Indiscutiblemente esta película será mejor apreciada por aquellos que han vivido la experiencia de la pérdida de un ser querido como un padre o una madre y las secuelas que la orfandad emocional deja en cualquier ser humano, sobre todo en aquellos que la vivimos en nuestra etapa madura. La película me trasladó a mi propia realidad provocando una introspección personal sobre la trascendencia que mis vivencias con mi progenitor tuvieron en mi vida adulta; valorando su grandeza desde su enfoque de vida. Eso mismo es lo que vemos en esa película, el como dos paralelas irreconciliables se unen en el ocaso de la vida de una permitiendo al otro encontrarse a sí mismo. Definitivmante el trabajo actoral de Duval y Downey nos permite entrar en la psiquis de sus personajes y comprenderlos desde cada una de sus diferencias y amarlos