Es un corto, dura solo 40-45 minutos pero te deja pensando en el porque la gente decide acabar con sus vidas.

En la historia tienes un hotel en donde las personas van para terminar con sus vidas, el encargado termina teniendo una relación cordial con un huésped que lleva una semana ahí sin tomar la decisión de seguir viviendo o terminar con todo; sin querer generan un vinculo.

A veces la gente solo quiere ser visible para alguien más, no ser presionados a ser algo que no quieren o anhelan y a vivir sus propias vidas. Tal vez, en otra realidad para ella.

Solo al escribir esta reseña me genera la necesidad de ver nuevamente esta película. Es tan brillante, espectacular, romántica, alucinante y puedes ver la critica que se le hace a la sociedad de ese entonces en donde se quería controlar cada aspecto de la vida de una mujer. La dirección de Joe Wright es magnifica y el guión de Deborah Moggach hace una gran parte; un trabajo en equipo muestra un gran resultado.
Puede que no sea la película perfecta, pero si logró tener un espacio en el cine y será recordada para siempre.
El casting tambien es increíble, no puedo imaginar a otro señor Darcy.

Orgullo y prejuicio es el tipo de trabajo que jamás envejecerá mal.

La dirección de Sidney Lumet es sin igual, increíblemente puedes encontrar en la cultura pop bastantes referencias ya sea a la trama, líneas de los personajes, fotografía y demás de esta película. Dio catedra de como debería ser una película en 1957 y lo sigue haciendo en la actualidad. Se puede hacer tanto con tan poco: 12 hombres dentro de una sala, se sabe que es uno de los días más calurosos del año y de hecho logras sentir ese calor terrible que ellos se encuentran experimentando. Pero no son amigos quienes están ahí, son extraños que siquiera saben como se llaman y los une solo el entregar un veredicto sobre un crimen: Acusado o inocente. No es necesario saber mucho sobre ellos, lo que se cuenta y dejan ver es más que suficiente

Se siente como si estuvieses viendo una obra de teatro, hay escenas tan simbólicas que no necesitan un dialogo extenso, solo un plano de una gota de sudor cayendo de la frente de un jurado te hace comprender todo tan fácil.


A modo personal 12 Angry men era una película que necesita ver hace bastante tiempo y ha sido una experiencia sumamente grata.

Es increíble el trabajo que pueden mostrar dos grandes actores cuando están en pantalla, la conexión que te muestran con solo la mirada te deja sin palabras. In the Mood for Love es el reflejo de que amor es anhelo, confianza, respeto, deseo y admiración. Los detalles están en cosas tan simples como conversar con quien quieres, escuchar su voz te hace feliz
Lo que más me quedó en mente al ver esta película fue la palabra anhelo, Wong Kar-wai logra expresarlo a la perfección y es algo que logra hacer en todos sus trabajos.

El nivel estético de la película es impresionante, realmente es una de las cosas que más destaca, el humor que tiene te hace olvidar lo terrible de la situación que están pasando los personajes
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Un futuro en donde todo es perfectamente ejecutado y en donde es imposible cometer un error "ocurre" una falla.
Siento que hay cosas que no se aclararon en el desarrollo de la película, cosas que quedaron al aire pero aun así sigue siendo una de las mejores películas que he visto.