Para entender esta película, es necesario imaginarse a su protagonista, Ree Dolly, como una chica muy muy poco agraciada. Bueno, sé que es difícil, porque está interpretada por Jennifer Lawrence que de fea tiene entre cero y nada. Pero es que de lo contrario el argumento no tiene nada de creíble. Una chica tan mona con tal solo 17 años y con el peligro de quedarse en la calle (o, en este caso, en el bosque) sin que algún mozalbete de alrededores (y se encuentra con un par de ellos) se ofrezca a ayudarla o al menos a acogerla, pues como que no, que no me creo. Aquí deberían haber escogido a otra protagonista, con un físico más del estilo de la vecina, Sonya, correctamente interpretada por Shelley Waggener.
En fin, que a la pobre Ree la reciben siempre como a una apestada sin que en ningún momento se entienda el motivo. Si en cambio tenemos la suficiente imaginación como para retratarla como fea, entonces estamos ante una buena película, entretenida y con una buena dosis de suspense.