Este documental nos muestra lo que nos han contado los medios durante la primera ola de la pandemia.

Nos enseña, desde dentro, el caos inicial de los hospitales y continúa recorriendo los distintos actores de esta pesadilla. El sintecho que no tiene donde quedarse, el trabajo de las ambulancias, la asociación que recoge las mascotas de los afectados por COVID, los controles de la Guardia Civil, el desastre de las residencias y los bomberos que sacan a los muertos de ellas y la acumulación de cadáveres y su inhumación.

Muestra lo que ocurrió, desde dentro, a los trabajadores que nos sacaron de aquella primera ola. Muy duro. Imposible no emocionarse.

Viendo las críticas, parece que se os olvidan 2 cosas:
1. Obviamente no es una película realista, va de unos muñecos que existen en un mundo paralelo e imaginario al real en el que lo que sucede allí afecta a las muñecas que se venden en el mundo real.
2. La película es para mayores de 12 años, no está recomendado para menores de esa edad y no es su público objetivo así que dejad esa falsa preocupación sobre cómo afectará esta película a los niños.

La película es divertida, con una producción maravillosa y un humor a base de estereotipos, ¿no te gusta eso? No vayas a verla.