Esta película demuestra sin lugar a dudas que hasta los más grandes genios, como Akira Kurosawa, pueden pasar por momentos bajos. A mi modo de ver, el único aspecto positivo del filme es la indudable calidad de la fotografía y la gran belleza plástica de muchos de los planos, tanto en las escenas de caracter más intimista como en las de tono épico (especialmente el despliegue de los ejércitos previo a las batallas).

Sin embargo, los méritos que acabo de referir no bastan en modo alguno para compensar los muchos defectos, que paso ahora a enumerar:

1- La narración resulta confusa, fragmentaria y ante todo tediosa. El metraje es a todas luces excesivo, lastrado por el desmedido énfasis en secuencias puramente descriptivas que en muchos casos poco o nada aportan a la trama.

2- Las interpretaciones de los personajes principales (el Gran Señor y el bufón) están sobreactuadas hasta el ridículo. No sé si es que tal vez se inspiran en el teatro japonés tradicional, pero desde luego no funcionan en pantalla, y no logran transmitir la profundidad emocional que el argumento pide a gritos.

3- El maquillaje del Gran Señor es por lo menos chapucero.

4- Las batallas se resumen a planos de arcabuceros disparando, caballeros cayendo muertos e infantes corriendo de un lado a otro, con casi ninguna conexión entre plano y plano.

5- La banda sonora pasa completamente desapercibida.

En resumidas cuentas, una película a mi juicio absolutamente sobrevalorada y que habría pasado sin pena ni gloria si no se hubiese tenido en cuenta la reputación de su director. Un 5, y gracias.