Me quedé con un amargo sabor de boca al acabar la película, no por ésta en sí sino por el desasosiego que es capaz de transmitir esa gran actriz que es Émilie Dequenne. Sobre ella cae todo el peso de la película y francamente no podía haberlo hecho mejor, es de una sinceridad poco veces vista en una pantalla. El film nos cuenta, podríamos decir cámara al hombro (lo que le da un toque de realismo), el periplo de una joven mujer de clase social baja que lucha por encontrar un trabajo que le permita salir de la situación en la que vive junto a su madre alcohólica. En cada escena se comparten las sensaciones de la protagonista que salta de un empleo a otro intentando encontrar una estabilidad laboral que le permita evitar el estado de marginación social al que la aboca el desempleo. Solo quiere ser una persona "normal" como ella misma se repite una noche en casa de la única persona que es realmente amable con ella, el personaje interpretado por Fabrizio Rongione, a quien incluso será capaz de perjudicar para lograr su anhelo.
Es una película simple pero hermosa y no permite apartar la mirada ni por un momento del rostro de la chica que da el título a la película.
Muy recomendable

Cada vez que veo esta película me gusta más.

En un principio no me entusiasmó demasiado, me parecía lenta de ritmo e innecesariamente larga (~2h), pero creo saber por qué tuve esa primera impresión, por tratarse de Tarantino. Esperaba acción desde el minuto 1 hasta el final, pero no, así que creo que me aburrí, aunque en las sucesivas revisiones, sabiendo ya cómo se desarrollaba la película, la disfruté muchísimo. Tarantino construye lentamente la trama y no es sino hasta la mitad que empezamos a ver las primeras escenas de "acción" de la misma. Aún así, ese desarrollo previo de una hora es francamente asombroso, destila cine y oficio con la cámara y el montaje, los cambios de plano, las interacciones de Kurt Russell, los diálogos de las chicas, todo es es genial, además crea una especie de tensión rara, sobre todo en la secuencia del bar. Parece que no pasa nada pero en esas escenas de esa primera mitad, mientras presenta a los personajes, se está gestando el espectáculo casi desenfrenado de la segunda mitad.
Kurt Russell está genial y el elenco de actrices no es menos, me gusta especialmente el personaje que interpreta Rosario Dawson.

Creo que es una obra excelente, magistral y divertida, injustamente infravalorada y considerada como una película menor de su director, la recomiendo encarecidamente.

Anthony Hopkins me fascina desde la primera escena en la que sale, solo por su interpretación merece la pena no perdérsela. Pero la película va mucho más allá, no podemos decir que se trate de una obra maestra pero sí de una gran película un poco áspera aunque muy entretenida con un montaje magnífico, uno de los puntos fuertes de la película. La historia de la investigación sobre un asesino en serie es un muy buen punto de partida que nos hace estar pegados a la pantalla desde el principio, además de Jodie Foster que realiza una muy buena interpretación como contrapunto a la lección magistral de Hopkins. También hay que reconocer la excelente interpretación de Ted Levine como Buffalo Bill.
Si bien yo creo que son las interpretaciones los pilares de esta gran película no hay que desdeñar en absoluto el buen trabajo de Jonathan Demme quien con mucho oficio y gracias a la ayuda de un buen guión consiguió realizar una película fluida, y para nada aburrida en sus casi dos horas de duración, siendo capaz de rodar muy buenas escenas tales como la fuga de Hannibal o la captura de Buffalo Bill
Muy recomendable incluso para los no amantes del thriller.