por casarse con el Capitán y acomodarse como una burguesa más. En la escena final se la ve recostada en la cama, dándole órdenes al Capitán, inmóvil y absorta por la sociedad que antes parecía despreciar. Esa sociedad que absorbe todos esos componentes que pueden resultarles amenazantes.
Al final la crueldad de la película no es la caricatura de la sociedad burguesa y de la bajeza de las clases inferiores, si no que Celestine opta por casarse con el Capitán y acomodarse como una burguesa más. En la escena final se la ve recostada en la cama, dándole órdenes al Capitán, inmóvil y absorta por la sociedad que antes parecía despreciar. Esa sociedad que absorbe todos esos componentes que pueden resultarles amenazantes.
8
1 de febrero de 2010
1 de febrero de 2010
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al igual que en Viridiana y Tristana, Fernando Rey protagoniza un estudio sobre la utilización del poder en las relaciones íntimas. El truco de utilizar dos actrices para el mismo papel, enfatiza la dualidad de la personalidad que Mathieu percibe, aunque no es una relación directa, por que tanto una como otra actriz participan en el tira y afloja permanente que enmarca la relación de Conchita con Mathieu.
Mathieu es un hombre acostumbrado a poseer a las mujeres, especialmente las de clase inferior, y no tiene ningún reparo en abordar a Conchita en cuanto la conoce. Normalmente esta relación tendría un principio y un fin predeterminado, la seducción y el abandono. Mathieu se siente confortable en este juego por la manera en la que pide un Chartreuse y se dispone a seducir a Conchita. Sin embargo Mathieu no abandona como de costumbre a su presa simplemente por que ella no deja que él la posea del todo. Sabe, quizás por intuición, que si se entrega sin más su destino es que la dejen tirada
Los atentados terroristas no tienen una explicación, representan la manía persecutoria de Mathieu, o la sociedad en la que él todavía puede actuar como agente explotador esta amenazada.
Cuando no prospera la relación, Mathieu utiliza el dinero. Ella ha demostrado que el dinero no es lo más importante para ella cuando devuelve el que le ha robado el "Morenito" a Mathieu en un parque en Lausanne.
Mathieu es un hombre acostumbrado a poseer a las mujeres, especialmente las de clase inferior, y no tiene ningún reparo en abordar a Conchita en cuanto la conoce. Normalmente esta relación tendría un principio y un fin predeterminado, la seducción y el abandono. Mathieu se siente confortable en este juego por la manera en la que pide un Chartreuse y se dispone a seducir a Conchita. Sin embargo Mathieu no abandona como de costumbre a su presa simplemente por que ella no deja que él la posea del todo. Sabe, quizás por intuición, que si se entrega sin más su destino es que la dejen tirada
Los atentados terroristas no tienen una explicación, representan la manía persecutoria de Mathieu, o la sociedad en la que él todavía puede actuar como agente explotador esta amenazada.
Cuando no prospera la relación, Mathieu utiliza el dinero. Ella ha demostrado que el dinero no es lo más importante para ella cuando devuelve el que le ha robado el "Morenito" a Mathieu en un parque en Lausanne.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La madre, buena católica ella, vende a Conchita sin ningún tipo de reparo, y vemos como un ratón cae atrapado en la ratonera. Por fin Mathieu piensa que la chica es suya. Ella huye de él, y le deja desesperado. No hay mayor deseo que el deseo en sí. Cuando la encuentra otra vez, vemos a otro animal atrapado, la mosca que da vueltas en el Martini, pero esta vez creo que representa a Mathieu. Ya no es el cazador si no la víctima, como se demuestra en la escena de la verja, cuando después de haber recibido la casa como regalo, Conchita hace el amor (¿supuestamente?) con el Morenito.
La historia la cuenta Mathieu, y esto se enfatiza haciendo que la cuente a sus compañeros de compartimento en el tren Madrid-Sevilla (un abogado, un enano, una madre de familia y su hija, o sea, una buena representación de la sociedad, quienes se compadecen de él). El hecho de que Mathieu sea el narrador explica un poco la irracionalidad de la historia, por que seguramente no vemos el comportamiento real de Mathieu, si no lo que el nos cuenta que pasó. Para entender la historia real debemos intentar pensar como sería para una inmigrante joven, guapa y muy pobre ser cortejada por un viejo que primero la quiere seducir y cuando fracasa la intenta comprar, y cuando esto fracasa, utiliza su influencia para hacerla deportar.
El saco, que se aprecia en 4 o 5 escenas, acaba en una tienda de remiendos y una costurera arregla una tela manchada de sangre, la virginidad rasgada. A Buñuel no le gustaba esa interpretación, le traicionó su propio subconsciente. Esa lucha no podía durar para siempre sin que Conchita perdiera la virginidad, por que esa pérdida sería simplemente un paso más en la escalada del juego. Para los que acusan a esta película de ser misógina, hay que tener en cuenta que triunfa más la mujer que el hombre. Si, a lo mejor solo puede triunfar de esta forma insatisfactoria por la estructura de la sociedad burguesa, pero esto es precisamente lo que denuncia Buñuel, y no solo con el comportamiento de Mathieu el burgués, si no también con el de su mayordomo, que llega a decir “las mujeres son un saco de mierda”, y por eso quizá destruye esta sociedad de opresión y mentiras con el último estallido.
