Esperaba un poco más. La venganza como punto de partida está bien, el rey es asesinado por su hermano y el hijo lo quiere vengar. Pero aquí ya se empieza a torcer. El niño logra escapar él solo en una bote a remos sin agua ni comida (obviamente) en medio del océano Atlántico Norte, demasiado épico para mi gusto. Lo siguiente que sabemos que sabemos de él es que se ha convertido en un armario de 2x2 que se dedica a robar y matar, el cómo a llegado a eso parece que en 2 horas y 20 no da para explicarlo mínimamente.

En cuanto al argumento y la historia, si no llega a ser por una bruja y un zorro nos quedamos sin película, le dan todo hecho, más instrucciones que un manual de Ikea, el protagonista no descubre nada por su cuenta. Guiado hasta llegar al final que es el que te esperas.
Tal y como empieza crees que la venganza será contra un rey y contra un gran reino, y te encuentras con que tiene que matar poco más que a un pastor de ovejas y que el escenario pasa de ser un reino a una aldea con cuatro casas y más esclavos que gente.

Hay situaciones que cuesta comprender, acabas de quedarte con un esclavo que has visto que ha matado a cabezazos a otro durante un juego y no te da por pensar en él cuando empiezan a matar gente en tu aldea. Una vez que lo atrapas, después de que mate a tu hijo, lo dejas únicamente atado de las manos con una cuerda (de la cual se libera gracias a unos cuervos que la rompen..) en un cobertizo sin vigilancia alguna.

No se desarrolla la historia de nadie, no puedes empatizar, no puedes saber si hay un bueno o un malo, que si el objetivo era ese está muy logrado, pero siendo una venganza el punto de partida creo que no es el caso. Ni con el protagonista que sólo mata muchas veces sin sentido, ni con el antagonista que mata a su hermano, se entiende que por amor, pero que luego se lleva a su mujer muerta arrastrándola como un saco sin llorar ni decir lo más mínimo.

Te sirve para pasar el rato sin querer quitarla, pero deja más que desear.