La historia la cuenta Mathieu, y esto se enfatiza haciendo que la cuente a sus compañeros de compartimento en el tren Madrid-Sevilla (un abogado, un enano, una madre de familia y su hija, o sea, una buena representación de la sociedad, quienes se compadecen de él). El hecho de que Mathieu sea el narrador explica un poco la irracionalidad de la historia, por que seguramente no vemos el comportamiento real de Mathieu, si no lo que el nos cuenta que pasó. Para entender la historia real debemos intentar pensar como sería para una inmigrante joven, guapa y muy pobre ser cortejada por un viejo que primero la quiere seducir y cuando fracasa la intenta comprar, y cuando esto fracasa, utiliza su influencia para hacerla deportar.
El saco, que se aprecia en 4 o 5 escenas, acaba en una tienda de remiendos y una costurera arregla una tela manchada de sangre, la virginidad rasgada. A Buñuel no le gustaba esa interpretación, le traicionó su propio subconsciente. Esa lucha no podía durar para siempre sin que Conchita perdiera la virginidad, por que esa pérdida sería simplemente un paso más en la escalada del juego. Para los que acusan a esta película de ser misógina, hay que tener en cuenta que triunfa más la mujer que el hombre. Si, a lo mejor solo puede triunfar de esta forma insatisfactoria por la estructura de la sociedad burguesa, pero esto es precisamente lo que denuncia Buñuel, y no solo con el comportamiento de Mathieu el burgués, si no también con el de su mayordomo, que llega a decir “las mujeres son un saco de mierda”, y por eso quizá destruye esta sociedad de opresión y mentiras con el último estallido.

7,5
12.132
4
1 de febrero de 2010
1 de febrero de 2010
17 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustan los westerns buenos, al estilo John Ford y Howard Hawks, pero a esta película no la salva ni los dos grandes protagonistas, Peck y Cotten. Lo único que me pareció interesante fue admirar la versatilidad de Gregory Peck en el papel de malo. Por lo demás, guión predecible, dirección melodramática, película aburrida, fotografía exagerada: al atardecer le ponen un filtro rojo de gradación alta a toda la imagen y se creen que han producido un efecto memorable. Intenta capturar el ambiente de "Lo que el viento se llevó", que a pesar de ser un folletín tuvo momentos memorables, pero fracasa lamentablemente. Esto es un "soap opera" al peor estilo USA.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena final tiene fama aunque me parece de un sentimentalismo patético, Jennifer Jones y Gregory Peck dándose un beso de amor mientras mueren.

7,8
3.164
9
19 de marzo de 2012
19 de marzo de 2012
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bellísima fantasía sobre la vida y la muerte. El enunciado inicial, que nos cuenta que la acción transcurre en un pueblo perdido en el tiempo, nos indica que es una alegoría. La historia mantiene un tempo acelerado manteniendo en todo momento la atención del espectador. La fuerza de las imágenes son impresionantes tanto por su influencia sobre el cine futuro como por su impacto en el espectador actual. La caracterización de los personajes del poblado en unas breves imágenes es excelente. Hitchcock la citaba como la película que más le influenció de joven.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La Muerte se lleva al amante después de aparecer en la encrucijada y subirse a la diligencia. Ella intenta suicidarse pero la Muerte, que anteriormente había comprado un terreno al lado del cementerio a los locales, y lo había rodeado con un muro impenetrable, le dice que todavía no ha llegado su hora. Ahora tendrá tres oportunidades para salvar a su amante en distintas situaciones históricas, en la Africa francesa, en el carnaval de Venecia y en China, pero en las tres fracasará. En las tres historias aparecerá la Muerte, primero como enterrador, luego como figura en la que se transforma el moro que mata al amante, y finalmente como el arquero del emperador que mata al tigre en el que ella había convertido al amante.
Finalmente, la muerte le da una última oportunidad, encontrar una vida a entregar a cambio de la otra. Cuando ni siquiera los más enfermos o desgraciados quieren dar su vida por la de su amante, ella salva a un bebe del fuego de una hospital, pero se resiste a entregarlo en cambio.
El final puede ser interpretado de distintas maneras, pero parece que ella muere en el incendio.
No se puede luchar contra el destino ni contra la muerte. La novia recorre un largo camino para darse cuenta de que la cita que había leído del Cantar de los Cantares no dice que el amor sea más fuerte que la muerte, si no que puede tener tanta fuerza como ella.
Finalmente, la muerte le da una última oportunidad, encontrar una vida a entregar a cambio de la otra. Cuando ni siquiera los más enfermos o desgraciados quieren dar su vida por la de su amante, ella salva a un bebe del fuego de una hospital, pero se resiste a entregarlo en cambio.
El final puede ser interpretado de distintas maneras, pero parece que ella muere en el incendio.
No se puede luchar contra el destino ni contra la muerte. La novia recorre un largo camino para darse cuenta de que la cita que había leído del Cantar de los Cantares no dice que el amor sea más fuerte que la muerte, si no que puede tener tanta fuerza como ella.
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